El 19 de diciembre de 1986 un grito de silencio estremeció al país para reclamar el asesinato de don Guillermo Cano dos días antes, el 17, cuando recibió cuatro disparos.
Cano fue el séptimo y último reportero asesinado ese año; su crimen lo perpetraron hombres de Pablo Escobar
Fueron dos marchas y un día de silencio, las armas del pueblo y de los medios de comunicación para decir no más al terror en Colombia
El 18 de diciembre a las 11 de la noche los directores de RCN y Caracol, Juan Gossaín y Yamit Amat, coordinaron una programación especial que se extendió por las 485 estaciones del país.
Los únicos canales de televisión de la época, Cadena Uno y Cadena Dos, emitieron la última entrevista de Guillermo Cano en la que reconoció que salía todos los días de El Espectador y no sabía qué le podía pasar.
Fueron 24 horas en las que no hubo noticias, música, imágenes, páginas con olor a tinta, ni salas de cine. Afuera miles de personas protestaban
Para Juan Gossaín el día del silencio es el despertar de los reporteros ante la amenaza del narcotráfico
Ese día no hubo colores políticos, ni intereses económicos y mucho menos diferencias entre las casas periodísticas; el 19 de diciembre de 1986 Colombia gritó herida por no haber actuado a tiempo
Aunque la criminalidad ya no es descaradamente pública y su letalidad sigue siendo silenciosa, los periodistas coincidieron en que hoy priman más los intereses por el poder, que el afán y el gusto por servir a la comunidad
Con esta situación Colombia aprendió que la criminalidad se combate desde la unión de su gente y que la dignidad no se vende
Fotos Colprensa, hemeroteca del Banco de la República y del diario El Espectador
