LA CRISIS DEL PERIODISMO DEPORTIVO EN ESPAÑA

Marco A. González Pousada

EL PERIODISMO DEPORTIVO
Concepto, Historia y Orígenes


El Periodismo deportivo es una de las distintas modalidades que incluye la profesión. Concretamente, informa sobre temas relacionados con el deporte y todo tipo de eventos deportivos de interés público, para que todas las personas puedan estar informadas sobre todo lo acontecido en el mundo del deporte, tanto a nivel nacional como internacional. Hoy en día se ha constituido como una sección destacada en muchos de los medios de información de actualidad, o incluso como el tema principal en torno al cual gira el propio periódico. Por ello, existen asociaciones de periodistas deportivos a nivel no sólo nacional o internacional sino también regional. Estos gremios se dedican a la cualificación del oficio, es decir, a un compromiso con el rigor periodístico deportivo en este caso. 

Los periódicos de información deportiva que más destacan en Europa son, entre otros, L´Équipe (Francia), La Gazzetta dello Sport (Italia), Marca y As (España), La Gazeta Sporturilor (Rumanía),y Sporting Life (Gran Bretaña). En cuanto a Estados Unidos, destacan como emisoras Sports Illustrated y Sporting News, mientras que el canal de televisión deportivo más influyente es ESPN.

Haciendo referencia a los primeros registros periodísticos deportivos de la historia, hay que destacar que fue el crecimiento exponencial de los eventos deportivos, principalmente relacionados con el fútbol y con los Juegos Olímpicos, y la vinculación de estos con los medios de comunicación desde finales del siglo XIX hasta principios del XXI, los que han hecho posible que los pioneros del periodismo comenzasen a transmitir esas informaciones, primero basándose en el sentimiento del propio oficio para, con el tiempo, incluir en sus trabajos un rigor periodístico acorde a la evolución de los procesos de información.

Los primeros registros consistían en meras crónicas de los hechos deportivos que acontecían. Aparecen por primera vez en Roma y se inmiscuyen en el campo de la ciencia médica más que en el deporte. En este campo, destacaba Galeno por aquel entonces, conocido como el más afamado médico de la civilización romana y nombrado médico de la escuela de Gladiadores en Pérgamo. Es en el año 158 cuando su vínculo con el deporte comienza a coger forma. Su principal preocupación era poder sanar las heridas y lesiones que sufrían los luchadores en la práctica cotidiana de ese deporte extremo. Galeno era el encargado de mantener bien físicamente a los gladiadores, así como prevenir y curar las posibles lesiones que fuesen teniendo lugar por aquel entonces ("mens sana in corpore sano").

Tesalio, uno de los hombres más cercanos a Galeno, fue quien plasmaba en una gaceta una especie de bitácora que Galeno daba a los gladiadores en la cual describía cómo debían ser curadas las heridas y las lesiones derivadas de las mismas. Esto repercutió directamente a nivel social, pues muchos entrenadores y apostadores de la época tenían la oportunidad de conocer el grado de la lesión de su gladiador. Así, unos graduaban el tiempo de recuperación de los profesionales mientras otros controlaban el sector de las apuestas. De este modo, Galeno podía realizar diagnósticos con mayor facilidad sobre tiempo que permanecerían lesionados los protagonistas de la arena.

Todo lo que ocurre alrededor de los eventos deportivos en todo el planeta no pasa desapercibido, pues la información está globalizada ya, de forma simultánea, en cualquier parte del mundo, a cada hora, minuto y segundo del día. La clave para distinguir lo que es periodismo deportivo y lo que no está en cómo son relatados los hechos, en si contienen el rigor científico necesario que la noticia requiere para ser contada.

Partiendo de esta base, podemos afirmar que fue en los Juegos Olímpicos de Atenas de 1896 cuando, por primera vez, los periodistas deportivos trataron con pasión y con el rigor necesario todos los acontecimientos que se iban sucediendo en el evento de forma simultánea. Al ser así, esos pioneros del periodismo estaban obligados a ser más escrupulosos y cuidadosos con la información, jerarquizando y analizando los acontecimientos de forma más detallada y con una calidad mayor, destacando una mayor información sobre los ganadores de cada disciplina. Esos periodistas se dedicaban a transmitir la información deportiva sin ningún tipo de presión, de forma independiente y de forma objetiva, pues apenas conocían a los protagonistas de la acción.

El resurgimiento de los Juegos Olímpicos se apoyó en la idea de que un acontecimiento deportivo internacional fomentaría la cooperación de todos los países y la consecución de la paz mundial. Esta hazaña fue llevada a cabo por el barón de Coubertin, y, a día de hoy, puede considerarse como la base sobre la que se configuró el deporte moderno, también conocido como deporte de masas. 

Cada disciplina deportiva se convirtió en espectáculo de masas, lo cual se reflejó rápidamente en los medios de comunicación del momento, que comenzaron a dedicar un espacio mucho mayor al deporte. De hecho, empezaron a surgir publicaciones especializadas, donde, en un comienzo, los emisores de la información eran directamente los deportistas. Fue ya en los Juegos Olímpicos de 1896 donde, entre los más de setenta mil espectadores que asistieron a los distintos espectáculos, se hallaban corresponsales de distintos diarios del mundo. Entre ellos destacaban los profesionales del periódico parisino Le Figaro y el londinense The Times, donde se publicaban las primeras crónicas acerca de los resultados que iban obteniendo los distintos competidores.

Sin embargo, con el paso de las décadas y con el aumento exacerbado de difusión de acontecimientos deportivos se ha ido perdiendo esa esencia de los pioneros del sector. El periodismo deportivo no ha sabido soportar el crecimiento económico exponencial de disciplinas como el fútbol o el baloncesto, y se ha "olvidado" de ese rigor periodístico necesario que requieren las noticias para ser contadas, sean deportivas o no. En un principio, pasó a contarse cosas relacionadas con cada deporte menos relevantes, como por ejemplo los contratos que tenían jugadores y atletas entre otros, pero, con el paso del tiempo, se ha comenzado a vincular con cuestiones extradeportivas, meras curiosidades y cotilleos sobre los propios profesionales y distintas figuras del deporte. 

Este fenómeno ha provocado que muchos deportistas acaben convirtiéndose en auténticas celebrities para la opinión pública, por lo que acaparan una gran atención en los distintos medios de comunicación. Hoy en día, a los aficionados al deporte ya no les interesa sólo lo que ocurre dentro del terreno de juego en la disciplina que sea, sino que también quieren saber lo que sucede fuera, es decir, las cuestiones comerciales, romances, cotilleos personales y demás asuntos que envuelven a los deportistas. 

El periodismo deportivo está sometido a lo que el receptor ansía, por lo que este tipo de noticias ha de ser cubierto también, pero, eso sí, con la misma calidad e instantaneidad que se le otorgan a las del otro tipo. De no ser así, se puede caer en el sensacionalismo y la búsqueda del titular más valioso a través del morbo, pudiendo llegar a traspasar límites y barreras que atenten contra la intimidad de los deportistas.

EL PERIODISMO DEPORTIVO 
EN ESPAÑA
La crisis del periodismo deportivo


Centrándonos en el periodismo deportivo nacional, hay que decir que en España el deporte es tratado como un espectáculo y consumo de masas. Por un lado, es un gran producto de consumo debido a que supone un beneficio económico, es comercialmente atractivo y tiene capacidad para competir solventemente en el mercado. Por otro lado, el deporte también está considerado como uno de los mayores espectáculos de la actualidad, por lo que los medios especializados en el sector resultan asequibles y económicos para el receptor cuando éste quiera entretenerse. 

En España, el fútbol es el que más destaca entre todos los deportes, a pesar del gran nivel mostrado en las distintas disciplinas deportivas en los últimos años a nivel nacional. Si nos paramos a observar los principales diarios deportivos del país, así como las secciones deportivas de los diarios generalistas, o los programas deportivos que se emiten en televisión, nos damos cuenta de que la información relativa al fútbol siempre copa la mayoría de sus espacios. De hecho, el deporte se sitúa ya en la tercera posición a nivel de relevancia, sólo superado por el espacio dedicado a la política y a la economía. Pero, como ya hemos dicho, dentro del porcentaje de tiempo que ocupa el deporte en los medios de comunicación, el fútbol se muestra como claro dominador en las estadísticas.

En este contexto, los periodistas deportivos se han ido alejando de lo objetivo y han ido cayendo, con el paso del tiempo, en la subjetividad más explícita. Son frecuentes varios errores que cometen los profesionales de la información deportiva y que les privan de la consecución de la objetividad en el desarrollo de su profesión. Entre ellos destacan:

- No existe la objetividad absoluta, pero hay que intentar alcanzarla de todos modos. Muchos periodistas confunden estos términos.
- No se puede dar por hecho que cada persona y cada cultura tiene una perspectiva cerrada sobre sí misma si pretendes ser objetivo.
- La objetividad es posible. No se puede negar esa realidad.

La cuestión es que no siempre fue así. Antes el periodismo deportivo no era como el de ahora, ni mucho menos. Hablo de la década de los noventa o incluso antes, tiempos donde, a pesar de algunas excepciones, primaba el desarrollo de un periodismo deportivo honesto y con criterio, llevado a cabo por profesionales que seguían unos determinados códigos deontológicos que marcaban su profesión. Por aquel entonces lo más relevante era la información de calidad y elaborada vocacionalmente. El diario Marca era un ejemplo a seguir a nivel internacional por la calidad de sus informaciones, las secciones deportivas de los telediarios se limitaban a ofrecer la información que realmente importaba y El Día Después era un programa de culto. No era raro ver como el ciclismo o el tenis podían copar las portadas de los periódicos y los periodistas se mantenían en el anonimato, situándose tras la noticia y no dentro de ella. Los beneficios se obtenían contando lo que se debía contar, no publicando lo que más se vende.

No quiero decir que fuese perfecto lo que había antes, básicamente porque el flujo informativo de noticias era mucho menor que ahora. La única forma de permanecer informado sobre el deporte era a través de los pocos diarios deportivos y revistas especializadas que se vendían en los kioskos, además de los clásicos programas radiofónicos nocturnos. Es probable que este hecho motivase la profesionalidad que había por aquel entonces, donde los periodistas vivían en deuda permanente con la verdad. Había muy pocos periódicos, un bien escaso que tenía que ser bien cuidado y tratado. Sin embargo, con la llegada del nuevo siglo Internet se instaló en nuestras vidas consiguiendo hacernos más "libres", ofreciéndonos instantáneamente toda la información y opinión a nivel global. Lo que parecía ser una gran noticia, terminó por ser un arma de doble filo.

Es inevitable hablar de las carencias del periodismo deportivo sin ligarlas a las del propio periodismo. Internet ha revolucionado la sociedad en los últimos años. En lo que al periodismo respecta, destaca el desarrollo que ha permitido como medio de información instantánea. Ahora los hechos ocurren, son comunicados y distribuidos por la red a toda velocidad, algo que termina provocando que la inmediatez prime sobre la calidad de las informaciones. Así, la información ha dejado de estar en poder de unos pocos que controlan el monopolio de la información a través de unos pocos medios, como lleva sucediendo desde hace décadas. Sin embargo, hoy en día los profesionales han pasado a ser un mero canal de información, que conecta a la fuente emisora con el consumidor receptor. Actualmente, los diarios usan las mismas informaciones obtenidas de agencias de información para moldearlas a su manera y emitirlas de acuerdo a sus intereses.

En esta situación de crisis, el periodismo deportivo se desmarca como una de las submodalidades más afectadas. Las noticias parecen estar previstas cada hora, y el mercado de la opinión ya se ha consolidado dentro del mundo del deporte. Por ello, este tipo de periodismo, a pesar de que continúe sirviendo como informador para la sociedad, comienza a decantarse por lo valorativo. Es decir, los periodistas ya no se limitan a contar los hechos, sino que también transmiten su opinión sobre los mismos. Los medios de comunicación deportivos son, hoy por hoy, empresas de opinión.

 El deporte se ha ido convirtiendo con el paso del tiempo en una gran forma de negocio, primero a través de la televisión, y posteriormente con la llegada de internet, convirtiéndose en un escenario publicitario idílico para cualquier empresa. Símbolo del nuevo capitalismo, ha pasado a ser un escaparate para equipos y jugadores que han sido convertidos en auténticas marcas generadoras de enormes fuentes de beneficio. Ya no existen como tal las empresas meramente deportivas, hoy en día la política ha contagiado la esencia del deporte, algo que se ve reflejado en los medios de comunicación deportivos.

El periodismo deportivo, como ya hemos dicho, ha pasado a ser una empresa que sustenta su actividad económica empresarial en la opinión. Cualquier empresa tiene como objetivo maximizar el beneficio, lo que aplicado al mundo del deporte, implica vender noticias y la opinión sobre las mismas. El problema es que esta competencia empresarial desmesurada provoca la búsqueda de mejoras de cara a la productividad de la empresa, a pesar de que algunas de ellas puedan atentar contra los principios básicos de la profesión.

Los medios de comunicación tienen la tendencia de adaptar la línea editorial a un determinado grupo de gente que tenga un interés común, ya sea ideológico (medios generalistas), o deportivo (medios especializados). Para que se pueda producir la persuasión, la información ha de ser manipulada con pequeños matices valorativos que defiendan una determinada postura, la del auditorio. De este modo, el receptor lee, ve u oye lo que desea, sin importar la veracidad de la información dada. El deporte se ha reducido a un simple espectáculo de entretenimiento, cuyos métodos de productividad ilimitada se aproximan ya a los del "periodismo" del corazón.

Hubo un punto de inflexión que terminó por cambiar definitivamente la tendencia hacia la que se dirigía este nuevo periodismo deportivo. Fue el nombramiento del nuevo director de Marca en 2007, Eduardo Inda, tras la compra del grupo Recoletos por parte de Unidad Editorial. Este señor sería quien liderase en los siguientes años la corrupción del periodismo deportivo en España ,caracterizada por la renuncia a los principios básicos de la profesión a cambio de la obtención de un rendimiento económico mayor. Él fue la cabeza visible de todo un movimiento en la sombra. Directores y personas importantes de los principales diarios deportivos del país le apoyaron, y accedieron a formar parte de un bipartidismo que enfrentaría a F.C. Barcelona y Real Madrid C.F. durante los próximos años, no sólo en lo deportivo, sino también en lo político. Los medios pasaron a ser aparatos de propaganda que defendían los intereses de su equipo a toda costa, tratando de ultrajar o debilitar los del equipo contrario. Se comenzó a hacer un negocio con los sentimientos de los aficionados, cada vez más forofos y exaltados. Portadas sensacionalistas en favor de unos y en contra de otros, tiras cómicas y humor fácil, noticias manipuladas, titulares sacados de contexto, cotilleos, polémicas burdas y meras anécdotas convertidas en lo más destacado del día. Todo ello, sumado a los continuos rumores sobre traspasos generadores de ilusión que no fructifican, o webs cuyos ingresos publicitarios dependen únicamente del número de visitas que tiene una noticia o un titular describen el panorama actual del periodismo deportivo en España. Un periodismo deportivo que se ha vendido al capitalismo y ha maltratado al propio deporte.

Lo preocupante es que no sólo fue el periodismo deportivo en prensa el que sufrió el batacazo, denigrándose en busca del beneficio económico. También, sobre todo a raíz del boom de la televisión, el periodismo deportivo audiovisual supo adaptarse rápidamente al "todo por la audiencia" y comenzó a aprovecharse del vulnerable panorama de nuestra profesión.

Lo que conocemos por unos informativos serios y concisos, al menos en el ámbito deportivo, tuvieron su final con el auge de Los Manolos en el telediario diurno de Deportes Cuatro. La información deportiva comenzó a volverse trivial, valiéndose del reportaje sensacionalista para captar la atención de la audiencia, como si de una especie de circo se tratase. Hoy en día el telespectador ya no tiene por qué estar realmente interesado en la información deportiva en sí, y encuentra en estos nuevos formatos "deportivos"  con métodos propios de programas de la prensa rosa, espacios para el mero entretenimiento.

Por otro lado, ya era frecuente la emisión de programas de análisis deportivo desde años atrás, pero con una audiencia mucho menor a la actual. La irrupción del programa Punto Pelota en Intereconomía, una tertulia análoga en lo deportivo al Sálvame Deluxe de Telecinco, cuya metodología venía ya influenciada por otros tv shows como Crónicas Marcianas,fue el comienzo de la decadencia. Este programa se sustentaba sobre esa rivalidad bipartidista de la que ya hablamos con anterioridad que enfrenta a merengues y a culés, con continuos debates y discusiones marcadas por la parcialidad y el espectáculo. El deporte pues, pasa a un segundo plano, superado por las polémicas y la teatralización de los protagonistas del show televisivo. Estamos ante un escenario perfecto para que prosiga la degeneración del periodismo deportivo tal y como la hemos vivido en los últimos años, basada en la preponderancia de la búsqueda de conexión con los instintos más irracionales de las personas, fomentando el odio hacia los rivales contrarios.

Pero no todo son malas noticias. Esta transformación que ha sufrido el deporte como un gran pilar económico y mediático ha sido un arma de doble filo. Dejando de lado lo negativo, ha creado una cobertura mucho más amplia que hace unos años, permitiendo que los verdaderos apasionados del deporte puedan enterarse de todo lo acontecido cómo y cuándo quieran. Hoy, las cadenas de televisión emiten más eventos deportivos que nunca y con unas mejoras en la calidad de la imagen notables. Además, ya nos encontramos con canales deportivos especializados en una sola disciplina, como el tenis o la fórmula 1. La llegada de internet ha sido una catapulta hacia el diálogo y el debate, por lo que, si uno se dedica a realizar una búsqueda de la información rigurosa y contrastada, puede conseguir enterarse, y de buen modo, de lo que desee. Aún existen los periodistas deportivos que tienen como principio máximo la integridad profesional, pero están más escondidos que antes.

Internet se ha convertido en un auténtico escaparate donde convergen opiniones de todo tipo. A través de formatos como blogs y foros, la gente puede debatir libremente sobre cualquier cosa relacionada con el deporte y de forma anónima, incluso debatiendo con los propios profesionales de la información, tal como sucede en el blog de Martí Perarnau, entre otros. Sin embargo, esta es una de las pocas excepciones que encontramos a día de hoy en el panorama periodístico deportivo, donde la profesionalidad prevalece por encima de todo. El problema es que la mayoría de los receptores, vocacionalmente o no, optan por lo gratuito y lo barato, algo que, naturalmente, es más complicado que sea de calidad.

La paradoja en España es que los medios de comunicación gratuitos se venden a la audiencia con el fin de obtener la mayor rentabilidad económica, sobre todo en forma de publicidad, a pesar de que la calidad del contenido emitido sea mucho menor. Mientras tanto, son los medios de comunicación privados, canales de pago como GolT, Canal Plus (España) o la ESPN (USA), los que ofrecen una información deportiva de notable calidad. 

Hay muchos ejemplos que corroboran todo lo dicho sobre la crisis en el periodismo deportivo en España, pero una de las mejores muestras de ello se dio cuando el "Tata"Martino, hace apenas unos años, era entrenador del F.C. Barcelona. El técnico latino, que estaba recién aterrizado en su primera experiencia Europea, se quedó alucinado tras sus primeros meses en España, al menos con la prensa deportiva. Es curioso que fuera un Argentino, que viene de un país donde las trifulcas y el fanatismo por el deporte es conocido, el que se refiriese así por aquel entonces a los periodistas españoles: "Vienen aquí a preguntarme vestidos con la camiseta de su equipo". El Tata se dio cuenta de que la imparcialidad brillaba por su ausencia en las ruedas de prensa, de que los periodistas deportivos no sólo es que apareciesen con la camiseta de su equipo preferido en los programas o entrevistas, sino que parecían auténticos justicieros que trataban de mantener el fervor pasional de sus aficionados a toda costa.

Este proceso de mutación del periodismo deportivo ha comenzado con la renuncia por parte de los profesionales de la información a la independencia personal y ha terminado por la caída general en la parcialidad sin que exista ninguna institución seria o asociación profesional que haga algo al respecto. Por ello, son los profesores, partiendo de una base tan sólida como la educación, quienes han de inculcar a los futuros periodistas los valores reales de la profesión, alejándolos de las dependencias y los compromisos personales que pudieran minar su imparcialidad en un futuro.

Han pasado ya casi dos años desde que vio la luz un fantástico reportaje titulado "Cuero y tinta", dirigido por Jose Luis Sánchez Maldonado.

En este reportaje, a través de la opinión de distintos profesionales de la información, se muestran las graves carencias que ha sufrido el periodismo deportivo, más especialmente en lo relacionado con el fútbol, en los últimos años. Cómo se han ido alejando de la información pura en favor de la discusión parcial entre dos posturas claramente enfrentadas. El documental nos enseña dos vertientes contrapuestas, entre los que abogan por ser fieles a la esencia y a los valores de la profesión, y aquellos otros que creen que hoy en día el periodista no puede ser un mero informador sino que ya tiene que formar parte del "espectáculo" y del "juego".  Especialmente claro fue Santiago Segurola cuando le cuestionaron sobre el tema: "el periodismo está a la baja y el personaje de reality está al alza, y eso es un problema muy serio". Incluso futbolistas reconocidos como Gerard Piqué se han referido al respecto, afirmando que todo debía ser tratado con mayor independencia...

Y aquí es donde entran en juego conceptos como la imparcialidad y la honestidad. Se debate sobre si pueden ser compatibles o no, pero en este caso, no hay discusión alguna. Un periodista honesto con su deber de servicio al ciudadano, tiene que esforzarse por ser lo más imparcial posible a la hora de transmitir las informaciones. Está claro que la imparcialidad no deriva de las opiniones, pero también es cierto que toda opinión tiene que venir precedida de un gran esfuerzo por ser independiente y honesto con la profesión. por lo que sí es compatible un periodista honrado y a la vez imparcial.

Como reconocen varios de los profesionales que intervienen en el documental, este periodismo deportivo ha pasado a ser un espectáculo televisivo que ha de hacer todo lo posible por retener a su audiencia, el gran riesgo que acechaba a la información que recibimos a través de nuestras pantallas. De ahí que encontremos en la parrilla televisiva tantos contenidos carentes de cultura o conocimiento alguno. Incluso en la radio, aunque en menor medida, se ha instalado este nuevo panorama. Ya no existe la crónica radiofónica deportiva tal y como la conocíamos. Se ha visto relegada a un segundo plano por las parcialidades, las opiniones sin argumento, y los forofismos que se esconden tras los colores de una camiseta. Lo grave es que, a día de hoy, sigue habiendo periodistas que defienden este tipo de periodismo mediático basado en el show y en el espectáculo.

Otro ejemplo de cómo los periodistas empezaron a reconocer las carencias de su profesión, al menos en el ámbito deportivo, lo vivimos hace ya más de tres años, cuando la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) organizó un debate a través de Twitter en el que participaron profesionales de la talla de Antoni Daimiel, Miguel Ángel Méndez, María Escario y Jose Luis Rojas entre otros. En él, los profesionales fueron muy autocríticos sobre la situación que está viviendo el periodismo deportivo.

Antoni Daimiel (@ADaimiel) "Los principales problemas del periodismo deportivo son la precariedad, la polarización, la necesidad autoimpuesta de forzar el humor y la búsqueda del escándalo artificial”.
Miguel Ángel Méndez (@miguelangmendez) "El periodismo de calidad requiere tiempo, dedicación, elaboración, recursos. ¿Qué redacción va sobrada de eso?” .

María Escario (@mariaescariotve)“Creo que el periodismo deportivo está muy supeditado al poder mediático del fútbol”
Felipe del Campo (@felipedelcampo) "El de los periodistas deportivos es “un gremio que sacrifica mucha vida familiar a un coste alto”.
Miguel Gutiérrez (@lalibreta) "Hay muchos males detectados en el periodismo deportivo, pero pocas soluciones realistas con las estructuras y contexto actuales”.
José Luis Rojas (@rojastorrijos) "El infoentretenimiento empieza a ser cuestionable cuando se dejan de dar noticias, y eso está pasando en programas de televisión".
Juanma Trueba (@as_trueba) "Se agotó la fórmula del 'Tomate' y se agotará la fórmula del 'Sálvame'. La duda es cuántos quedaremos en pie entonces".

COMPARACIÓN ENTRE EL PERIODISMO DEPORTIVO NACIONAL Y EL INTERNACIONAL (Francia, Inglaterra, E.E.U.U.)


Para realizar una buena comparación entre el periodismo deportivo nacional y el periodismo deportivo internacional debemos, en primer lugar, hacer un breve repaso sobre los orígenes de ambos. En lo referido a la prensa deportiva internacional, cabe destacar que los primeros periódicos de renombre nacieron en Inglaterra para, poco a poco, ir trasladándose al resto de Europa. En un comienzo, este tipo de prensa especializada tenía una doble misión, tanto informativa como educativa.

El primer diario conocido oficialmente fue Sportman, publicado en Londres por primera vez en el año 1852. Sin embargo, siete años más tarde sería "absorbido" por Sporting Life, que llegaría a tener una periodicidad diaria.

Posteriormente aparece en Francia Le Sport en 1854 y, allá por 1869 salen a la luz los primeros semanarios de Ciclismo, así como numerosas publicaciones sobre caza, natación etc... Le Vélo, fundado en 1892, es conocido como el primer diario deportivo Francés oficial, aunque es cierto que existen pruebas de que hubo una revista relacionada con el mundo de la hípica llamada Journal des Haras, que se publicaba en París desde 1828 y que duró más de cincuenta años en activo previamente.

Mientras tanto, Estados Unidos no incluyó la información deportiva en las publicaciones y diarios hasta 1895, cuando comenzó a hacerlo el The New York Journal, al referirse a carreras de caballos en un principio para, con el tiempo, ir cubriendo más y más disciplinas deportivas. Con la llegada del siglo XX, se crea una nueva tendencia y son éstas publicaciones las que moderan, fomentan y organizan los distintos eventos deportivos.

El primer ejemplo tuvo lugar en 1903, cuando L´Auto, un diario especializado Francés organizó la Primera Vuelta Ciclista, lo que hoy conocemos como el Tour de Francia. Asimismo, Le Vélo organizó varias competiciones de natación a finales del siglo XIX en el Sena, mientras que otros eventos como la Copa de Europa de Fútbol tuvieron su base en el diario L´Équipe. Del mismo modo iba sucediendo en otros lugares como Estados Unidos, donde el New York Herald Tribune creó en 1899 la Copa Gordon Bennet y, un par de años más tarde, Le Matin organizó la carrera Pekín París. 

No obstante, el periodismo deportivo no se asentó hasta principios del siglo XX con la aparición de los Juegos Olímpicos de Atenas, que pusieron una base sobre la que desarrollar esta nueva profesión. En los Juegos de Londres de 1908 se multiplicaron las posibilidades gracias a la aparición del telégrafo y, cuatro años más tarde, en los de Estocolmo, ya comenzaron a realizarse los primeros envíos fotográficos que terminaron por consolidar definitivamente en el mercado a estos primeros diarios deportivos y por fomentar la elaboración de otros nuevos.

Refiriéndonos ahora al periodismo deportivo nacional cabe decir que tuvo unos orígenes más tardíos que el internacional, puesto que el auge de la información deportiva y su incorporación a los diarios no se vivió hasta que la selección española cosechó sus primeros éxitos en los Juegos Olímpicos de Amberes de 1920.

No obstante, los primeros resquicios surgieron en España a mediados del siglo XIX, cuando comienzan a verse por primera vez leves informaciones de carácter deportivo en la prensa española, en gran medida debido a la influencia anglosajona y francesa, que terminarían por dar paso a las primeras publicaciones especializadas deportivas (revistas, boletines informativos, amagos de periódico). A partir de ese momento, comenzó a ser habitual ver cómo surgían nuevas publicaciones mientras otras eran censuradas o, simplemente, fracasaban ante la falta de demanda. Así surgió la especialización en distintas disciplinas deportivas para tratar de fidelizar a un determinado público. Un ejemplo de ello es la revista El Cazador, conocida como la primera publicación deportiva española y que salió a la luz por primera vez en 1856, cuyo tema principal era la caza y los derechos de los cazadores. Esta publicación puede considerarse como una gran fuente de inspiración para otras muchas revistas posteriores como La caza, que se publicó entre 1865 y 1868 o el Colombaire, a partir de 1866. A partir de los setenta, y en paralelo al auge que experimenta el deporte, los medios de comunicación españoles comienzan a desarrollarse de forma desenfrenada, pasando de haber tan sólo unas pocas publicaciones deportivas que se contaban con los dedos a un amplio abanico de diarios y revistas especializadas en contenidos concretos de las distintas disciplinas del momento.

Tras este breve repaso a las primeras señales del periodismo deportivo, tenemos que centrarnos en la situación actual, la que nos compete de lleno, la del siglo XXI. Hoy por hoy, hacer un periodismo deportivo de calidad implica varias cosas. En primer lugar, diversificar la temática y, en segundo, adecuarla a la realidad deportiva de cada país siguiendo unos procesos de jerarquización y unos criterios de selección periodísticos y no comerciales. El problema es que muchos de los periodistas deportivos de hoy en día ejercen su profesión como un hincha o un aficionado pasional más. Para que el buen periodismo exista, ha de fomentarse la especialización. Así, los contenidos serán de mayor calidad, y la búsqueda de las informaciones mucho más profunda y completa. Según Jose Luis Rojas, hay cuatro pautas básicas para que un periodista pueda ejercer su profesión de forma correcta y fidedigna:

- Uso correcto del idioma, evitando caer en clichés y similares.

- Agrandar y enriquecer nuestro léxico constantemente, puesto que el lenguaje no es constante, está siempre en movimiento.

- Seguir los códigos deontológicos de la profesión, primando siempre la información de calidad sobre el entretenimiento y el espectáculo, alejándose de parcialidades y sentimientos, en busca de la mayor independencia y profesionalidad posible.

- El periodista debe buscar diferenciarse del resto a través de una mayor investigación y profundidad en la elaboración de los contenidos, normalmente a través de una amplitud de fuentes primarias, creando una agenda de contactos cada vez más valiosa y variopinta.

Comenzando la comparación entre la prensa nacional y la internacional en lo referido al deporte, hay que destacar que en España, al contrario de cómo sucede fuera de sus fronteras, el periodismo deportivo, a pesar de la gran repercusión social que tiene, está muy desprestigiado en la actualidad, en gran parte debido a la falta de especialización de los profesionales. Cuando hablamos de especialización no nos referimos únicamente a la distribución temática de los contenidos. También a la existencia de, cada vez más, secciones deportivas dentro de los medios generalistas. De hecho, en Inglaterra no existe un periódico puramente deportivo en sí, sino que tenemos que acudir a publicaciones deportivas concretas o a las propias secciones especializadas de medios generalistas como The Sun o The Telegraph. 

La especialización en el periodismo deportivo implica ciertos requisitos además de la técnica propia del oficio, como por ejemplo, un alto grado de conocimiento sobre los orígenes de las distintas modalidades deportivas y el reglamento actual de las mismas. Además, es necesario el uso adecuado del léxico de cada disciplina para que sea entendible y comprensible para el público así como el uso de fuentes primarias que te distingan o la capacidad para manejar datos estadísticos con soltura. Estos requisitos son cumplidos, generalmente, en el periodismo deportivo fuera de nuestras fronteras, en países como Estados Unidos o Inglaterra. 

Sin embargo, la situación se torna diferente cuando nos referimos al producto nacional. En España hay muchos ámbitos dentro del periodismo deportivo que han sido cada vez más descuidados. La elección y jerarquización de las noticias no sigue unos criterios noticiosos sino más bien comerciales. El lenguaje ha sido rebajado a un tono coloquial como si de una conversación entre hinchas se tratase, vulgarizando la labor del periodista. Las declaraciones y los datos estadísticos son descontextualizados y suelen perseguir las polémicas y los conflictos personales. Los rumores son publicados como si de noticias se tratase, éstas son abordadas sin profundidad en la investigación y el tratamiento de las fuentes carece de pluralidad.

La diferencia entre esta realidad profesional que separa nuestras fronteras radica en la aptitud y la capacitación de los estudiantes de la profesión, debido a que se trata de una carrera altamente técnica, o al menos debería ser así. El adiestramiento y la educación universitaria recibida son el factor clave de cara a la profesionalización, ya que es lo que diferencia al periodista deportivo de cualquier otra persona. Del mismo modo, en la actualidad, las oportunidades surgen de la especialización, la cual fomenta las ganas de aprender y mejorar del profesional en su área cada día.

Con la llegada de las redes sociales a este nuevo paradigma comunicativo se han producido ciertos hechos. En primer lugar, Twitter se ha convertido en un gran apoyo para los medios de comunicación en el fin de universalizar sus contenidos y, en segundo, ha abierto un nuevo abanico de posibilidades dentro del sector deportivo del periodismo, ya que este área es uno de los que más suele experimentar con el empleo de nuevas técnicas narrativas, nuevos diseños y formatos. El ejemplo más claro del practicismo de Twitter lo vivimos con la cobertura que muchos medios de comunicación deportivos hicieron del pasado Mundial de fútbol. Se diversificó a través de distintos enfoques originales e historias que iban más allá de lo meramente deportivo. Se comenzaron a hibridar y replantear distintos géneros periodísticos con la idea de adaptarlos a los nuevos soportes móviles y digitales como las redes sociales, añadiendo infografías, documentos videográficos, elementos estadísticos etc... A través de esta experiencia se constató que el periodismo de base de datos, que ha ido creciendo cada vez más en los últimos años, tiene una catapulta de desarrollo en el sector deportivo del periodismo. 

Un ejemplo del buen periodismo deportivo podría ser ESPN, un medio de comunicación donde cohabita una gran oferta de productos informativos, pero bien diferenciados entre sí, no como sucede en España. Dentro de la cadena podemos encontrarnos desde programas de entretenimiento puro a documentales, programas de investigación, reportajes en profundidad etc... En definitiva, un ejemplo a seguir. Del mismo modo, también existen webs que, con la llegada de Internet, han aprovechado las posibilidades ofrecidas para apostar por un periodismo de largo formato y de análisis apoyado en datos estadísticos y objetivos, como por ejemplo FiveThirtyEight o Grantland. El problema de este gran gigante comunicativo está precisamente en ese "exceso" de pluralidad, puesto que, en algunas ocasiones, resulta imposible mantener la fidelidad a la línea editorial del medio en todos los productos. 

El infoentretenimiento es un fenómeno que se ha instalado en la mayoría de los medios de comunicación deportivos, pero con una diferencia muy notable entre lo nacional y lo internacional. Dejando de lado algunos medios Europeos y Estadounidenses que comparten las carencias de los Españoles, hay que decir que, por lo general, la información deportiva no se ha espectacularizado tanto como aquí, donde los contenidos ajenos a la competición, privados y personales, suelen ser convertidos en noticia. Los deportistas han sido convertidos en auténticas celebridades y la prensa sigue cada paso que dan, compartiendo oficio, lamentablemente, periodistas deportivos con los del corazón. Además, en España, se tiende a la magnificación de las declaraciones, al desplazamiento de las noticias puras, las que se refieren a los logros, las pérdidas y los resultados, a un segundo o incluso tercer plano. Aunque esta realidad ya se haya instalado en la prensa escrita, también comienza a hacerlo poco a poco en la digital, sobre todo a través de las redes sociales. Con Twitter, los titulares, que actúan a modo de cebo, lo son todo, puesto que son reproducidos y compartidos sucesiva e instantáneamente por los usuarios, incrementando el tráfico a esos sitios, sean o no sean información deportiva de calidad.

Para, precisamente, evitar todos estos defectos que se han acomodado en el ejercicio periodístico, hay que volver a recalcar la importancia del adiestramiento previo recibido por el profesional antes de comenzar a ejercer. Hoy en día, informar sobre deporte no es una tarea fácil, es más, es una labor multidisciplinar. Requiere de muchos conocimientos sobre su historia, reglamentación, terminología, formato de los eventos, las distintas estructuras federativas así como otros muchos conocimientos generales sobre otros temas como Derecho, Geografía, Estadística o Medicina deportiva. Es lógico que esta tarea, teniendo en cuenta su impacto social y la gran trascendencia que tiene sobre la ciudadanía, exija a sus profesionales un nivel óptimo.

Si España y Estados Unidos, entre otros, son tan diferentes en este campo, es porque el periodismo deportivo de ambas naciones se ha desarrollado de un modo completamente diferente. Partiendo de que la base de la profesión está en la educación, comienzan desde un primer momento las diferenciaciones. Mientras en Estados Unidos el periodismo deportivo ha alcanzado un grado de profesionalización muy alto ( Grados universitarios sobre Sports Communication, Sports Management y Sports Marketing) y la profesión está considerada como una labor de prestigio, en España y en otros países, aparte de estar muy infravalorada, se ha limitado a ser una simple asignatura a lo largo de la carrera de Periodismo que es impartida durante un cuatrimestre y que, en caso de querer continuar con ella, ya tendría que ser a través de un máster o de un posgrado. La cuestión es que, a pesar del gran interés que se muestra por el deporte a nivel nacional, pocos son los periodistas que llegan a un medio de comunicación deportivo con el nivel mínimo requerido para ejercer, debido a que no han recibido un adiestramiento previo adecuado sobre esta rama del periodismo, sino tan sólo unas pinceladas del cuadro. El problema es que si los periodistas no han sido bien enseñados, tendrán más problemas para especializarse, y eso es lo que sucede en España precisamente. Más allá del fútbol, que es un conocimiento más bien adquirido que aprendido con los años, apenas hay especialización deportiva. Históricamente, a nivel nacional nunca se tuvo una gran cultura deportiva ya que las distintas administraciones e instituciones existentes no han sabido cultivarla, algo que repercute en el periodismo deportivo de hoy, carente de pluralismo.

Para poder comprobarlo, hay que comparar, por ejemplo, dos tertulias deportivas. He escogido un determinado evento deportivo, que ha sido el Clásico de la Liga Santander de fútbol que enfrenta a Real Madrid y Barcelona en sus respectivos estadios. Ambas tertulias se centran en el post- partido y, se supone harán un análisis sobre lo acontecido sobre el terreno de juego. La primera tertulia deportiva es en el canal televisivo La Sexta (España), en el programa El Chiringuito de Jugones, y la segunda forma parte del canal Estadounidense ESPN, del que ya hemos hablado con anterioridad.

En la primera tertulia, la española, vemos a Tomás Roncero como protagonista absoluto del fragmento del vídeo. Tras el partido, el programa comienza con una carta de presentación más acorde a una obra teatral que a una tertulia deportiva. Desde el primer momento vemos a este personaje como uno de los representantes de este nuevo y corrompido periodismo. Sólo basta con ver los quince primeros segundos, donde ya vemos a un señor aparecer con la camiseta del Real Madrid, alejándose ya de inicio de algún ápice de imparcialidad. Además, la realización del programa ya se encarga de acompañar con un himno madridista su entrada al plató, dotándolo aún de mayor espectacularización y teatralización. Por otra parte, vemos el hashtag #ChiringuitoClásico para que la gente pueda intervenir y opinar, entre otras cosas, sobre el papel provocador del señor Roncero. Obviamente, lo que suele suceder es que estas actuaciones generan fanatismos, puesto que a unos, los del Madrid, les parecerán bien sus palabras apenas sin oírlas, mientras que en los del Barcelona generarán cada vez más odio hacia el rival y todo lo que le envuelve.

Esta segunda tertulia, que poco tiene que ver con la primera, tiene como protagonistas  a Alejandro Moreno y a Dan Thomas, tertulianos de ESPN. Desde un primer momento el ambiente es diferente, a pesar de que se supone que los escenarios deberían guardar similitudes entre ellos. En vez de ponernos un hashtag  referido al transcurso del programa y a los cotilleos y personalismos que van apareciendo, nos aparece en pantalla directamente el Twitter personal de los profesionales, con el objetivo de que los usuarios puedan dirigirse a ellos, a lo largo del transcurso del programa, de forma directa. Por otro lado, desde un comienzo apreciamos que los rótulos en este caso están centrados únicamente en el análisis del evento deportivo, y no en otros asuntos secundarios como el "¿Qué dirá Roncero?". Toda esa espectacularización y ese teatrillo brillan por su ausencia. En primer lugar, son dos personas sentadas frente a frente las que debaten entre ellas sobre lo acontecido en el terreno de juego. En segundo lugar, lo hacen con un tono de voz formal, adecuado, uniforme. En tercer lugar, se mantiene el respeto, no se entra en provocaciones, y las informaciones dadas van cargadas de rigor y están bien argumentadas. Obviamente, al hablarse sólo de fútbol y desde una distancia mínima necesaria, no se fomenta el odio ni el amor hacia ningunos colores, por lo que ese bipartidismo deportivo en el que nos hallamos inmersos en España no existe.

Es decir, que en apenas cuatro o cinco minutos de vídeo sacados de un fragmento de una tertulia deportiva, podemos llegar a la conclusión de que ambos panoramas son totalmente diferentes, y podemos apreciar una diferencia notable en el nivel de adiestramiento que tienen unos profesionales y otros, dejando aparte los valores éticos y morales de cada uno. Así, mientras la segunda tertulia es digna del ejercicio periodístico, la primera podría ponerse a la altura de cualquier programa del corazón.

Como ya he comentado, el periodismo deportivo, así como el generalista, encontró la plenitud de su desarrollo en los países anglosajones, más especialmente en Estados Unidos, donde destacan varios medios deportivos de comunicación que abogan por la calidad de los contenidos y la profundidad en sus indagaciones, así como por una presentación cuidada del producto. En este sentido, existen cuatro grandes escuelas a nivel internacional, la Estadounidense, la de América Latina, la Inglesa, la Francesa y la Italiana.

En Estados Unidos destacan Sports Illustrated o la ya mencionada ESPN, así como los medios digitales Bleacher o SBNation. Del mismo modo, existen revistas independientes deportivas de gran calidad informativa más recientes como The Howler Magazine o el Victory Journal. Por otro lado, también son importantes las grandes secciones de los principales diarios generalistas como The New York Times o de agencias de información como The Associated Press. 

Por otra parte, en Europa las escuelas son divididas en tres zonas. Por un lado, la del Reino Unido, donde podría decirse que no existe la prensa deportiva diaria como tal, a excepción del Racing Post, una publicación especializada en carreras de caballos. Sin embargo, las secciones deportivas han ido adquiriendo con el tiempo cada vez más peso en los medios generalistas y han destacado con unos suplementos de gran calidad. Prueba de ello se vivió durante la cobertura de los medios Británicos (BBC, Reuters, The Guardian, The Times, The Daily Telegraph) en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012. Todos ellos contaron con multitud de equipos de especialistas y de redactores especializados en cada disciplina deportiva, recordando la esencia de los orígenes del periodismo deportivo moderno y aumentando la calidad de las informaciones transmitidas.

Mientras tanto, en Francia destaca sin duda L´Équipe, todo un referente del periodismo polideportivo, así como France Football, una publicación especializada semanal que destaca por el nivel de profundidad en la investigación de sus contenidos. Análogo al diario parisino nos encontramos con La Gazzetta dello Sport en Italia, el gran diario deportivo nacional, considerado como uno de los decanos de la prensa deportiva Europea, pero más similar a los modelos españoles.

Volviendo más allá del "charco", nos encontramos con que en América Latina se ha vivido un gran desarrollo de la prensa deportiva durante la última década en distintos países. No obstante, la gran escuela y la que destaca por encima del resto sigue siendo la Argentina. Y, sin duda, la publicación deportiva más relevante es El Gráfico, con casi más de un siglo a cuestas, una revista especializada en deporte con millones de seguidores. También nos encontramos con medios generalistas que han ido potenciando sus secciones deportivas como el argentino La Nación u O Globo  en Brasil, y con otros diarios especializados con menos renombre pero de alta calidad informativa como el venezolano Líder, o el costarricense Al Día, que ha sido una referencia nacional durante los últimos años, a pesar de que haya cerrado recientemente.

LOS PILARES DEL PERIODISMO DEPORTIVO 

PERIODISTAS

Los periodistas son, obviamente, el primer pilar sobre el que se sustenta esta profesión. Ellos son los encargados de poner fin a esta crisis en la que se halla inmerso el periodismo deportivo y, del mismo modo, han sido los más perjudicados con su llegada. No solo se han perdido valores sino que, hoy en día, la credibilidad que deposita las audiencias en los profesionales de la información brilla por su ausencia. Por ello, vamos a ver la opinión que tienen al respecto Javier Márquez (diario Marca), y Jose Manuel Requena (Cadena SER, Gijón).


ENTRENADOR

Sin duda, la figura del entrenador es fundamental y muy influyente en todo lo que rodea al periodismo deportivo. Antes no era tan frecuente ver noticias sobre los coaches de los equipos. Sin embargo, hoy es común encontrarnos con asuntos incluso personales de los mismos, del mismo modo que sucede con los jugadores. Para conocer la opinión sobre la relación de la prensa con los entrenadores contamos con la opinión de Sergio García, entrenador del Electrocor F.C de Las Rozas, en categoría Juvenil Autonómica.

JUGADORES

Sin duda, los más relevantes y a la vez los más perjudicados del entorno que envuelve al periodismo deportivo. Ellos son el foco de las noticias en la mayoría de los casos. Se han convertido en auténticos celebrities, fuentes de beneficio para las empresas de opinión y multi generadores de información para la sociedad. Por ello, contamos con la opinión de distintos profesionales. Por un lado, de dos jóvenes promesas del F.C. Barcelona y que ya han debutado con el primer equipo, Jose Suárez y Borja López. 


Por otro, y con el objetivo de contrastar dos épocas diferentes, Ricardo Vango, ex jugador del Sevilla F.C.,Real Oviedo y  Real Sporting de Gijón en los noventa, y Chus Bravo, ex jugador del Sporting, entre otros, durante la primera década de este siglo.


ÁRBITRO

A pesar de que históricamente nunca fueron uno de los principales elementos noticiosos del periodismo deportivo, en los últimos años, con el aumento de la información y el desarrollo de las nuevas tecnologías, su labor ha comenzado a observarse con lupa. Hoy por hoy, es común encontrarnos a los árbitros en las portadas o en las cabeceras de los medios de comunicación, envueltos por la polémica y juzgados como si no hubiera un mañana. Expresiones como "a la nevera" empiezan a ser comunes en la actualidad. Por ello, contamos con la opinión  de Francisco De la Cruz, árbitro de la Real Federación de Fútbol de Madrid.

El periodismo deportivo se ha ido desvinculando de su esencia con el paso de los años, hasta llegar a la situación actual.
El morbo, el amarillismo, y el sensacionalismo son tres de los principales males que sufre la profesión en nuestros días.
El nivel de profesionalización en España no está, al menos en este campo, a la altura del Europeo o del Estadounidense, por lo general.
Son los medios de comunicación deportivos privados como GolT o CanalPlus los que ofrecen contenidos de calidad y con el requerido rigor periodístico, mientras que los públicos se pierden en noticias más propias de la prensa rosa que de lo meramente deportivo.
La llegada de Internet y el auge de las redes sociales es un arma de doble filo de cara al periodismo deportivo. Ofrece tantas posibilidades como lacras.
La clave para poner fin a esta crisis  está en la mejora del adiestramiento y la enseñanza que reciben en las Universidades y similares los profesionales de la información deportiva. Mientras este aspecto no varíe, se antoja complicado que se recupere esa credibilidad de la que gozaba el periodismo deportivo en España hace apenas unas décadas.
"El periódico es una tienda en que se venden al público las palabras del mismo color que las quiere."

Honoré de Balzac

 BIBLIOGRAFÍA

Prensa deportiva: Marca, As, Mundo Deportivo, Sport (España), La Gazzeta dello Sport (Italia), L´Équipe (Francia), The Sun (Inglaterra), ESPN (E.E.U.U.)

Publicaciones especializadas: Racing Post (Inglaterra), Sports illustrated (USA), France Football (Francia), La caza, El cazador (España)

FORD, Richard (1986); El periodista deportivo. Barcelona, Anagrama

ALCOBA, Antonio (2005); Periodismo deportivo. Madrid, Síntesis

ALCOBA, Antonio (1993); Cómo hacer periodismo deportivo. Madrid, S.A.Ediciones Paraninfo 

ALCOBA, Antonio (1980); El periodismo deportivo en la sociedad moderna. Madrid, Minuesa

TORRES, Axel (2013); 11 ciudades:viajes de un periodista deportivo. Barcelona, Contra

ROJAS, José Luis (2011); Periodismo deportivo de calidad: propuesta de un modelo de libro de estilo panhispánico para informadores deportivos. Madrid, Fragua

material audiovisual

MALDONADO, Julio (2015); "Cuero y tinta". https://www.youtube.com/watch?v=uCkgMdYK0Oc

webgrafía

ÉTICA SEGURA.RED DE ÉTICA Y PERIODISMO, 2013, "APM realiza tuitdebate sobre periodismo deportivo de calidad". http://www.fnpi.org/es/%C3%A9tica-segura/apm-realiza-tuitdebate-sobre-periodismo-deportivo-de-calidad (10/05/2017)

2010, "Periodismo deportivo. Qué ha pasado en las últimas décadas" http://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/comunicacion/tesis430.pdf (26/04/2017)

2013, "Orígenes de la prensa diaria deportiva: el mundo deportivo" https://www.upo.es/revistas/index.php/materiales_historia_deporte/article/viewFile/788/648 (28/04/2017)

2014, "Periodismo deportivo en España. Estudio del tratamiento del concepto de imparcialidad en las noticias relacionadas con el fútbol en los diarios Marca, As, Mundo Deportivo y Sport" https://ddd.uab.cat/pub/trerecpro/2014/hdl_2072_240240/TFM-Yifei_Li.pdf (20/04/2017)

ROJAS, José Luis (2017), blog "Periodismo deportivo de calidad"  http://periodismodeportivodecalidad.blogspot.com.es/search?updated-max=2017-05-11T17:48:00%2B02:00&max-results=3 (03/05/2017) 

(*) Versiones digitales de la prensa deportiva y publicaciones especializadas citadas anteriormente en la bibliografía

entrevistas

REQUENA, Jose Manuel, Periodista de la Nueva España y Cadena SER, Gijón

MÁRQUEZ, Javier, Periodista de Marca, Madrid

LÓPEZ, Borja, Jugador del F.C. Barcelona (2016/2017)

SUÁREZ, José Aurelio, Jugador del F.C. Barcelona (2016/2017)

VANGO, Ricardo, Ex-jugador del Sevilla  F.C. ,Real Oviedo y Real Sporting de Gijón

BRAVO, Jesús, Ex-jugador del Real Sporting de Gijón

GARCÍA, Sergio, Entrenador del Electrocor F.C Las Rozas, Madrid

DE LA CRUZ, Francisco, Árbitro de la Real Federación de Fútbol de Madrid