Revive la tensión racial en EEUU

Dos nuevos nombres entran a la lista de ciudadanos negros muertos a manos de la Policía. 
La comunidad afroamericana reacciona

Los manifestantes lanzaban proyectiles, la Policía antidisturbios respondía con gases lacrimógenos y de repente una detonación: la ciudad estadounidense de Charlotte (Carolina del Norte) vivió otra noche de enfrentamientos violentos que, sin embargo, había comenzado en calma.

La atmósfera de una vigilia en memoria de Keith Scott, un hombre negro que murió a manos de la Policía en circunstancias controvertidas el martes cambió súbitamente cuando la manifestación llegó a la sede central de la Policía.

Un manifestante arrancó la bandera estadounidense de su mástil, mientras que otros golpearon violentamente las puertas del edificio al grito de "¡Sin justicia no hay paz!" y "¡Abajo la Policía!".


Fue la segunda noche de protestas por la muerte de Keith Scott, un padre de familia de 43 años. La Policía explicó que Scott llevaba un arma y que amenazó con ella pero sus familiares sostienen que no tenía un arma sino un libro. "Quitaron el libro y lo reemplazaron por un arma", aseguran.

No era la persona buscada

Según la versión de la Policía, agentes enviados a detener a un sospechoso observaron a Keith Scott -quien no era la persona buscada- en el parqueo del edificio. Los agentes le pidieron varias veces que bajara el arma. "A pesar de esos requerimientos, Scott salió del vehículo con un arma en la mano", relató el jefe de la Policía.

Los allegados a la víctima y militantes de defensa de los derechos humanos cuestionan esta versión y reclaman que la Policía difunda las imágenes grabadas por las cámaras que los agentes llevan con ellos y la del vehículo policial, a lo que las autoridades se han negado hasta el momento.

Dos más en menos de una semana

En menos de una semana se sumaron dos nombres a la lista de los ciudadanos negros muertos a manos de la policía en Estados Unidos. El segundo fue Keith Scott, el viernes Terence Crutcher murió por un disparo de la policía en Oklahoma.

No son pocas las voces que consideran que estos casos, al igual que los de Alton Sterling, Philando Castile, Michael Brown, Eric Garner, Walter Scott y Freddie Gray evidencian el problema estructural de racismo y exceso de violencia de la policía con la comunidad afroamericana.


"La gente negra es tres veces más propensa que la blanca a ser víctima de la policía en Estados Unidos. El año pasado, la policía mató a más negros desarmados que blancos armados", señala Sam Sinyange, investigador del proyecto Mapeando la Violencia Policial, citado por la BBC.

Por su parte Lorie Fridell, profesora de criminología en la Universidad del Sur de Florida (EEUU) señala que la Policía, como el resto de la gente, tiene un sesgo implícito y vinculan a los negros con el crimen. “Por lo tanto, ese sesgo pudo haber tenido que ver con los casos de los afroamericanos muertos a manos de la policía en este país”, señala.

Otros casos en lo que va del año

En febrero, el agente de policía Aaron Smith, de 23 años, presuntamente disparó y provocó la muerte del afroamericano Gregory Gunn, en Alabama. El 11 de abril, un joven negro de 16 años, Pierre Loury, falleció durante una persecución a pie con la Policía en Chicago, después de que los agentes parasen el coche en el que viajaba al sospechar que estaba involucrado en un tiroteo anterior.

El 6 de julio, En Baton Rouge (Louisiana), la muerte de un hombre negro a manos de policías blancos conmocionó nuevamente. El fallecido era Alton Sterling, de 37 años. Un mes más tarde, el 7 de julio, se conoce la muerte del joven negro Philando Castile a manos de la Policía, en Falcon Heights (Minnesota), que desata protestas en todo el país y la manifestación en Dallas que acabó con la muerte de 5 policías.

La muerte de Philando Castile por su pareja fue transmitida por televisión (estas imágenes pueden herir su sensibilidad):

Fuente: AFP, EFE y BBC.