Añoranza por las lluvias

La provincia de Las Tunas es la más seca de Cuba

El mito fundacional de la ciudad de Las Tunas cuenta que el topónimo se lo agenció el territorio por la costumbre de uno de sus primeros hacendados de regalar a los visitantes ejemplares de la Opuntia dillenii, conocida como Tuna Brava, muy abundante en la comarca.

A pesar de ser una especie exótica, este cactus inmediatamente se adaptó al nuevo ecosistema hasta convertirse en el símbolo de lo que hoy es la provincia de Las Tunas.

La presencia de este ejemplar botánico y su convivencia con otros de similares características, como las acacias, suponen que el clima del territorio se corresponde con el de regiones semiáridas. Sin embargo, esta característica se ha visto acrecentada en los últimos años ante la creciente presión poblacional y agrícola sobre los reservorios de agua y el calentamiento global, lo que ha incrementado el riesgo de sequías y la aparición de evidencias de un irreversible proceso de desertificación.

Los expertos opinan

Como resultado del cambio o la variabilidad climática los especialistas de Las Tunas están registrando variaciones en los patrones lluviosos del territorio. De acuerdo con estudios recientes, progresivamente se ha registrado un fortalecimiento de la dorsal anticiclónica del Atlántico que desfavorece los mecanismos productores de precipitación, sobre todo durante el período estacional lluvioso (mayo- octubre). La posición geográfica de la región oriental, más al este, acentúa este proceso, al mismo tiempo las condiciones climáticas de Las Tunas, dada su extensión superficial y características geográficas (es un territorio muy llano), marcan rasgos de continentalidad, con un sistema de brisas desarrollado.
Está lloviendo, pero fuera de las cuencas hidrográficas, por lo que mucha del agua que cae se escurre o se filtra en la tierra y no se puede aprovechar. Además estamos en presencia de suelos muy secos por lo que se necesitan tres o cuatro días de buenos aguaceros para que se produzca el escurrimiento y el agua llegue a los embalses.


La infraestructura hidráulica está muy deteriorada. La Agricultura y la Empresa Azucarera necesitan invertir en la rehabilitación de sus canales e incorporar tecnologías de riego más eficientes. El acueducto de la provincia está en proceso de reparación, pero se trata de un proyecto costoso y que debe transitar por varias etapas. A ello hay que agregar la falta de conciencia de las personas, indisciplinas tecnológicas y poca objetividad en la planificación del recurso hídrico dentro del plan de la economía, en el que es tan importante como los financieros o los portadores energéticos.

Aunque se ha experimentado con pocos resultados, el ser humano aún no puede controlar el clima. La única opción entonces es adaptarse estableciendo modelos de vida amigables con el medio ambiente, que no contribuyan a la contaminación y acrecienten los procesos de degradación.

¿Se pasearán los camellos por Las Tunas? Quizás la madre natura determine que así será, pero con una actitud responsable hacia lo que nos rodea, podemos contribuir a mitigar estos impactos del cambio climático.

Créditos

Fotografías: Ernesto Peña, José A. Fernández Salazar

Video: TunasVisión

Edición: José A. Fernández Salazar

Web: www.periodico26.cu