Día de la Pachamama

1° de agosto

Cada 1°de agosto los pueblos aborígenes que habitan el noroeste de Argentina, Bolivia y Perú enaltecen la importancia de la Madre Tierra rindiéndole culto a la Pachamama que protege y cobija a los hombres, posibilita la vida y favorece la fecundidad y la fertilidad. 

"Pacha" se traduce en palabras como cosmos, universo, tiempo, espacio y tierra, mientras que "mama" significa madre. 

La Pachamama representa a la Tierra en su conjunto, no sólo el suelo o la tierra geológica o la naturaleza.

El homenaje a la Pachamama es la más popular de las creencias mitológicas que sobrevivió a la evangelización durante la Colonia española.

Ese día, los pueblos indígenas de orígen Aymara y Quechua celebran con ritos en los que se entrega a la Madre Tierra todo lo que no quisieran que le falte a su familia durante el año y agradecen por los favores recibidos durante el año anterior.

¿Cómo homenajean a la Pachamama?

Los campesinos bolivianos dedican el mes a sembrar y  realizan homenajes a la tierra para obtener buenas cosechas.

La fe centrada en la Pachamama convive en muchos casos con el cristianismo. Se producen entonces sincretismos entre las creencias: por ejemplo, en Bolivia, la Pachamama es identificada con la Virgen de Copacabana en La Paz, y la Vírgen del Socavón en Oruro. En Perú, la Pachamama es identificada con la Virgen de la Candelaria.

En Argentina el homenaje más importante a la deidad se hace en San Antonio de los Cobres, donde se realiza, desde 1995, la "Fiesta Nacional de la Pachamama de los Pueblos Originarios".

En toda la provincia se le rinde culto mediante la realización de una ceremonia milenaria, en la que se dan ofrendas a la tierra, de comidas, bebidas y hojas de coca.

Uno de los mejores lugares para participar de estos festejos es en Puno, a las orillas del Lago Titicaca, en Perú. También suelen verse celebraciones en Cusco donde se ofrenda fetos de alpacas, dulces y otros para la Madre Tierra.

La ofrenda es realizada por un "Yatiri" que debe conocer como se acomoda la mesa (ofrenda con hierbas, lanas multicolores, fetos de llamas u ovejas, coca, alcohol, grasa de auquénidos, incienso, copal, entre otros).

Los rituales de esta tradición han ido variando con el tiempo, tomando distintas formas y enriqueciéndose con los legados culturales, históricos y sociales de diferentes comunidades. 

Es así que de acuerdo a las costumbres ancestrales de cada pueblo, cambia el modo de celebración.

Los daños a la Pachamama

La contaminación, la explotación de los recursos naturales, la degradación del suelo, el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero han dejado huellas profundas en nuestra Madre Tierra, los océanos también son víctimas de nuestras acciones.

Desde la Revolución Industrial las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) han aumentado ocasionando un grave daño a nuestro medio ambiente, la degradación de la Capa de Ozono y la acidificación de los océanos son consecuencia de la acción humana. Los países "desarrollados" son los mayores emisores de CO2.

También la explotación de hidrocarburos, sobretodo la técnica del Fracking, afecta los acuíferos subterráneos y aumenta los riesgos ambientales por el uso indiscriminado de sustancias químicas de las que se ha comprobado su carácter cancerígeno, por lo que además pone en peligro la vida humana.

Homenaje a la Pachamama

Madre nuestra que estás en la tierra

En los pueblos de los Andes, la madre tierra, la
Pachamama, celebra hoy su fiesta grande. Bailan y cantan sus hijos, en esta jornada inacabable, y van
convidando a la tierra un bocado de cada uno de los
manjares de maíz y un sorbito de cada uno de los tragos fuertes que les mojan la alegría.
Y al final, le piden perdón por tanto daño, tierra saqueada, tierra envenenada, y le suplican que no los castigue con terremotos, heladas, sequías, inundaciones y otras furias.
Esta es la fe más antigua de las Américas.
Así saludan a la madre, en Chiapas, los mayas tojolabales: Vos nos das frijoles, que bien sabrosos son con chile, con tortilla.
Maíz nos das, y buen café.
Madre querida, cuídanos bien, bien.
Y que jamás se nos ocurra venderte a vos.
Ella no habita el Cielo. Vive en las profundidades del
mundo, y allí nos espera: la tierra que nos da de comer es la tierra que nos comerá.

Eduardo Galeano. Los Hijos de los Días.

Para cuidar a nuestra Madre Tierra

teleSUR


¿QUÉ PODEMOS HACER PARA PRESERVAR LA NATURALEZA?