Puerto Rico en quiebra:

Las arcas vacías de una isla colonizada

La nación boricua se encuentra sumida en un cinturón de deudas, empobrecimiento y recortes sociales que ahogan cada vez más al pueblo mientras las empresas millonarias se enriquecen sin pagar tributos. La isla sigue sujeta a las prácticas neoliberales estadounidenses que no le permiten independizarse económicamente ni emerger de la crisis; presa de la plusvalía de su colonización.

Una combinación de factores degradantes derivados de un sistema capitalista en el que sólo importa el poder monetario de los más fuertes, ha hecho de Puerto Rico (PR) un botón más del amplio interruptor generador de pobreza de Estados Unidos.

La población puertorriqueña lleva sobre sus hombros el peso de una deuda pública de 73 mil millones de dólares, aunado a la pobreza extrema de la mitad de sus habitantes y el desempleo superior al 15 por ciento. Esta situación tiene un origen, más no se vislumbra un final, por lo menos una salida justa e inmediata.

Puerto Rico, aunque representa a una nación latinoamericana y caribeña que "goza de su propia identidad nacional" ha permanecido sometida desde 1898 y desde 1952 figura como “Estado Libre Asociado” de EE.UU. condición que la llevó a implementar una serie de experimentos socio-económicos como "los subsidios" descontrolados y la liberación de impuestos, además de seudoayudas monetarias provenientes de Washington.


Dato: la constitución de PR le brinda una supuesta “autonomía” pero sigue dependiendo de EE.UU. su política financiera, el control de las fronteras, la moneda y las relaciones diplomáticas.

Al principio, todo parecía ser la isla del encanto, pero por debajo de la marea se formaba una gran masa carcomedora que ya deja ver su rostro; el endeudamiento y la pobreza. Numerosos analistas señalan que por los beneficios mencionados, muchos puertorriqueños no querían trabajar, otros al contar con pasaporte estadounidense emigraban fácilmente. Así disminuyen los ingresos, la masa laboral y la fuerza profesional.

Poco a poco se fue generando una deficiencia presupuestaria, que se iba cubriendo con préstamos. Pronto el círculo vicioso de pagar viejas deudas adquiriendo otras nuevas atrapó a PR con un espejo de bonos que reflejaban la codicia por su puerto libre. Comenzó el desastre financiero, pero aún el miedo a un “default” (ausencia de pago) no aparecía en los medios.

Para el año 1970, el presupuesto de la nación era de $ 970 millones, mientras que la deuda contraída con empresas privadas era de $ 1,658 millones y su Producto Nacional Bruto (PNB) de $ 4,688 millones.

Luego en 1985, durante la administración de Rafael Hernández Colón, el presupuesto era de $ 7,758millones ; la deuda $ 8,837 millones y el PNB era de $ 15,002 millones . Es decir la deuda aumentó en $7,179 millones.

Se puede denotar que PR iba gastando más de su presupuesto, accediendo a nuevos préstamos, teniendo baja competitividad en parte por la emigración y por la imposición del comercio estadounidense, sumado a un sistema de pensiones deficitario, altos niveles de evasión fiscal y poca transparencia en las estadísticas económicas.

El decrecimiento económico comenzó su caída libre. Por cada dólar que tenía un boricua, comprometía $1.50, es decir el gasto siempre era mayor al ingreso. En el período 2000 a 2007 cada millón de deuda bruta se asociaba a un cambio promedio de $78 mil en el PNB nominal.

En 2013, cuando comenzó a mandar el actual gobernador Alejandro García Padilla, el presupuesto era de sólo $ 28,556 millones, mientras que la deuda alcanzaba los $ 64,957 millones y el PNB de $ 70.740 millones.

Dato: En PR se analiza la deuda bruta con base en el producto nacional y no a producto interno porque éste contiene el nivel de ganancias netas de las corporaciones foráneas que han comprado empresas estatales, carreteras, aeropuertos y servicios. Esto infla equivocadamente el indicador de bienestar social dando una sensación de bonanza que es ficticia.


No puede declararse en banca rota

 

Además de lidiar con el espiral infinito de deudas, el descenso demográfico y el alto índice de desempleo, el estatus subordinado de PR a EE.UU. que dice ser dueño de su territorio pero "se lava las manos" ante la deuda, la aleja de ser una nación soberana para firmar tratados comerciales con otros países o solicitarles ayuda financiera, pero tampoco puede declararse en quiebra (como lo hizo Detroit) por ser un “Estado Libre Asociado” y no una ciudad estadounidense.

Puerto Rico es propiedad estadounidense pero no está integrada a sus leyes como un estado más.

Es decir, es territorio colonizado por EE.UU. pero no forma parte de éste al momento de acceder a un recurso de la legislación federal, como declararse en bancarrota para obtener protección legal ante sus prestamistas, pese a que PR sigue subordinada a las políticas financieras de Washington.

Dato: si PR lleva a cabo su anunciado default en el pago de las deudas, muchos de los acreedores, entre ellos los fondos mutuos estadounidenses, demandarían al Gobierno de San Juan ante los tribunales, "argumentando la inconstitucionalidad de la medida".

Puerto Rico bajo este escenario queda entre la espada y la pared, por no poder asumir decisiones soberanas que solucionen su crisis económica y social actual. Su particular estatus no le permite optar a los fondos de rescate y la excluye del Capítulo 9 del Código de Bancarrota de EE.UU. que asiste a los municipios del país en la reestructuración de sus deudas.

Por lo anterior el monto "impagable" será cada vez mayor. El Gobierno central está obligado, por estipulaciones de su Constitución, a destinar 93 millones de dólares mensualmente para pagar sus bonos por encima de los gastos sociales.

Recortes sociales: el pueblo es quien paga

Las acciones del Gobierno se han concentrado en implantar recortes sociales que afectan a los pobladores, no a las grandes empresas extranjeras que se han posicionado en PR para adueñarse de sus activos "bajo la excusa de generar trabajo en la isla". A éstas no se les aumentan los impuestos ni se contempla que hagan alguna contribución especial para aminorar la deuda pública.

Hasta el momento, García Padilla ha reformado los sistemas de retiro, reducido las nóminas en las empresas estatales, eliminado cargos vacantes, cerrado escuelas, en el “intento fallido” de ahorrar gastos. Sin embargo, esto no resuelve el problema estructural y anuncia otros escenarios más vulnerables.

PR está siguiendo las recomendaciones neoliberales de la economista estadounidense Anne Krueger, quien fue jefa del Banco Mundial entre 1982 y 1986. Entre otras cosas, está el despido masivo de maestros, más clausura de centros educativos (45 por ciento), eliminar el salario mínimo, aumentar el IVA a 16 por ciento, reestructurar a la baja el bono de Navidad y el pago de las horas extras; así como privatizar la electricidad y el transporte, con la eliminación de unas 34 rutas principales que serán sustituidas por empresas privadas.

La corresponsal de teleSUR en Puerto Rico, Perla Franco, explicó cómo la población ha respondido ante las profundas medidas de recortes que seguirán golpeando a los más desposeídos.

Los gestores de 34 fondos de cobertura vínculados al Fondo Monetario Internacional exigen a Puerto Rico que despida maestros, cierre escuelas y reduzca drásticamente la inversión en educación para que la isla pague miles de millones de dólares de su deuda.

En un informe titulado "Para Puerto Rico existe un camino mejor’, se acusa a la isla, donde el 56% de los niños vive en la pobreza, de "invertir demasiado en educación", a pesar de que el Gobierno ya ha cerrado casi cien escuelas en lo que va de año.

Privatizaciones: Puerto Rico como rebanadas de pastel

Los servicios de salud, carreteras, hoteles, aeropuertos, compañías telefónicas y más han sido entregados a consorcios extranjeros.

Durante 1998, en el segundo mandato de Pedro Rosselló, PR vivió una enorme huelga nacional detonada por la intención del Gobierno de vender Telephone Company (PRTC) que formaba parte del patrimonio nacional.

En la conciencia colectiva quedó grabada la manera en que la policía arrastraba a los obreros encadenados que manifestaban en contra de las privatizaciones. Sin embargo, esto no ha impedido que se sigan ofertando los activos de PR como rebanadas de pastel, sin ningún beneficio tangible para la nación.

Todas las administraciones desde los años 90 han optado por la privatización para "intentar obtener capital" y pagar deudas. Pero, los recursos adquiridos se han despilfarrado en un compás en el que la corrupción marca la pauta.

Uno de los sectores más afectados ha sido la salud. La venta de dispensarios y hospitales mermó la prestación de servicios a pacientes de salud mental, adicción y alcoholismo, cuyo tratamiento quedó en manos de proveedores privados con fines de lucro.

Dato: En 1993, durante el mandato de Pedro Rosselló se creó un Comité de Privatización adscrito al Banco Gubernamental de Fomento (BGF) dedicado a identificar propiedades y servicios públicos para venderlos o arrendar.

Actualmente los empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado (CFSE) realizan periódicamente paros, manifestaciones y reclamos públicos contra distintos intentos de privatización. Aún así, para algunos servicios de ambas se han subcontratado proveedores privados.

¿A quién le debe Puerto Rico?

Puerto Rico pasó a empresas estadounidenses (fondos buitre) la deuda que tenía con la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA). El alto costo de las facturas del agua asegura las ganancias a las tres firmas que asumieron el compromiso.

El Estado también debe los llamados Bonos de Obligación General, que son préstamos bancarios amparados constitucionalmente. Pagarlos está por encima del bienestar social debido a lo estipulado legalmente.

También le debe a la compañía financiera CONFINA, así como bonos millonarios de obligación al Sistema de Retiro, al Banco Gubernamental de Fomento y a la Autoridad de Carreteras y Transportación.

"Los fondos buitre" como tal se dedican a buscar bonos y acciones de compañías y países que ellos creen que están bajo presión económica y que tienen un alto riesgo de impago. Muchas veces su intervención agudiza la crisis, como por ejemplo en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) los bonistas podrían pedir como garantía los “activos físicos”, es decir, edificios, plantas, maquinarias y terrenos de la corporación pública, a punto de privatizarse.

El déficit presupuestario actual en PR es de 705 a 740 millones de dólares, pero se estima que en 2016 ascienda a $ 3 mil millones.

Expertos señalan a EE.UU. como responsable principal de la crisis

Para el Dr. Lajos Szaszdi, analista internacional y miembro del Instituto de Relaciones Internacionales de PR, el colapso económico de la isla se debe a que EE.UU. comenzó a retirar los "privilegios" populistas que durante décadas otorgó, los que “disfrazados de ayudas sociales” acostumbraron a la población a no trabajar.

Dato: sólo 40% de la población adulta trabaja o busca empleo

El experto también hace referencia a la alta competitividad de los comercios estadounidenses que no dejan emerger a los locales puertorriqueños como las farmacias que son unas de los mayores generadoras de ingresos, pero van apagándose lentamente.

Otros factores generadores de crisis

Por su parte, el miembro del Partido Independentista de Puerto Rico, Salvador Tió Fernández dijo que existen otros factores como la fuga de cerebros a medida que tantos profesionales se van de la isla, el colapso de la industria inmobiliaria, el alto costo de la energía por problemas en las empresas estatales de generación, que no se atreven a negociar con Petrocaribe. 

Además existe un permanente endeudamiento público y una recesión que se arrastra desde hace más de 20 años, comentó. 

Silencio mediático sobre caso Puerto Rico

Poco después del conocido "golpe blando de la Troika en Grecia, fue que las grandes cadenas de medios de comunicación comenzaron a transmitir la crisis que se vive en Puerto, situación para nada novedosa; que lleva décadas de silencio mediático. 

Un muro comunicacional impuesto desde Estados Unidos ha hecho que muchas personas en el ámbito mundial desconozcan que la "isla del encanto" está subyugada a esta potencia que intenta posicionarse en el mundo como defensora de los Derechos Humanos. 

Paradójicamente EE.UU. celebra su independencia los 4 de julio de cada año, pero muestra oídos sordos al Comité de Descolonización de la ONU y a las cientos de manifestaciones del pueblo boricua que pide a gritos su libre determinación, lo que la ayudaría a salir de su crisis financiera. 

El ganador del Premio Nobel de la Paz 2009, Barack Obama, cuando sale en los medios de comunicación habla de todas las injerencias de su país en otras naciones pero no emite palabra alguna acerca de una situación tan grave y cercana a él como la de PR. 

Es obvio que a EE.UU. no le conviene que exista un descontrol mediático que lo apunte como responsable de la quiebra en la isla, para eso, utiliza sus brazos mercantilistas que se activan como tiburones en un mar depredador que vuelve la información mercancía, sin darle el valor requerido a la verdadera noticia; la que involucra a las masas sociales golpeadas, silenciadas y amenazadas que sólo han tenido voz en países conducidos por gobiernos progresistas.