El apartamento

Un olvidado y deslumbrante apartamento parisino, que permaneció totalmente cerrado y olvidado durante 70 años, fue descubierto hace pocos años en el barrio de Pigalle, cerca de la Opéra Garnier. La romántica y hermosa historia de esta vivienda –cuya inquilina fue la bella y adinerada Marthe de Florian– se conoció por primera vez en 2010, año del fallecimiento de su titular, que vivió en este apartamento hasta su huída al sur de Francia semanas antes de que las tropas nazis desfilaran por París, en mayo de 1940.

Madame de Florian nunca regresó a su apartamento, ni a la capital francesa. Sin embargo, siguió pagando religiosamente las mensualidades correspondientes al alquiler de la vivienda hasta que falleció a los 91 años, en el año 2010. Una de las personas que tuvo el honor de ser la primera en introducir la llave en aquella vieja y oxidada cerradura, por primera vez en setenta años, comparó la experiencia con la de 'penetrar en el castillo de la Bella Durmiente'.

Madame de Florian, pintada por Boldini.

Todos los muebles aparecieron tal como ella los dejó, lo que indica una huída precipitada. Daba también la impresión de que la marcha hubiese sido ayer mismo. Una verdadera máquina del tiempo. El piso mostró muchos tesoros, pero el más valioso de todos era una pintura del artista italiano del siglo XIX Giovanni Boldini. 

La hermosa y delicada mujer de este retrato es la abuela Madame de Florian, Marthe de Florian. Fue pintado por Boldini en 1898, cuando Marthe tenía 24 años de edad. La pintura fue recientemente subastada y vendida por 2 millones cien mil euros. La abuela Marthe fue una conocida actriz que tuvo una larga lista de admiradores masculinos. En el piso se encontraron las cartas de amor de sus admiradores, entre ellos estaba el propio Boldini y el Primer Ministro de Francia, George Clemenceau.



Madame de Florian nunca regresó a su apartamento ni a la capital francesa. Sin embargo, siguió pagando religiosamente las mensualidades correspondientes al alquiler de la vivienda hasta que falleció a los 91 años, en el año 2010. Una de las personas que tuvo el honor de ser la primera en introducir la llave en aquella vieja y oxidada cerradura, por primera vez en setenta años, comparó la experiencia con la de 'penetrar en el castillo de la Bella Durmiente'.


 Hasta hoy, son muchos los que se preguntan –sin tener la respuesta– porqué Madame nunca volvió a su apartamento parisino. Desafortunadamente, la casa no está abierta al público y es propiedad de sus herederos.