El Socorro: un barrio que le aporta a la cultura, la tradición y el folclor            

Realizado por:

Josellyn Padilla Pérez
Nelly Romero Cabarcas
María Isabel Sepúlveda Triviño



Se avecina el mes de noviembre. El mes más colorido en La Heroica, la fantástica Cartagena de Indias. En sus rincones coloniales pasean nativos y turistas, los vendedores ambulantes gritan a viva voz las máscaras, pelucas, espumas y buscapiés, y como si fuera poco, en los barrios populares de la ciudad se vive un derroche de alegría, retumban los sonidos de las emisoras, como anunciando el jolgorio que está a punto de comenzar.

Noviembre en Cartagena no sólo se vive entre playa, muralla y turistas. Ni entre alegría, cocada y caballito. Se vive diferente; entre la maicena y el buscapié,  la máscara y la espuma; el mapalé y la champeta; la maraca y el acordeón, un derroche de cultura, tradición y folclor.


¡Luces, cámara y acción!

Como una película que se filma, así se ve a Cartagena por esos días; asediada de flashes, personalidades de la farándula nacional, periodistas y de 53 hermosas mujeres aspirantes al título de belleza; 23 a Señorita Colombia y 30 a reina de la Independencia.

Son las 3 de la tarde. En el barrio El Socorro de Cartagena de Indias, a 40 minutos del Centro Histórico, las playas, las murallas, los turistas, Krizantho García, Ariel Ramos, Edwin Mestre, Lisbeth Sánchez, Claudia Herrera, Nohora Castro y Héctor Rocha, integrantes del Comité Cultural de El Socorro (COCULSO), buscan gestionar los recursos para realizar la versión número veinticuatro del Festival de Gaitas "Un canto a la vida, un canto a la paz".

Y como conectados por telepatía el uno con el otro, recurren a sus agendas telefónicas para ponerse en contacto con las mejores agrupaciones y gaiteros del momento; de esos que ponen a bailar a más de uno hasta al amanecer.

Hacen una selección de nombres y comienzan a llamar. Algunos números de teléfono están fuera de servicio, otros apagados, otros equivocados, y la esperanza, al parecer, comienza a resquebrarse, pero está ahí; intacta. Pues es lo último que se pierde.

Más tarde, como era de esperarse, una luz apareció. Por fin uno de los tantos números al que el Comité Cultural llamó, contestó, y fue posible confirmar a Sixto “Paíto” Silgado a la XXIV Festival de Gaitas del Socorro.

“El Comité Cultural del Socorro lo conformamos un 18 de julio de 1981. Éramos muy jóvenes en la época y queríamos liderar distintos espacios en nuestro barrio, desarrollar actividades socio-culturales; de teatro, danza, títeres, y en el que todos los habitantes se pudieran vincular activamente. Y fue en 1990 que tuvimos nuestro primer Festival de Gaitas.” Dijo Krizantho García, representante del Comité Cultural.

Hoy por hoy el Festival de Gaitas de El Socorro cuenta con un reconocimiento a nivel de ciudad gracias al esfuerzo y empeño de sus organizadores que le ponen el alma y le meten el hombro a cada gestión y a la participación de reconocidas agrupaciones y gaiteros de Cartagena, el departamento y otras regiones de la Costa Atlántica.

"En el Festival de Gaitas hemos contado con la participación de Gaita Son, Cartagena Chango, Cartagena Negra, Son Cumbayé, Catalino Parra, Fernando Mosquera, el Mono Berthel, Juan de Dios Narváez, Encarnación Tovar, grupos de gaitas de universidades y centros educativos, entre otros." Continuó García.


Las personalidades que han participado en el festival no sólo cuentan con reconocimiento a nivel musical, sino que han sido precursores de la cultura en nuestro país, buscando la revitalización de las tradiciones que poco a poco se han ido perdiendo en la ciudad, sembrando de esta manera en las nuevas generaciones la preocupación por conocer y ser partícipes de estos escenarios del que nuestros antepasados nos han hechos coherederos.

Anualmente, El Socorro es protagonista de un concurrido evento en el que los tambores, las maracas, un silbido leve que sale por los poros de la gaita, una voz sin igual y un vaivén de caderas enmarcan las celebraciones de veinticinco años como uno de los acontecimientos de mayor significado folclórico en Cartagena.

"Las últimas versiones del festival la hemos trasladado a otros lugares de la ciudad, esto con el objetivo de mostrar la riqueza de nuestra cultura y hacer partícipe a toda la comunidad cartagenera." Expresó García.


Y así se vive en noviembre en Cartagena. No sólo entre playa, muralla y turistas, ni entre alegría, cocada, y caballito. Se vive en algo más que eso: belleza, derroche y jolgorio; cultura, tradición y folclor.

El Socorro ya no puede ser visto sólo como un simple barrio. Debe ser admirado por aportarle tanto a una tradición perenne, a la que año tras año se suman hombres, mujeres y niños con el deseo de preservar algo tan propio como el nombre que le dieron al nacer: una cultura con identidad.