SIN APOYO, ATLETAS BOLIVIANOS DEMOSTRARON QUE VALEN MÁS QUE UNA MEDALLA 

    

Tras la finalización de la XI versión de los Juegos Suramericanos Cocha 2018 es hora de hacer algunas evaluaciones en torno a los resultados que dejó este evento deportivo para el atletismo boliviano.

Fuera de las valoraciones cuantitativas, que para muchos es el marco objetivo para analizar cómo le fue a Bolivia en los Suramericanos, ANF decidió evaluar cualitativamente el desempeño de los atletas nacionales, quienes fuera de haber obtenido medallas demostraron tesón y entrega pese a la falta de apoyo.

Estudios, trabajo y familias fueron aspectos que tuvieron que ser momentáneamente relegados a segunda orden, ya que la mayor parte de los atletas que vistieron los colores de Bolivia —quienes no se dedican exclusivamente al atletismo y deben optar por otra actividades para vivir—, encararon una misión que en muchos casos culminó con la adquisición de una medalla.

A continuación la presentamos la historia de algunos de ellos y ellas.

EVER QUISBERT
Disciplina: Boxeo
Medalla que obtuvo: Plata

Foto: @ deportetotal_bo 

Bastó ver Ever Quisbert, de 29 años de edad, enfrentarse al colombiano Camilo Salcedo en la final de la disciplina del boxeo, categoría súper pesado (+91 kilogramos), para darnos cuenta que cuando queremos los boliviano estamos hechos para luchar por cosas grandes.

Así lo demostró el joven púgil paceño que dejó en el camino a muchos rivales y se fue en busca de la medalla de oro para el país, sin embargo, obtuvo la presea plateada que no puede ser considerada menos que el oro tomando en cuenta el potencial de Ever y las condiciones en las que llegó a la competición.

El deportista, a quien apodan "El Tanque", contó que hace tres años que se dedica al deporte de los puños. Dedicarse a esta disciplina no fue fácil porque tuvo que sacarle más horas al día para así lograr entrenar, trabajar y estudiar.

"Soy arquitecto y trabajo en una empresa constructora. También estudio derecho en la Universidad Tecnológica Boliviana (UTB). Dedicarme a es muy difícil debo levantarme temprano, trabajar, estudiar y por las noches dedicarme a entrenar en un gimnasio de Sopocachi". 

Ever contó que para encarar los Suramericanos tuvo que viajar por tres meses a la Cochabamba, ciudad en donde recorrió distintos escenarios para entrenar. Sin muchos recursos, dado que no recibió nada a diferencia de los deportistas de otros departamentos, tuvo que arreglárselas para seguir preparándose.

En ese tiempo el deportista recibió escasa ayuda de parte de las autoridades gubernamentales, quienes si habrían comprometido respaldo. Tampoco tuvo apoyo de su federación porque, según el boxeador, esta no cuenta con los recursos necesarios para solventar los gastos de sus afiliados.

Tuve que usar dinero de mis ahorros para seguir adelante. En ese tiempo también abandoné los estudios y mi trabajo para dedicarme exclusivamente a entrenar y el esfuerzo valió la pena".

EL DINERO QUE LOGRÉ LO INVERTIRÉ EN MI PREPARACIÓN

Los $us 20.000 no caerán nada mal a Ever quien ya tiene decidido el destino de este dinero.

“Lo voy a destinar a pagar mis entrenamientos y suplementos alimenticios para representar mejor al país. El colombiano con el que hemos peleado en la final es de nivel mundial y se dedica solamente a entrenar, pero le hemos hecho frente y no hubo miedo”.

Para Ever buena parte de la inversión que se hizo durante el entrenamiento podrá ser recuperado con el premio económico, pero solicitó que la ayuda para él y sus compañeros de las demás disciplinas no quede solamente en eso porque las competiciones no concluyen con los Juegos Sudamericanos.

"Yo me siento muy feliz y he podido demostrar a la gente que esto no es imposible. Muchos ponen de excusa su trabajo, pero todo se puede con una buena planificación. Esto solo es el principio porque seguiremos peleando para obtener más logros para el país".

VIDAL BASCO
Disciplina: Atletismo 5.000 metros
Medalla que obtuvo: Plata

Foto: @ deportetotal_bo 

Vidal Basco es un joven humilde y lleno de fe. Así se mostró en frente de las cámaras y micrófonos que lo "acorralaron" tras obtener la medalla de plata para el país en la prueba de los 5.000 metros pista en los XI Juegos Suramericanos.

El atleta orureño de 22 años nos contó un poco sobre su vida fuera de las pistas de carrera. Él contrajo nupcias recientemente con una mujer a la que le agradece por todo el apoyo y compresión que recibe, Vidal espera con mucha ilusión que la construcción de su casa esté finalmente construida.

“Construyo mi casita en Oruro y los fines de semana me dedico a compartir con mi familia y la de mi esposa. Todos los domingos también voy a la iglesia y ese día completamente está dedicado a Dios y no entreno”.

Su pasión por el atletismo nació en su época colegial gracias al impulso que le dio su profesor de educación física para representar a su colegio en los Juegos Estudiantiles Plurinacionales en 2011. Finalmente en 2013 consolidó un anhelo personal: ser un atleta de alto rendimiento.

“A partir del 2013 comencé a participar de las carrera 10K Presidente Evo Morales. En la primera carrera logré ganar el primer puesto y con el dinero del premio me dediqué a entrenar plenamente y a participar en las demás competiciones”.

Vidal fue franco al advertir que si no continuó con sus estudios superiores fue porque decidió ser atleta y dedicarle alma, vida y corazón a esa carrera. Los logros a dicho empeño llegaron con el tiempo como aquella medalla de plata que obtuvo en Campeonato Panamericano Juvenil en Edmonton-Canadá 2015.

El dinero que lograba a través de las carreras pedestres organizadas por el Gobierno le permitió solventar sus gastos personales y de preparación, así como el pago a su entrenadora personal.

Tras años de preparación Vidal supo de la realización de los Juegos Suramericanos en Bolivia y del premio económico que ofreció el presidente Evo Morales a los atletas nacionales que obtuvieran medallas en dicho evento deportivo.

“Esa fue una de mis principales metas, pero no por ser ambicioso, sino porque sabía que ese dinero me serviría para seguir entrenando y usarlo en otros gastos como para terminar de construir mi casita”.

No hubo apoyo desde el gobierno central

Para Vidal el trabajo específico para llegar a los Suramericanos inició desde principios de año. Sabía que se mediría con atletas de élite de otros países y que nada debía ser tomado al azar. Sin embargo, se topó con una realidad poco alentadora, pero no extraña en el país: la falta de apoyo.

“Antes de la competencia no hubo ningún tipo de apoyo económico. Solo recibí respaldo de la gobernación de Oruro con el programa Alto Rendimiento. Gracias a ese apoyo llegue a estos juegos porque pagaron los pasajes, hospedaje y alimentación, así como para otras competencias de clasificación en el país”.

El dinero de la medalla será para concluir mi casa y comprar zapatillas para competir

Dentro de poco, la medalla de plata que obtuvo Vidal se convertirá en un premio de $us 20.000. Mucho o poco, lo cierto es que este dinero será vital para el joven atleta que nos comentó que lo dividirá para invertirlo en distintas cosas.

En las prioridades está acabar la construcción de su casa y mandar a comprar del exterior zapatillas especiales y equipo para seguir compitiendo.

“Voy a comprar zapatillas de Estados Unidos a través de un amigo que vive allá y que me manda. Anteriormente ya me había mandado y los compré con el dinero que gané en las carreras 10K. No se puede correr con cualquier zapatilla, deben ser especiales y deben ser cambiado casi cada 3 meses porque se gastan durante los entrenamientos”.

Vidal señaló que si bien el Ministerio de Deportes le hizo la entrega de un buzo deportivo y otras prendas, estos no aportaron mucho y optó por usar sus propias indumentarias para competir.

“Me han dado una malla y un short para correr. Este último era largo como para los jugadores de fútbol y no me servía para la carrera. Por eso corrí con la indumentaria que me hice traer de Estados Unidos”.

Ahora en la mente del atleta orureño surge un nuevo anhelo: clasificar por mérito propio a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, sueño que no está muy lejos tomando en cuenta sus condiciones que espera mejorar en los siguientes años.

“El sueño es los Juegos Olímpicos, pero en ese proceso seguiré corriendo en otras competiciones como los Sudamericanos Junior que se efectuará en octubre de este año y los Juegos Panamericano del 2019. El objetivo es reunir más medallas y representar de la mejor manera a mi país”.

SELECCIÓN FEMENINA DE BÁSQUET

Foto: Los Tiempos

La selección femenina de básquet de Bolivia ocupó las portadas de varios suplementos deportivos del país durante los Juegos Suramericanos. Y no era para menos, pues este equipo logró ganar la presea de plata, algo que no se había logrado hace 40 años en esta disciplina.

Sin duda, fue un logro que despertó la algarabía de las 12 jugadoras y del equipo técnico que estuvo mando del profesor Sandro Patiño, pues según Romina Rodríguez, capitana del equipo, se trató de una victoria que para las jugadoras va más allá del dinero y las medallas.

"Fue demostrarnos a nosotras mismas y mostrar a la gente que si podemos si creemos en nosotros mismos y en nuestro potencial".

Romina, una joven orureña de 26 años que decidió continuar sus estudios universitarios en la ciudad de Cochabamba y formar parte de la selección de básquet femenino, relató que todas las jugadoras del equipo debieron rezagar sus estudios escolares y universitarios para priorizar el entrenamiento previo a la competición.

Muchas de las chicas tuvieron que dejar sus estudios. Yo particularmente dejé el primer semestre de este año para dedicarme exclusivamente a entrenar. Lo hacíamos a doble turno todo el equipo y las universidades no entienden por eso no nos dan los permisos necesarios”.

NECESIDADES DURANTE EL ENTRENAMIENTO

Debido a una serie de inconvenientes la selección boliviana de básquet, que ya había logrado la medalla de bronce en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017, solo entrenó como equipo por dos semanas y media antes de iniciar su participación en los Suramericanos.

En ese lapso, algunas de las compañeras de Romina tuvieron que alojar a varias chicas del equipo en sus casas, dado que no tenían el apoyo económico de su federación ni del Gobierno para pagar su estadía en algún hotel o pagar los costos de alimentación.

“Yo que había alquilado un cuarto en Cochabamba alojé a otra compañera de equipo que vino de otro departamento. Así como otra que tuvo que dar techo a otras tres compañeras porque no tuvimos el apoyo de nuestra federación ni del Ministerio de Deportes”.

Si bien ingresaron a la Villa Sudamericana —edificaciones que alojaron a las distintas delegaciones durante el desarrollo de los Sudamericanos—, el 24 de mayo, el equipo de básquet necesitaba concentrar mucho antes para entrenar, etapa que no contó con el respaldo de ninguna entidad.

Tampoco teníamos mucho dinero para transporte porque debíamos ir al coliseo de Quillacollo, pero gracias a los vehículos de familiares de las chicas y del entrenador llegábamos. A él nadie le paga por entrenarnos e incluso le descontaron de su trabajo por ir con nosotras a Colombia para participar de los Bolivarianos”.

¿FALTA DE APOYO? NO ES NOVEDAD PARA NOSOTRAS

Para Romina y sus compañeras de equipo, la falta de apoyo no es novedad. Fue algo que ya habían vivido en el pasado y que gracias a sus familias persistieron hasta lograr los distintos triunfos que lograron como equipo.

La familia ha sido el apoyo y otras chicas que ya son profesionales han sabido mantenerse ante la ausencia del respaldo. Así, siempre unidas y con la ilusión de lograr algo seguimos peleando. Con ocho días de preparación en los Juegos Bolivarianos había logrado bronce y sabíamos que en los Suramericanos no iba a ser diferente”.

NO NOS PARECE JUSTO QUE EL PREMIO ECONóMICO SEA GENERAL

Romina comentó que separando cualquier interés de ambición, el premio económico que prometió el Gobierno —$us 20.000 por haber obtenido plata—, será un aliciente más para ellas, aunque también reconoció que no cubrirá toda la inversión que hicieron para la obtención de la medalla.

Sin embargo, expresó su preocupación por que ella y sus compañeras no tienen conocimiento de que el premio será personal o por equipo.

ANF tuvo la oportunidad de consultar sobre este tema con el departamento de comunicación del Ministerio de Deportes, instancia que aclaró que el premio sería general en caso de tratarse de equipos.

Ante aquella información, Romina manifestó su desacuerdo dado que no ve justo que los atletas en deportes individuales logren tener el premio económico en su integridad y los equipos tengan que repartirse el monto entre sus componentes.

“No nos parece justo porque muchos deportistas hemos dejado muchas cosas por representar bien al país, no solo ir a ponerse la camiseta y jugar a nada. Nosotras tuvimos que prepararnos más porque es una disciplina en conjunto y todas dependemos de una y una de todas”.

Finalmente, Romina dejó de lado todas las cosas negativas y destacó la entrega de sus compañeras y del equipo técnico, “para la obtención de algo histórico para el país tomando en cuenta que no se había logrado hace 40 años una medalla en esta disciplina”.

“Ha sido maravilloso recibir esa medalla en tú país. El público estaba feliz por nosotras, hemos llenado el coliseo, también estuvieron nuestros familiares. Vivir este sentimiento en tu tierra es algo que no tiene precio”.

MILTON CAYOJA
Disciplina: Pelota vasca
Medalla que obtuvo: Oro

Foto:  cochabamba2018.bo

Milton Cayoja es un ganador en todos los sentidos. Llegó desde Quillacollo y se convirtió en una de las figuras del equipo boliviano en los XI Juegos Suramericanos Cocha 2018.

Pese a tener una lesión muy seria en una de sus rodillas, el pelotari boliviano decidió disputar la final en la disciplina de pelota vasca, modalidad mano individual frontón, y así ganar la cuarta medalla dorada para Bolivia.

"Un día antes de jugar la final jugué con el mismo rival y me lastimé la rodilla. Estuve con fisioterapia en la noche hasta la mañana del viernes, Me indicaron que el ligamento interno de mi rodilla estaba inflamada y que debía reposar. No me quisieron dejar jugar, pero no lo permití y soportamos el dolor hasta el final".

Durante el acto de premiación pareció que el dolor del joven de 21 años, apodado cariñosamente como "garrincha", se aminoró no solo por la atención médica que recibió, sino por la emoción que sintió mientras recibía la medalla en medio de aplausos y gritos de su familia.

Una buena parte de las personas que supo del logro de Milton expresó su sorpresa, pero no tanto por la medalla sino por la disciplina en la que se obtuvo. Y es que el oro fue para Milton una especie de carta de presentación para demostrar que de fútbol no puede vivir el boliviano.

“Todo comenzó por mi gusto a la k'atcha o pelota de mano a los 10 años de edad. Ya a mis 16 años conocí la pelota vasca y comencé a internacionalizarme en competencias desde esa edad. Hoy gracias a Dios hoy tenemos canchas oficiales para practicar algo que no es muy conocido”.

Como muchos de los atletas del equipo de Bolivia, Milton no recibió un apoyo económico de parte de las autoridades gubernamentales. Dichos gastos tuvieron que salir de su propio bolsillo, dinero que obtuvo trabajando medio tiempo con su vehículo de transporte público en Cochabamba.

Durante los seis meses de entrenamiento previos al certamen el joven pelotari no dejó de trabajar para mantenerse. Eso sí tuvo que organizar de la mejor manera sus horarios. Por las mañanas debía recorrer por varias partes de la ciudad transportando a la gente y por las tardes dedicarse plenamente al entrenamiento.

“Nos dimos modos para hacerlo porque no existen canchas reglamentarias para pelota vasca. Pese a eso nos adecuamos porque ya teníamos experiencia sobre el pique de la pelota y su trayectoria. En las canchas de los Suramericanos solo pudimos entrenar por algunos días”.

Nada de apoyo, todo de nuestro bolsillo

Debido a la falta de apoyo de las autoridades, Milton tuvo que recurrir equipos (pelotas y otros) que usa desde el 2017 y a la vez tratar de conseguir otros materiales para proteger la mano que esencialmente se utiliza para golpear la pelota en una de las modalidades de este deporte.

“Los equipos deben ser importados porque no hay en Bolivia, solo en España y otras partes de Europa. Ojalá se nos dote de estos materiales porque en octubre vamos a competir en un evento en Barcelona y tenemos que seguir entrenando”.

De tener un contacto con el presidente Evo Morales, Milton dijo que no dudaría en solicitarle la construcción de más escenarios deportivos reglamentarios para pelota vasca, ya que él ve mucho potencial en el país.

“Hay muchos pelotaris en Santa Cruz, Potosí, Sucre y otras ciudades. Toda la infraestructura que se deja con los Sudamericanos es bueno, pero también sería lindo implementarlos en otros lugares para su práctica y difusión".

“Aún no sé a qué voy a destinar el dinero que me darán”

Milton todavía no pensó en que gastará los $us 30.000 dólares que le otorgarán por haber obtenido la medalla de oro. Sin embargo, reconoce que las necesidades para desarrollar sus entrenamientos son muchas, por lo que está seguro de que buena parte del montó se irá a ese tema.

ALDO GONZÁLES
Disciplina: Lanzamiento de bala
Medalla que obtuvo: Plata

Al ver la contextura musculosa del cruceño Aldo Gonzales uno pensaría que se trata de un deportista que se dedica al levantamiento de pesas. Sin embargo nuestro concepto no es tan errado porque si se trata de un atleta, pero que se especializa en la disciplina del lanzamiento de bala.

"Yo soy una persona común y corriente. Tengo que trabajar todos los días para mantener mis gastos en el deporte que practico y a mi familia. Como cualquier hombre sencillo paso tiempo en mi casa cuando no entreno y descanso lo más que se pueda".

Aldo, de 33 años y oriundo de la localidad de Montero, es otra de las pruebas de que con constancia, empeño y orden se pueden lograr muchos objetivos en el atletismo. Él también fue portada de muchos portales que destacaron su desempeño para alcanzar la medalla de plata para el país, precisamente en lanzamiento de bala.

Padre de dos hijas, Aldo relató que trabaja por las noches a una fábrica de hielo y refrigeración, y que por las tardes asume la faceta de entrenador de chicos de colegios que buscan prepararse en esta disciplina que él practica hace mucho tiempo. Las mañanas son dedicadas exclusivamente a su entrenamiento.

Para los Suramericanos no pude dejar mi trabajo. Es difícil porque debo sostener a mi familia y mi preparación. Todo tuvo que ser a medias. Es lamentable porque en mi posición un atleta tiene que entrenar seis horas y luego no puede recuperarse del todo para ir a su trabajo de ocho horas”.

Para Aldo todo comenzó a los 15 años de edad. Su contextura le permitió iniciar con los deportes que involucraran fuerza. Gracias a la colaboración de Humberto Betancourt, un entrenador cubano “que trabajó por convicción antes por interés”, es que él llega a formarse en el lanzamiento de bala y participar en eventos internacionales con excelentes resultados.

“La vez que participé en los Juegos Sudamericanos en Chile obtuve medalla de bronce. Luego puse mi meta en Cocha 2018. Fueron cuatro años de entrenamiento constante y desde enero comencé la preparación específica”.

BECAS SUSPENDIDAS Y SIN APOYO

Aldo recordó que en años anteriores el Ministerio de Deportes impulsó algunas becas para los atletas que comenzaron bien, pero que sin aviso se suspendieron dejando a los beneficiarios sin ningún tipo de ayuda económica o logística.

“Así se resume la poca ayuda que tuvimos del Gobierno. Más bien, faltando algunos meses para el inicio de los Suramericanos una empresa pequeña de nutrición se enteró de mi entrenamiento y comenzó a apoyarme con los suplementos alimenticios, los suplementos que el Gobierno nos prometió nunca llegaron”.

A la ayuda de aquella empresa se sumó Patra Bolivia, negocio dedicado a la confección de ropa deportiva que colaboró a Aldo con la indumentaria necesaria para su participación en las competiciones.

“Juan Carlos 'Chavo' Salvatierra también dio un donativo económico para mi persona y otras personas de buen corazón. Todo ha sido una ayuda particular, ni hablar del Gobierno. Mi federación tampoco porque ellos no generan recursos propios, eso sí me han ayudado en otras cosas”.

El dinero de la medalla la usaré para pagar deudas

Aldo reconoció que el premio económico que obtendrá por la medalla de plata que consiguió será un punto a favor del Gobierno, dado que los $us 20.000 le servirán para pagar deudas que contrajo para desarrollar su entrenamiento.

“Son deudas que tengo que cancelar porque las vengo arrastrando desde los anteriores Juegos Suramericanos. Con el resto buscaré equiparme para mis entrenamientos y así llegar de la mejor manera a Tokio 2020”.

Ese es precisamente el sueño de Aldo, lograr una presea para Bolivia en la próxima cita olímpica. Aunque también sabe que ello no solo dependerá plenamente de él, sino que necesitará contar con apoyo económico que espera encontrar en el tiempo futuro.