En 1918 tras la Primera Guerra Mundial, se estableció el Reino de Yugoslavia, producto de la unión de Serbia, Croacia y Eslovenia. Desde el principio de su conformación este reino fue de difícil cohesión debido a la diversidad de nacionalidades y religiones así como sus marcadas diferencias en el desarrollo económico.

El nacionalismo serbio estalló con el asesinato en 1928 del diputado Stjepan Radic, líder del Partido Campesino Croata, del cual se acusó a un diputado montegrino.

A partir de este suceso, el artífice de la unificación, Alejandro I, clausuró el parlamento y comenzó a presidir el país de manera dictatorial cambiándole el nombre por "El Reino de Yugoslavia", en 1929.

En el año 1941, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, Yugoslavia fue invadida por las fuerzas hitlerianas que repartieron el territorio y crearon los Estados independientes de Croacia, Montenegro y Serbia. De esta forma el Reino de Yugoslavia desapareció.

La Yugoslavia Socialista de Tito

La República de Yugoslavia se conformaría con la llegada del partisano comunista Josip Broz, mejor conocido como Mariscal Tito, en el año 1945.

La refundación de Yugoslavia como Estado socialista siguió las directrices de organización territorial dadas por las fuerzas del Eje. El 31 de enero de 1946, la constitución de la República Yugoslava estableció la seis republicas constituyentes (Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro y Serbia.)

Es así como se conforma la República Democrática Federal de Yugoslavia que posterior a una modificación constitucional, pasó a llamarse República Federativa Popular de Yugoslavia otorgándole mayor carácter socialista al país e implementando el sistema socioeconómico de "socialismo autogestionario" que se concibió como una alternativa a los Estados Unidos y la Unión Soviética.

Los principales problemas de la federación yugoslava fueron la crisis económica y y las diferencias particulares de:

6 nacionalidades (eslovenos, croatas, bosnios, serbios, montenegrinos y macedonios), 3 religiones (católica, ortodoxa y musulmana), 4 idiomas (macedonio, albanés, serbocroata y esloveno), 2 alfabetos (latino y cirílico), así como numerosas minorías étnicas (albaneses, húngaros, italianos, gitanos y judíos, en su mayoría).

Mientras que los eslovenos y croatas exigían mayor descentralización política y económica, los serbios apoyaban un gobierno centralista y más conservador.

En el año 1953 el Mariscal Tito fue electo como presidente y luego en el año 1963 es declarado Presidente Vitalicio, ese mismo año el país cambió nuevamente de nombre a República Federativa Socialista de Yugoslavia (RFSY),

Tito creó un sistema de Defensa Territorial que consistía en entrenamiento militar de la población civil, temiendo una posible invasión de parte de la Unión Soviética dadas las intervenciones en Hungría, Checoslovaquia y Afganistán. 

Tras la muerte el mariscal Tito, comienzan a manifestarse profundas crisis económicas y tensiones entre las seis repúblicas federativas. En 1991, Eslovenia y Croacia declararon su independencia, seguidas de Macedonia.

En 1992 un referéndum de independencia en Boznia-Hezergovina fue apoyado por 63% de la población por lo que se declara su independencia. Los serbios boicotearon el referéndum y proclamaron la 'República serbia de Bosnia'. Así comienza la guerra en Bosnia, que incluyó “limpiezas étnicas”, que produjeron desplazamientos forzados de personas así como múltiples crímenes de Guerra cometidos por las partes. 

En 1989 Kosovo aun siendo también parte de Serbia y con una mayoría de su población albana, optaba por constituirse en una República independiente y con mayor autonomía.

Las naciones que aun conformaban la federación, Montenegro y Serbia, en 1992 se establecieron como la nueva Republica Federal Yugoslava y abandonaron el sistema político y económico orientado al socialismo.

En noviembre de 1995 Serbia, Croacia y Bosnia firmaron el acuerdo de Dayton en EE.UU. poniendo fin a la guerra bosnia.

En el año 1996 en Kosovo se crea la organización separatista armada albano-kosovar denominada Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) para exigir independencia y mayor autonomía, así como el que logró establecerse durante esos años. Comienza a desarrollarse así la Guerra de Kosovo.

La OTAN y las tensiones en Bosnia-Herzegovina 

Los intereses imperialistas de subordinar a los pueblos balcánicos bajo la influencia capitalista y a los propósitos de los planes de seguridad de la OTAN liderada por los Estados Unidos, fueron las causas de las tensiones étnicas que lograron el desmembramiento de la República Yugoslava.

Según los analistas James Petras y Steve Vieux en su libro "Bosnia and the revival of Us hegemony" las condiciones económicas que estaba atravesando Yugoslavia fueron aprovechadas por las instituciones financieras occidentales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial para generar las condiciones sociales y económicas previas para un conflicto étnico explosivo entre serbios y bosnios. 

Las medidas de austeridad impuestas ayudaron a fomentar la guerra en tres sentidos. Primero, la política del FMI incrementó las rivalidades entre las repúblicas. En segundo lugar, las medidas de austeridad establecidas aumentaron la desesperanza en la nación y por último, causaron frustración en la población desempleada, siendo esta situación aprovechada por los demagogos nacionalistas.

De esta manera, y con la colaboración de la OTAN y los líderes europeos occidentales, se fomentaron los conflictos y divisiones territoriales para así obtener esferas de influencia en la Europa Central.

Problema serbio-kosovo y el papel de la OTAN

Luego de la muerte de Tito, se desarrollaron masivas protestas por parte de los albaneses exigiendo que la provincia de Kosovo, que gozaba amplios derechos de autonomía por la constitución de 1974, lograra constituirse en la séptima república yugoslava.

Desde ese momento se desarrollaron dos movimientos con dos direcciones políticas, la primera demandaba la independencia en una república de Kosovo separada y otra, la anexión a Albania. 

Comenzó entonces la "limpieza étnica" de todos los sectores de Kosovo. Las expulsiones llevadas a cabo por fuerzas de seguridad serbias como respuestas a las acciones de la ofensiva de la UCK, produjeron una catástrofe de refugiados que dio excusas para la intervención internacional.

El 24 de marzo de 1999, la OTAN bombardeó por 79 días a Yugoslavia con la excusa de una “Intervención humanitaria” para evitar la “represión” de los serbios contra la población albanesa.

De acuerdo al portal web WSWS, el objetivo de occidente era explotar las reservas de Plomo, Zinc, Cadmio, Plata y Oro de Kosovo, además de aproximadamente 17 billones de toneladas de reservas de carbón.

El ataque produjo más de 2 mil civiles muertos y más de 6 mil heridos tras dos meses y medio de ataques aéreos constantes.

Para el año 1999 la ONU comenzó a hacerse cargo temporalmente del territorio kosovar. En el año 2008 Kosovo declaró su independencia, bajo la supervisión de Estados Unidos y varios países europeos.

En la actualidad, del país han migrado más de 50 mil personas producto del atraso económico, del desempleo juvenil y del total aislamiento que tiene del resto de Europa.