Consume semillas, gana vitalidad

De lino, girasol, amapola, chía o sésamo, todas son fuentes naturales de fibra, grasas saludables y antioxidantes

Las semillas aportan a nuestras elaboraciones matices muy diferentes y atractivos (textura, intensidad, sabor, color,...), de ahí que cada vez sea más habitual contar con ellas en nuestra cocina. Pero su verdadera grandeza reside en su alto poder nutritivo y, por tanto, en los múltiples beneficios que aportan a nuestra salud.

Son una fuente excelente de fibra alimentaria, garantizan una adecuada salud de nuestros intestinos de forma natural.

Aportan grasas saludables que ayudan a regular el colesterol en sangre y unos compuestos naturales llamados 'fitoesteroles' que refuerzan el sistema inmune y luchan contra la oxidación celular.

¿Qué es y cómo debemos consumirla?

Esta semilla contiene uno de los porcentajes más altos de ácido graso alfa-linolénico (en torno al 64%), esencial para prevenir las enfermedades del corazón.

Su riqueza en fibra soluble ayuda a regular la flora intestinal, mantiene una adecuada hidratación del colon y otorga sensación de saciedad.

Es un poderoso antioxidante natural, cuyas principales acciones beneficiosas para el organismo son de carácter anticarcinógeno, antiinflamatorio y antivírico.

Aportan vitaminas (A y B) y minerales como el calcio, fósforo, hierro, zinc, magnesio y potasio, entre otros.

Añádela a tus zumos, licuados, batidos y yogures

Una cucharada al día es suficiente  

Lino dorado 

Lino marrón

Las semillas de lino o linaza contienen 'lignanos', unas sustancias naturales que ayudan a combatir los efectos negativos de los radicales libres. Su consumo regular puede prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer, como el de mama, próstata y colon.

Regulan los niveles de colesterol en sangre gracias a su contenido en ácidos grasos Omega-3 y Omega-6. 

Podemos consumirlas enteras o trituradas, añadiéndolas a nuestros zumos, ensaladas, sopas, yogures y salsas.

Con la harina de lino podemos hacer bizcochos, panes y galletas (dulces y saladas) 

Semillas de amapola

Propiedades y aplicaciones culinarias

Además de vitaminas de grupo B, fósforo, magnesio y fibra dietética, las semillas de amapola destacan por su alto contenido en calcio (1438 mg/100 gramos), hecho que las convierte en un gran aliado para prevenir la aparición de osteoporosis.

Principalmente, se emplean para elaborar panes y pasteles pues, además de ser sabrosas, son ideales para decorar.

Gracias a su riqueza en vitaminas C y E, refuerzan  las defensas de forma natural.

Tuéstalas y añádelas a tus ensaladas

 Les darás un toque crujiente, aromático y sabroso

Sésamo

Las semillas de sésamo son una fuente proteica de excelente calidad. Se aconseja su consumo durante el embarazo y la menopausia gracias a su considerable contenido en calcio.

Su considerable aporte de triptófano (aminoácido precursor de la serotonina), ayuda a gestionar las situaciones de estrés, ansiedad, insomnio, depresión y falta de energía.

El aceite elaborado con estas semillas reduce la presión arterial y contribuye positivamente en la regulación de los niveles de glucosa en sangre. 

 Hummus: puré de garbanzos elaborado con pasta de sésamo (tahini), zumo de limón, ajo, aceite de oliva, sal, comino y pimentón dulce.

Pipas o semillas de girasol

Son indispensables en las dietas de los deportistas, pues su aporte de magnesio y potasio mejora el rendimiento físico y previene la aparición de lesiones.

Especialmente ricas en calcio, son un sustituto ideal de la leche. Están especialmente indicadas para niños, embarazadas y personas con descalcificación ósea u osteoporosis.

Presentan ácidos grasos de alta calidad que ayudan a prevenir problemas circulatorios.

Son también muy ricas en vitamina E, por lo que se recomienda su consumo si queremos mejorar el estado general de nuestra piel y potenciar nuestra fertilidad.