PERIODISMO DIGITAL Y ESFERA PÚBLICA


Universidad Jorge Tadeo Lozano


Los retos del periodismo digital y sus aportes a la construcción de la esfera pública

Por: María Alejandra Navarrete y Edier Buitrago

El periodismo digital presenta muchos retos, pues su mal ejercicio ha cuestionado las buenas prácticas y el deber ser del periodista. No obstante, las nuevas dinámicas, lenguajes, formatos y audiencias que propone podrían situarlo en un lugar relevante para la construcción social.

El periodismo, un oficio propio de la modernidad, desde sus orígenes ha estado relacionado con el ejercicio del contrapoder, de contar lo que necesita ser divulgado, de promover ideas como la igualdad, la libertad y la democracia.

Jürgen Habermas (1981) ubica a la comunicación dentro de la esfera pública, aquel espacio social de construcción ciudadana, basado en la polis de los griegos (la vida pública), en donde los ciudadanos, a través del discernimiento, tomaban decisiones a favor del bien común.

Pero el aporte de los medios de comunicación a la esfera pública se ha desvirtuado por diferentes razones, entre esas, fenómenos de la modernidad misma, como la privatización de la información, el limitado acceso a la cultura, el abordaje de la política como espectáculo y la comunicación de masas.

Según Quim Gil (1991), en la Sociedad Industrial

El cuarto poder se definía como una herramienta de control al servicio de la ciudadanía, que obtenía una información transparente e imparcial a través de los medios y se integraba a través de la opinión pública. Los medios de comunicación eran, pues, el elemento imprescindible para poder fundamentar el corolario de la libertad y el control sobre los abusos de poder en las democracias liberales.

No obstante, algunos retos del periodismo como las limitaciones de tiempo y espacio, la dependencia hacia la pauta y la dificultad para ejercer la libertad de expresión han coartado este poder o, peor aún, lo han transformado en un poder de opresión hacia la ciudadanía.

El periodismo digital, producto de la sociedad de la información, también ha sumado retos a la contribución de los medios de comunicación para construir la esfera pública, lo cual resulta extraño siendo una plataforma más democratizada que los medios tradicionales.

“Pero en un marco de abundancia de información la función del periodista digital casi se desplaza a al extremo opuesto. Los ciudadanos nadan en información, y algunos casi se ahogan”, explica Quim Gil.

Los retos del periodismo digital, heredados de los orígenes de la profesión, tienen que ver con la incapacidad de generar un modelo de negocio que asegure la independencia del medio a la pauta o a la financiación de “fuentes externas”, asociadas por lo general a grandes grupos de poder económico y político.

Según Bob Franklin (2014), las alternativas actuales de financiación para los medios, como son el “pago por contenido” o las barreras de acceso tras cierto número de artículos leídos, son cada vez más comunes, y representan una ruptura en la democracia, ya que solo permiten acceder a la información a aquellos con capacidad adquisitiva. ¿Cómo asegurar un modelo de negocio que no sea elitista?

Otro reto del periodismo en la era digital, tiene que ver con la pérdida del monopolio en la producción y distribución de la información (García-Avilés, 2016). Este reto parte de entender que hoy en día la esfera pública no pasa obligatoriamente por los medios de comunicación sino, por el contrario, que son los mismos ciudadanos los que definen qué es importante conocer y qué no, y quienes califican el contenido producido por los medios.

 Julián Ausserhofer y Axel Maireder (2013), en Australia, estudiaron el uso de Twitter por parte de políticos, periodistas y ciudadanos y llegaron a la conclusión de que las redes sociales se encargan de formar usuarios políticamente relevantes, detrás de los cuales hay grupos de poder, y que llegado el punto pueden contradecir a los medios masivos, e igual la gente les creerá. ¿Cómo puede el periodismo contribuir a superar la posverdad?

Para Thomas Poell y José van Dijck (2014) de la Universidad de Amsterdam, el aumento en el uso de las redes sociales por parte de los ciudadanos está causando una pérdida en la independencia de los medios de comunicación. Por un lado, los algoritmos usados por Facebook y otras redes impiden una difusión masiva de los contenidos, logrando que solo lleguen a un número determinado de personas, a no ser que se pague por pauta. Por el otro lado, la lucha por obtener mejores estadísticas en las redes obliga a transformar los medios en proveedores de contenido “a demanda”, de acuerdo a las tendencias del momento. ¿Son las redes sociales un medio de comunicación o una plataforma?

Pero estos no son todos los retos. A lo anterior se suman otras dificultades como la precariedad en la calidad de la información que abunda en la red, los problemas que atrae la inmediatez, la información falsa, la baja rentabilidad de los periódicos online, entre otras.


No obstante, cualidades del periodismo digital como la facilidad de acceso, la diversidad de contenidos, los públicos amplios y los bajos costos de producción hacen de él un recurso que, de ser bien utilizado, podría transformar positivamente nuestra esfera pública.

Las nuevas tecnologías han modificado los medios de comunicación en términos de herramientas, del ejercicio del oficio y del alcance de las audiencias. Este último elemento es crucial en la discusión, pues una esfera pública necesita de un diálogo entre ciudadanos y las nuevas tecnologías permiten ese diálogo entre audiencias y medios.

Según el periodista Gabriel Bermúdez (2013)

la Web 3.0 interpreta desde su profundidad las necesidades no solo de los periodistas sino también de las audiencias [...] Su intuición innata, producto de la interrelación entre bases de datos, sumada a la intuición y curiosidad que por vocación y naturaleza alimenta a los periodistas más sagaces, está llamada a convertirse en la llave que abra todos los secretos periodísticos mejor guardados. Pero su manejo experto y competitivo, como con los atletas, requiere entrenamiento y también el sorteo de obstáculos.

Bermúdez enfoca la discusión hacia la investigación periodística y reconoce ciertas ventajas del periodismo digital como: el acceso y procesamiento de la Big data, el uso de herramientas para la visualización de datos, la posibilidad de investigar y desentrañar la información oculta.

También sugiere a las audiencias como usuarios, como sujetos de mercado, y efectivamente lo son. Es importante conocer a las audiencias para desarrollar modelos de negocio más efectivos y darle estabilidad económica a los medios de comunicación entendidos como empresa. Esta es otra de las grandes ventajas del periodismo digital.

Pero ¿y si a estos usuarios se les otorga también el nombre de ciudadanos? Tendríamos un escenario de mercado y, al mismo tiempo, uno de actores políticos; un escenario de necesidades pero también de derechos y deberes.

Casos de trabajos periodísticos digitales dan cuenta del panorama de oportunidad que ofrece este campo. Panamá Papers y Paradise Papers, por ejemplo, son el resultado del trabajo colaborativo virtual de los periodistas a nivel mundial y del manejo de datos.

En Colombia, el uso de formatos audiovisuales como La Pulla y Las Igualadas de El espectador permiten llevar a la agenda pública temas de corrupción, política, denuncia e igualdad de género de forma más efectiva y con mayor alcance de audiencias.

Sonia Perilla, periodista colombiana de amplia trayectoria y una de las ganadoras del Premio Simón Bolívar 2017, entre otros galardones, comparte desde sus 20 años de experiencia en los medios de comunicación cuáles son las oportunidades que ofrece el periodismo digital, tanto para los periodistas como para la sociedad.

Conclusiones

Sabiendo que el periodismo, como lo afirma Gil (1999), representa el cauce de información hacia la ciudadanía, urge utilizar esta nueva plataforma digital de forma democratizada, rigurosa e incluyente.

Los usuarios del periodismo digital deben empezar a ser vistos como ciudadanos, como miembros exigentes de una esfera pública consolidada con información veráz y criterios de decisión.

Los periodistas digitales, entonces, tienen la responsabilidad de saber utilizar las múltiples ventajas que la plataforma digital presenta e, incluso, desafiar las limitaciones tradicionales del periodismo a través de nuevos lenguajes y formatos.

Sí se puede ayudar a consolidar, a través del periodismo, un espacio de construcción social en línea y allí la ética de los periodistas dará la clave de una sociedad digital bien informada que trascienda a las decisiones colectivas en un espectro real y tangible.

Referencias

Ausserhofer, J., & Maireder, A. (2013) National politics on Twitter: Structures and topics of a networked public sphere. Information, Communication & Society, 16(3), 291-314.

Crucianelli, S. (2013). Introducción. Herramientas digitales para periodistas. Knight Center for Journalism in the Américas.. https://knightcenter.utexas.edu/books/HDPP.pdf

Franklin, B. (2014). The Future of Journalism: In an age of digital media and economic uncertainty.

García-Avilés, José Alberto (2016) La información ya no es lo que era”. Diez propuestas sobre el periodismo en la Sociedad Red. Revista de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación, [S.l.], v. 3, n. 5, p. 1-8, ene. ISSN 2341-2690. Disponible en: <http://www.revistaeic.eu/index.php/raeic/article/view/114>. Fecha de acceso: 18 nov. 2017

Gil, Q. (1999). Ética y deontología periodística
en la Sociedad de la Información. Tomado de: http://www.saladeprensa.org/art90.htm

Habermas, J. (1981). Historia y crítica de la opinión pública. Barcelona: Editorial Gustavo Gili

Poell, Thomas y van Dijck, José (2014), Social Media and Journalistic Independence (December 2, 2014). In Media Independence: Working with Freedom or Working for Free?, edited by James Bennett & Niki Strange. 182-201. London: Routledge. Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=2533014