EL QUE PECA Y REZA

Senda 1 
2 de enero de 2016

Más se demoraron en pedir su presencia que la lluvia en llegar sobre San Juan de Pasto para dar inicio al Carnaval de Negros y Blancos. De manera paradójica estas fiestas dedicadas al baile, al juego, a la diversión plena, a la locura, y al perder de la razón comienzan con una ofrenda de carácter religioso ante los pies de la Virgen de las Mercedes, a quien se considera la gobernadora de Pasto. 

En el altar mayor de uno de los templos de la denominada ciudad teólogica de Colombia en su figura de "Virgen de la Merced", la estampa de María advierte la llegada de cientos de pastusos y pastusas que desde antes de las siete de la mañana de este 2 de enero llegaron para ofrendar la riqueza agrícola del Pasto rural, rogar por algo de lluvia para los cultivos y de paso pedir permiso de ir (como dirían con acento local) a "chumar", para salir a emborracharse en medio del jolgorio carnavalero que irá hasta el siete de enero. 

Dice el dicho que el que peca y reza empata. El carnaval que antes sucedía entre el 5 y 6 de enero de cada año es ya una fiesta extendida que comienza el 2 con un acto religioso donde se expone la profunda fe y cultura católica de la ciudadanía nariñense y se extiende hasta el 7 de enero. Reafirmando la presencia de la comunidad campesina y reconociendo el valor de la religiosidad popular desde hace algunos años se comienza la festividad con una alborada en honor de la patrona de la ciudad en un solemne acto que dista de la algarabía carnestoléndica que se tomará los barrios y las calles de Pasto desde las múltiples expresiones festivas del cuerpo. 

Bien narra el documental, "De lo sagrado a lo profano", del realizador audiovisual Víctor Hernández, esa relación entre las expresiones religiosas, y la transformación que las personas, la ciudad, y los escenarios viven una vez comienzan los carnavales en el sur. 

Al principio los aplausos son tímidos. Luego, al paso de cada uno de los 17 corregimientos que han llegado para dar la apertura a los carnavales de negros y blancos, la emoción va en crecimiento. Ya pasaron Cabrera, San Fernando, El Socorro, Obonuco, Mocondino, Morasurco. Llegaron cargando canastos repletos de brócoli, zanahorias, cebolla, repollo, maíz y tomate de árbol. 

Durante algunos minutos el nuevo mandatario de los pastusos, Pedro Vicente Obando, colgó de su hombro una jigra, un bolso tejido a mano, que también recibió como ofrenda de la comunidad campesina de Pasto. En sus manos. durante casi una hora, logró recoger cestos de flores, frutas, legumbres y hortalizas que llevaron delegados y delegadas de Santa Bárbara, La Laguna, Catambuco, Mapachico y la Caldera. 

René Martínez Martínez vocero del corregimiento de Genoy levantó la voz. Vestido de ruana negra y pantalón de lana, como la de los señores de antaño, llevando sombrero de misa de domingo, y con una sonrisa de hombre amable, René pidió la presencia de la lluvia y la verdad. "Nuestras manos labran, nuestras manos no disparan". Sin titubear el delegado de uno de los rincones turísticos y gastronómicos por excelencia de la capital de Nariño también imploró por la merecida atención al campo, y por el cumplimiento de las promesas políticas a los nuevos mandatarios. 

"Nuestras manos labran, nuestras manos no disparan. No queremos más sequía". René Martínez - Corregimiento Genoy.

Mujeres de bellos follados, blusas satinadas, chalinas bordadas, y cabellos adornados de flores, llegaron desde Buesaquillo, Gualmatán, Jongovito y Jamondino. Se pintaron las mejillas con más rubor del natural, algunas se subieron en tacones un poco más altos que sus zapatos del día a día y tras la escena varios asistentes pidieron que las tímidas damas lucieran cual modelos ante sus cámaras.

Irrumpe en el templo sagrado el sonido de los bombos andinos, los redoblantes de otras tierras, las zampoñas tan de este sur, y las danzas de un son sureño que parecen no caber en el estrecho pasillo que lleva al altar de la Virgen. Aún así, algunos gritos carnavaleros se toman el interior del templo. Se confunde la oración con un baile, la ofrenda con la danza, y la alegría con el rigor del protocolario evento. 

La ofrenda es un ritual para hacer visible la riqueza de esta tierra agrícola que según el Plan de Desarrollo Departamental "Nariño Mejor", alcanzaba hacia 2010 más de doscientas mil hectáreas sembradas. Solamente cultivos transitorios como arroz, maíz, frijol, papa y hortalizas ocupan cerca de 70.384 hectáreas de la productiva tierra nariñense. Entre los cultivos permanentes en Nariño se destaca la producción de plátano, café, caña, la palma africana y coco. 

Aún así se saluda a las cabañuelas en una de las temporadas de mayor sequía y afectación de las tierras por fenómenos naturales que durante el último trimestre de 2015 significaron para las campesinas y campesinos de Pasto en particular y de Nariño en general una crítica situación en la relación siembra-cosecha. 


Por eso hoy René Martínez insistió en "pedir la lluvia para que el hombre vuelva a creer en la palabra. Estamos cansados de que los hijos de los campesinos sean los soldados que disparan. El campo está cansado de la sequía". 

Casi que de manera disimulada se aprovecha el ritual de tipo místico, religioso, en mucho espiritual, para invocar la presencia de lo "divino" en medio de los siguientes días que estarán dedicados al ocio, la juerga, a la lúdica máxima. Aquí primero se reza, luego se peca, entonces se empata y desde el 8 de enero todo volverá a la normalidad cotidiana. 

Estamos cansados de que los hijos de los campesinos sean los soldados que disparan. 


 

 

Crónica escrita: Gustavo Montenegro Cardona. 
Diseño gráfico: Cristina Aza. 
Realización audiovisual: Edgar Ruíz Rodríguez. 
Crónica radial: Jorge Arias Obando
Asistente de producción: Mabel González
Dirección general: Juan Carlos Santacruz Gaviria
Agradecimientos: CORPOCARNAVAL - Dirección de Comunicaciones Ministerio de Cultura - Página 10 - Radio Universidad de Nariño - Radio Planeta Sur.