37 años de la Revolución Sandinista

El 19 de julio de 1979 triunfó la Revolución Popular Sandinista. Fecha histórica para el pueblo de Nicaragua.

El movimiento que perseguía ideales de igualdad y justicia social acabó con décadas de torturas. El 19 de julio de 1979, miles de nicaragüenses se hicieron presentes en la Plaza de la República de la capital del país, Managua. Por todos lados ondeaban banderas rojinegras. Los nueve comandantes de Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) hicieron su ingreso triunfal a la Plaza: la dictadura de los Somoza había terminado.

Antecedentes de la Revolución

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), llamado así en honor a Augusto C. Sandino, héroe de la resistencia nicaragüense contra la ocupación estadounidense (1927-1933), fue fundado en 1962. Se manifestó contra la dictadura de la familia Somoza, contra la influencia de EE.UU., y a favor de establecer el socialismo en el país centroamericano.

Sus tácticas llevadas a cabo fueron eficaces, inspiradas en el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, nunca pudieron ser eliminadas por la tenebrosa Guardia Nacional. El liderazgo fue asumido por Carlos Fonseca Amador y otros líderes revolucionarios quienes encabezaron la lucha que derrocó la dictadura en julio de 1979.

Tras la retirada de los marines, Sandino quiso negociar la paz y la reinserción de sus soldados a la vida civil, con garantías. Fue llamado a negociar por el presidente de entonces, Juan Bautista Sacasa, pero fue traicionado, capturado y finalmente ejecutado. 

Con el tiempo, Anastasio Somoza García llegó al poder en 1937. Su alianza incondicional con EE.UU. y el completo manejo de la Guardia Nacional le garantizaron la puesta en el Gobierno, en el que la oposición era controlada a base de terror, y algunas veces ejecuciones masivas. 

El 21 de septiembre de 1956, Somoza sufrió un atentado en la ciudad de León (Nicaragua) a manos del poeta Rigoberto López Pérez, quien decidió cambiar versos por armas y le propinó cinco disparos de los cuales 4 llegaron a su pecho.

La acción del poeta fue considerada una inmolación, pues apenas usó su revólver recibió de respuesta una lluvia de 54 disparos que acabaron con su vida en el acto. En tanto, Somoza fue internado en el Hospital de la Zona de Canal de Panamá, donde pocos días después murió debido a una mala praxis. Su hijo Luis Somoza Debayle lo sucedió en el poder.

La Presidencia pasó a ser ocupada por el hijo mayor, Luis Somoza, mientras la Guardia Nacional era dirigida ya por el menor, "Tachito", Anastasio Somoza Debayle (entrenado militarmente en EE.UU. como su padre). 

 

Inicia la lucha por la Revolución

La implacable dictadura nicaraguense, hizo surgir en 1962 el movimiento que tomó el nombre de Sandino, y así nació el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), fundado por el idealista Carlos Fonseca Amador. 

Durante el año 1970 el FSLN redujo a un mínimo su lucha, sin embargo se dedicó a fortalecer la organización, la preparación militar de sus miembros y la recolección de recursos. 

En el año de 1976 murió en combate Carlos Fonseca. Tras el hecho, el FSLN se dividió en tres tendencias separadas que continuaron la lucha independientemente: el FSLN Proletario, el FSLN Guerra Popular Prolongada y el FSLN Insurreccional. 

En septiembre de ese año estalló una insurreción en varias partes del país, pese a la gran cantidad de personas fallecidas, la población estaba levantada, y muchos civiles dispuestos al combate huyeron con los guerrilleros.

Triunfa la Revolución

En Marzo de 1979 las tres tendencias del FSLN pactan la unificación de fuerzas, formando un único FSLN, el cual hizo un llamado a la población civil y a todos lo frentes para llevar a cabo un ataque final en Junio. 

Somoza pasó a ser repudiado por su principal aliado, EE.UU. tras el asesinato de un periodista estadounidense por militares de su Gobierno. 

El Gobierno de EE.UU. pidió a Anastasio Somoza abandonar el poder antes de ser derrocado, para evitar así la instauración de un gobierno revolucionario. Sin embargo, éste decidió intentar derrotar la sublevación nacional. 

El 17 del mes de Julio, Somoza y sus allegados abandonaron el país. Así también lo hicieron muchos jefes de la Guardia Nacional. Un aliado del dictador, Francisco Urcuyo, asumió la presidencia. Su gobierno duró 24 horas. 

El 19 de Julio de 1979, guerrilleros y civiles entraron a la Plaza de la República, antiguo centro de Managua, en donde toda la población celebró la caída de la dictadura. 

Se instaló una Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, formada por cinco miembros entre notables y líderes sandinistas, y se dio inicio a reformas con el objetivo de sacar a flote el país y generar más justicia social. Se nacionalizaron los bancos. También se realizó una Cruzada Nacional de Alfabetización muy exitosa, que redujo el analfabetismo del 53 por ciento al 12 por ciento. 

Para 1981 integrantes de la ex Guardia Nacional nicaragüense financiados por EE.UU., iniciaron una contrarrevolución nacional (la Contra) desatando de nuevo la guerra en el país y afectando su economía, el FSLN convocó a elecciones en 1984 que fueron ganadas por un amplio margen. 

En 1988, tras una ofensiva militar del Gobierno nacional en ataque a la Contra, se iniciaron conversaciones de paz y se negoció una tregua. En 1989 el Gobierno sandinista firmó un convenio y se comprometió a celebrar elecciones al año siguiente, en las cuales fueron vencidos contra pronóstico por una coalición opositora.

Sandino: el General de Hombres Libres.

Augusto Sandino, nacido el 18 de mayo de 1895, fue un líder de la resistencia contra el ejército de ocupación estadounidense en Nicaragua en la primera mitad del siglo XX.

                           FRASES DE SANDINO

El hombre que de su patria no exige un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no sólo ser oído sino también creído.
Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán.
En uno de aquellos días manifesté a mis amigos que si en Nicaragua hubieran cien hombres que la amaran tanto como yo, nuestra nación restauraría su soberanía absoluta. Mis amigos me contestaron que posiblemente habría en Nicaragua ese número de hombres, o más.

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