¿Quién fue el Che 
y por qué vino a Bolivia?

La historia del hombre que terminó convertido en un mito

Ernesto Guevara de la Serna puede ser un héroe que luchaba por la libertad de los pueblos o un asesino que trataba de revolucionar países que no eran el suyo. En medio de los dos extremos se impone una certeza: el Che terminó convertido en un ícono mundial del movimiento contracultural y antiimperialista.

Medio siglo después de su muerte –de su asesinato- en Bolivia, las dos visiones se encuentran en el lugar donde terminó la historia del guerrillero y comenzó el mito.

Los orígenes

Eran los años 50 y el imperialismo de Estados Unidos en América Latina y el Caribe estaba en su apogeo. El argentino que había nacido en una familia de clase alta de Rosario en 1928, pasaba largas temporadas fuera de su país.

El momento clave de su vida, el punto de inflexión que determinaría el resto de sus años, sería su estancia en Guatemala en 1953, según el periodista Jon Lee Anderson, uno de sus biógrafos. El Che presenció en ese país el derrocamiento del Gobierno democrático de Jacobo Arben, auspiciado por Estados Unidos, y fue entonces que "la indignación social, la rabia, hizo de gatillo ideológico para él".

Más tarde, el Che Guevara estuvo en México donde permaneció por más de dos años y donde definió sus ideas políticas, se casó, tuvo a su primera hija e ingresó al Movimiento 26 de Julio, dirigido por Fidel Castro, con el fin de formar un grupo guerrillero en Cuba para derrocar al dictador Fulgencio Batista e iniciar una revolución en la isla.

Luego de varias batallas, en 1959 triunfa la Revolución Cubana, Fidel Castro asume el mando de la nación y lo demás es historia: la República de Cuba se proclama socialista, Estados Unidos impone un bloqueo económico y comercial que se mantiene hasta ahora, expulsan a Cuba de la Organización de Estados Americanos y, muchos países sometidos a las imposiciones norteamericanas, rompen relaciones con La Habana.



Guevara participó desde la Revolución y hasta 1965 en la organización del Estado cubano. Desde sus cargos económicos el Che Guevara impulsó, entre otras cosas, la nacionalización de empresas y sectores claves de la economía, la planificación centralizada y el trabajo voluntario.

Mira uno de los discursos más emblemáticos que Guevara dio, cuando representó a Cuba en una Asamblea de las Naciones Unidas:

En busca de la expansión


Algunas versiones dicen que la tendencia maoísta del Che Guevara incomodó a Fidel Castro quien seguía la línea estalinista de la Unión Soviética y que propiciar la expansión de la revolución antiimperialista en otras regiones, a la cabeza del guerrillero argentino, era una forma de sacarse el problema de encima.

El Che Guevara, también convencido de la necesidad de extender la lucha armada en países en los que Estados Unidos tenía injerencia, impulsó la instalación de grupos guerrilleros en América Latina y él mismo combatió en el Congo y en Bolivia


«Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica», era una de sus proclamas.

Eligió Bolivia

En 1966 el economista uruguayo Adolfo Mena González, ingresó a Bolivia a través del aeropuerto John F. Keneddy de la ciudad de El Alto y se registró en el Hotel Copacabana de La Paz.

Adolfo Mena era el Che Guevara que portaba una identidad falsa para entrar al país entonces gobernado por la dictadura militar del general René Barrientos y unirse al equipo de avanzada que lo esperaba para iniciar la lucha armada con el apoyo de los comunistas bolivianos.




En su libro Memorias necesarias (2017), Óscar 'Motete' Zamora le reclama a Fidel Castro que nadie le avisó al Partido Comunista de la intención del Che de venir a Bolivia a encabezar una revolución guerrillera.

El 7 de noviembre de 1966, día en que comienza su Diario de Bolivia, Ernesto Guevara a la cabeza de 47 combatientes, se instala en una zona montañosa y selvática ubicada cerca del río Ñancahuazú.

El grupo guerrillero estaba integrado por 16 cubanos, 26 bolivianos, 3 peruanos y 2 argentinos. En las filas había solo una mujer: Tania.

El general Barrientos solicitó la cooperación de Estados Unidos y organizó un sistema de inteligencia coordinado con otros países de la región para combatir la guerrilla.

La CIA envió agentes para capturar al Che y al resto de los combatientes y, junto con soldados bolivianos, organizaron emboscadas en el sudeste de Bolivia.

La captura

A 11 meses de iniciada la guerra en Bolivia, en octubre de 1967, una tropa de 400 soldados, encabezados por el entonces capitán Gary Prado Salmón, persiguió a los revolucionarios por las sierras y gracias a la denuncia de algunos campesinos, ubicaron al Che en la quebrada de El Churo y lo capturaron.

"Lo llevaron preso a la localidad de La Higuera y esa misma noche llegaron en helicóptero un coronel boliviano y un agente cubano de la CIA que tomó fotos y pasó junto al Che sus últimas horas.


El de la CIA quería llevárselo a Panamá para interrogarlo, pero la mañana siguiente los mandos bolivianos recibieron una orden directa del presidente Barrientos para que mataran al Che. El sargento Mario Terán, que la víspera había visto morir a tres compañeros en la última batalla contra la guerrilla, disparó varias ráfagas de ametralladora al Che para simular que había muerto en combate", relata el periodista Ander Izaguirre en Potosí.

El 10 de octubre, un día después de su muerte, su cadáver fue expuesto en la lavandería del hospital de Vallegrande y sus manos fueron amputadas por orden de la CIA para que se comprobase la identidad de Guevara con sus huellas dactilares.


Los seguidores del Che lo cuestionan: ¿Hizo lo posible Fidel para salvarlo? Jon Lee Anderson es tajante: "Lo que montaron los cubanos allí fue una operación encubierta de un Estado en otro; cuando las cosas fueron mal, decidieron limitar los daños; y al final el Che se quedó solo".

Terán contó, en una entrevista dada a Paris Match en 1977, los últimos minutos de vida del Che:

"Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se puso furioso. Así es que fui. Ése fue el peor momento de mi vida. Cuando llegué, el Che estaba sentado en un banco. Al verme dijo: «Usted ha venido a matarme». Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Entonces me preguntó: «¿Qué han dicho los otros?» Le respondí que no habían dicho nada y él contestó: «¡Eran unos valientes!» Yo no me atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma. «¡Póngase sereno —me dijo— y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!»Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto".

Identificación de su cuerpo

En julio de 1977, en una fosa común de Vallegrande, los restos de Ernesto Guevara fueron identificados por un equipo de científicos.

Por un decreto del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, los restos de Guevara y los otros guerrilleros cubanos serían repatriados después de su identificación para ser entregados personalmente a sus familiares.

Los restos del Che Guevara descansan en un mausoleo cubano de Santa Clara, lugar que se ha vuelto un punto de peregrinación para sus seguidores.

Texto y composición: María Silvia Trigo

Fuentes: Documentos escritos por Jon Lee Anderson, Óscar Zamora Medinaceli, Ander Izaguirre, Lupe Cajías, una entrevista de Mario Terán en la revista francesa Paris Match e información recogida en el Mausoleo de Santa Clara en Cuba.

Fotos: AFP, Daily Mail, BBC. India Times, Pinterest, El Mundo.