La destrucción ecológica de Querétaro

El crecimiento inmobiliario podría causar una catástrofe en la ciudad 

.Desarrolladores inmobiliarios han construido, sin control alguno, en las faldas de "Peña Colorada", lo que podría acarrear daños incalculados

En los últimos 15 años, la cuarta parte de la principal reserva ecológica en el municipio de Querétaro, de nombre "Peña Colorada", ha sido devastada.

De las 7 mil 200 hectáreas con que originalmente contaba, hoy llega a 5 mil 400, producto de la autorización de 412 cambios de uso de suelo, autorizados por los cabildos de los municipios de El Marqués y Querétaro, a lo largo de ese tiempo.

La construcción de viviendas y de inmuebles comerciales en zonas de reserva ecológica o de recarga de acuíferos del municipio de Querétaro han causado la paulatina pero irremediable pérdida de áreas verdes y ubican a la capital queretana frente al riesgo de sufrir una catástrofe.

Derivado de estas autorizaciones de construcción, la capital del estado tiene frente a sí el riesgo latente de sufrir una grave inundación, particularmente en la zona norte de la ciudad, que pudiera causar una fuerte lluvia, como las que se han registrado en meses y años anteriores.

El ex director de Protección Civil en el Municipio de Querétaro, Amadeo Lugo Pérez, advertía, apenas en septiembre pasado, que uno de los riesgos que tiene la capital en general son las inundaciones.

Las precipitaciones en el territorio queretano han llegado a acumular hasta 200 milímetros por hora, lo que en términos de protección civil es un fenómeno de alto riesgo.

"Ha sido uno de los motivos principales por los cuales tengamos los problemas de inundaciones. No quisiera escudarme en eso, pero sí juega un papel muy importante, junto con la gran cantidad de basura que saturan los sistemas de drenaje" (2015).

Desde inicio del presente siglo, América Vizcaíno Sahagún, quien es vecina de Juriquilla, se ha dedicado a defender las áreas de reserva ecológica de la capital del estado, particularmente la de Peña Colorada.

No obstante, su lucha y sus advertencias del riesgo que corre la zona urbana de Querétaro en caso de que se destruyan sus reservas, no han sido escuchadas.

En la nota periodística firmada por Miguel Tierrafría (2013) publicada en el semanario Tribuna de Querétaro, se consigna que "Desde el 10 de febrero de 2004 hasta comienzos de 2013, el cabildo de Querétaro ha autorizado un total de 412 cambios de uso de suelo distribuidos en las siete delegaciones, revela información publicada en la gaceta municipal.

“La mayoría de los cambios de uso de suelo se concentra en la delegación Santa Rosa Jáuregui (114 cambios de uso de suelo, 27.6 por ciento del total), donde principalmente la modificación ha sido de preservación ecológica agrícola (PEA) a uso habitacional y de servicios".

Sin embargo, en estas cifras no se detienen los cambios. La ex regidora en el cabildo de Querétaro y ex candidata a diputada local para el cuarto distrito, postulada por el PRI, Abigail Arredondo Ramos, reveló nuevos números.

En entrevista realizada en junio de 2014 y publicada por el periódico electrónico Quadratín Querétaro, afirmó que en el trienio 2012-2015 del municipio de Querétaro, presidido por Roberto Loyola Vera, se autorizaron 85 cambios de uso de suelo.

Arredondo Ramos fue la presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ecología del municipio capitalino, durante el trienio referido.

“Han pasado 135 cambios de uso de suelo en lo que va de la administración de los cuales 85 han sido positivos y 36 han sido negativos y estos han sido porque han pedido cambio de Preservación Ecológica Protección Especial (PEPE) cuando la tierra ya no sirve cuando la urbe se ha comido esa zona y tiene uso comercial".

En esa entrevista, Abigail Arredondo afirmó también que las delegaciones que más cambios de uso de suelo presentan son Santa Rosa Jáuregui (donde se localiza Peña Colorada) y Epigmenio González, por el crecimiento demográfico que presentan estas dos zonas geográficas. Mencionó también que se ha autorizado la construcción de dos mil viviendas en lo que va de la administración que encabeza Roberto Loyola Vera.

El gran riesgo

El desarrollo inmobiliario en la zona norte y nororiente de la ciudad de Querétaro encierra un grave riesgo. Lo advierte América Vizcaíno Sahagún, lideresa del grupo Ecologistas de Juriquilla, AC.

"Al no haber una infraestructura hidrológica integral en la ciudad y al haber autorizado cambios de uso de suelo y construcciones en zonas de escurrimiento pluvial; al haber destruido bordos, construido en ríos y haber desaparecido zonas de regulación pluvial, los escurrimientos llegan a un lugar que no cuenta con la infraestructura pluvial necesaria, ocasionando inundaciones y riesgos a la población".

En entrevista, refiere que se había planeado, en la administración gubernamental anterior, construir una presa para captar toda el agua que viene de los escurrimientos. Sin embargo, nunca se decidió su edificación.

“La ciudad se va a inundar de muchos lados”, afirma.

“Estamos rodeados de cerros pero estamos construyendo en las faldas y en los mismos cerros, desviando el agua que escurre hacia las construcciones y de las construcciones hacia sitios sin infraestructura hidráulica”, explica la activista.

Por lo mismo, advierte de la necesidad de frenar el avance de la urbanización en estas zonas ecológicas.

Enrique Urribarren Castro, presidente de la organización Observatorio Ciudadano de Protección Ambiental de Querétaro y exdelegado en la entidad de la Procuraduría Federal de Protección al medioambiente, afirma que es menester decretar zona protegida a Peña Colorada a fin de evitar parte de la tragedia vislumbrada.

“En la actualidad –dice- lo único que impide que la zona cambie su situación de conservación son los ordenamientos ecológicos de los municipios de El Marqués y Querétaro, que la definen como de preservación ecológica”.

No obstante lo anterior, Urribarren Castro precisa que sin la existencia de un decreto que defina y proteja a la zona como tal, los anteriores ordenamientos pueden ser modificados y otorgarse el cambio de uso de suelo de la zona.

“Al no contar con un decreto de conservación, en diversas ocasiones los ejidatarios de la zona han recibido ofrecimientos para vender sus tierras a empresarios dedicados a la construcción de la vivienda. De hecho, fueron vendidas mil 400 hectáreas de su poligonal original ubicadas en el municipio de Querétaro”, puntualiza el activista medioambiental.

Daño ecológico

A fines de junio de 2011 se inició la construcción del centro comercial Antea Life Style Center en un terreno ubicado entre Jurica y Juriquilla y en los límites con Peña Colorada.

Los constructores, David Mena y José Olescowsky, así como el arquitecto Javier Sordo Madaleno, fueron los responsables de edificar este complejo que alberga a más de 300 negocios entre cines, restaurantes, tiendas de diversos rubros, bares y departamentales como El Palacio de Hierro.

Dicho complejo arquitectónico está asentado en la principal área de recarga acuífera de la zona metropolitana de Querétaro, según han confirmado los integrantes del grupo Ecologistas de Juriquilla AC.

En el Diario Oficial de la Federación del 16 de julio de 1998 se publicó los "Resultados de los estudios técnicos del acuífero del Valle de Querétaro, Qro."

Ahí se establece que “el acuífero de Querétaro se extiende en el subsuelo del valle y bajo los lomeríos y montañas adyacentes formados por rocas permeables. Tiene extensión superficial aproximada de 460 km2…”

Se estipula que sus límites llegan a la línea divisoria entre los estados de Guanajuato y Querétaro, hasta Santa Rosa Jáuregui; es decir, dentro del área en donde actualmente se ubica Antea y solamente a unos metros del límite con Peña Colorada.

En un recorrido realizado por la zona referida, es perfectamente visible la ubicación de Peña Colorada, conformada –en esta parte- por amplias laderas y montañas pintadas de verde.

Sin embargo, su colindancia con la localidad de Santa Rosa Jáuregui fue marcada por la construcción de un anillo vial denominado “Fray Junípero Serra”.

Pareciera ser que la carpeta asfáltica divide la zona verde de la región baja, en la que se ha construido un centro comercial junto a un hotel Hilton, el centro deportivo La Loma, la tienda Sam´s, Office Depot y otros negocios.

Varios de estos comercios fueron construidos por la empresa Desarrollos Turísticos Residenciales (DRT), propiedad de David Mena y José Olescowsky.

Dicha compañía desarrolladora también ha participado en la edificación de Antea Life Style Center (en la zona de recarga de los mantos acuíferos del Valle de Querétaro), Zibatá (fraccionamiento ubicado dentro de la zona ecológica Peña Colorada), Cumbres del Cimatario (dentro de la zona ecológica El Cimatario), Juriquilla Santa Fé, Lomas de Juriquilla y San isidro Juriquilla, según se exhibe en su página web (2011).

Durante los últimos 15 años, las autoridades en los municipios de Querétaro y El Marqués han autorizado cambios de uso de suelo de las zonas ecológicas que rodean ambas localidades, con el fin de extender las construcciones urbanas, debido al incesante crecimiento de la ciudad capital.

Los límites de la metrópoli queretana con el municipio de Corregidora han desaparecido, al igual que los de Corregidora con el vecino estado de Guanajuato, debido al crecimiento urbano, de tal suerte que para esa zona (el poniente) la capital de Querétaro no puede crecer.

Por lo mismo, la opción de desarrollo de vivienda, comercios e industrias se enfocó al oriente, rumbo al municipio de El Marqués.

Hace dos años, en 2013, el entonces Secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del gobierno estatal, Sergio Chufani Abarca advertía del riesgo que se corría de un crecimiento urbano descontrolado pero fundamentalmente, irregular.

“Sobre todo, hacia la parte que marca el aeropuerto en El Marqués, es hacia donde la mancha está más extendida, esto ya prende focos rojos, pues es donde se necesita aplicar ya una acción ejecutiva que haga respetar que si alguien está haciendo un desarrollo, no puede hacerlo si no es bajo las normas que se le están marcando”, explicaba (El Economista, 2012, s/p).

Sin ley... y sin respeto

A pesar de que en el 'Plan de Ordenamiento Ecológico' del municipio de Querétaro (fechado el 4 de agosto de 2010) se establece como una de sus metas declarar zona ecológica protegida a Peña Colorada, hasta el momento no se ha hecho así.

Contrariamente, tan solo tres meses después, los integrantes del cabildo de la capital queretana aprobaron la autorización del cambio de uso de suelo en una parte de esta reserva y con ello, la construcción de 4 mil 556 viviendas en esa zona.

Cinco años después, la lideresa del grupo "Ecologistas de Juriquilla, AC", América Vizcaíno, demandó a las autoridades del estado y el municipio capitalino, no autorizar más cambios de uso de suelo en esta zona ecológica.

“Coincidentemente”, en ambos momentos (2010 y 2015), es protagonista un personaje de la política local: Francisco Domínguez Servién.

Juega un papel clave en el primer momento, pues en ese entonces fungía como presidente municipal de Querétaro (2009-2012). Ahora, el mismo político (del Partido Acción Nacional) habrá de escuchar la petición de la activista ecológica, desde su despacho ubicado en la Casa de la Corregidora, sede del gobierno del estado que encabeza, desde el primer día de octubre de este año.

Peña Colorada se ha convertido en el ‘obscuro objeto del deseo’ de los fraccionadores, debido a su estratégica ubicación, sobre un costado de la Prolongación de la autopista Querétaro-San Luis Potosí y en un territorio en donde se tiene planeado (y ya se ejecutan) obras de infraestructura comercial y habitacional.

Dicho en otros términos, es una zona de alta plusvalía, atractiva para inversionistas y constructores.

En el cabildo correspondiente al trienio 2009-2012, que era presidido por Francisco Domínguez, participaron también –y votaron a favor del cambio de uso de suelo de esa parte de Peña Colorada- Braulio Guerra Urbiola, actualmente diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI); Mauricio Ortiz Proal –del mismo partido- y hoy diputado local en la 58 legislatura.

Yairo Marina Alcocer, militante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) también está en la lista de regidores que votaron a favor del cambio.

De acuerdo al acta de aquella sesión de cabildo, el único regidor que votó en contra fue Marco Antonio León Hernández, que en ese tiempo representaba al partido Convergencia Ciudadana.

No obstante lo anterior, ninguno de los que votaron por el cambio de uso de suelo ha querido platicar sobre el tema. Para ellos -palabras más palabras menos- el tema está cerrado.

Es de recordar que en ese mismo año de 2010, en el que se anuló la declaración de Peña Colorada como zona ecológica, fue nombrado vocal ciudadano del Fideicomiso Queretano para la Conservación del Medio Ambiente (FIQMA) el director general de la empresa DRT, el referido Víctor David Mena.

Es decir, contó el respaldo de los mismos políticos que en ese tiempo se desempeñaban como funcionarios públicos.

De acuerdo a ecologistas, como América Vizcaíno, el empresario ha sido denunciado de manera reiterada por destrucción del medio ambiente.

La página web del municipio de Querétaro contiene el Plan de Ordenamiento Ecológico, fechado el 4 de agosto de 2010. En él se establece como uno de sus objetivos, declarar zona ecológica a Peña Colorada.

El 15 de noviembre de 2010, Marco Antonio León Hernández, que entonces se desempeñaba como regidor en el cabildo de Querétaro por Convergencia Ciudadana, aseguró haber votado en contra de la aprobación del Acuerdo relativo a la autorización del cambio de uso de suelo de preservación ecológica y protección especial (PEPE) a uso de suelo habitacional con densidad de población de 300 Hab/Ha (H3). Este cambio fue para una parte del predio denominado “Fracción IV” de la Ex Hacienda de San Pedrito, con superficie de 75-93-14.00 hectáreas, de la Delegación Municipal Epigmenio González.

Y aun cuando el 23 de noviembre de 2010, a petición del presidente municipal Francisco Domínguez Servién, se revocó el acuerdo de cambiar de uso de suelo a Peña Colorada, en julio de 2014 la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales emitió el documento denominado: “Estudio previo justificativo para la declaratoria como área natural protegida Peña Colorada”.

En el limbo

Peña Colorada no cuenta con declaratoria de zona ecológica protegida. En consecuencia, es susceptible de que se cambie el uso de suelo de este lugar. Basta solicitarlo al cabildo del municipio de Querétaro y que la mayoría de sus integrantes voten a favor de la modificación, para que suceda. Por eso es que en el tema se involucra el actual presidente municipal, Marcos Aguilar Vega, los regidores y el síndico municipal.

La región que forma una frontera natural entre la urbe queretana y el resto de su territorio es una superficie de 4 mil 983.12 hectáreas, 49.8 por ciento de la cual está formada por mantorral subtropical; 27.9 por ciento por bosque tropical caducifolio y 17.02 por ciento de mantorral crausicaule perturbado.

Es tal el valor ecológico del área que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, en el documento "Área de protección de recursos naturales Peña Colorada" apuntó que, “por sus características y beneficios que provee, como bosques y matorrales en las partes altas amortiguan el efecto de los torrentes, y al mismo tiempo recargan los acuíferos, preservando el suelo (disminuyendo la erosión y deslaves) y protegiendo los recursos naturales, por lo que se considera un Área de Protección de Recursos Naturales, conforme al artículo 53 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), última reforma publicada el 16 de enero del 2014 en el Diario Oficial de la Federación. (Conanp, 2014, p. 7).

Las autoridades municipales, en los últimos 15 años, han autorizado cambios de uso de suelo con el único fin de permitir la construcción de más viviendas y centros comerciales, sin medir los riesgos que esta política conlleva.

Hoy, mucho de lo realizado es irreversible; eso no implica que se dejen de hacer las cosas. Por eso es que las actuales autoridades, principalmente el gobierno municipal, tiene la responsabilidad de frenar el crecimiento inmobiliario sobre zonas de reserva ecológica.

Esta decisión no solamente es en beneficio de la naturaleza; es fundamental para evitar que Querétaro viva una tragedia de dimensiones incalculables.

Por eso es necesario que el gobierno federal decrete oficial y formalmente a Peña Colorada como zona protegida. La inexistencia de este decreto es el camino fácil para que en cualquier momento, el cabildo del municipio de Querétaro apruebe más cambios de uso de suelo y con esto, marcar el destino fatal de la ciudad.