LaMia: la tragedia aérea que conmocionó al mundo

A un año del accidente 

Eran las 22:15 de aquel fatídico 28 de noviembre de 2016. El capitán Miguel Quiroga del vuelo 2993, de la aerolínea LaMia, pedía de forma desesperada a la controladora de la torre del aeropuerto José María Córdova (Colombia) que le diera vectores para aterrizar. Segundos después, solo el silencio reinaba en la radio. 

En esa aeronave viajaban 77 personas, 71 fallecieron. Luto y llanto se apoderaron de sus familias. Fueron tres los países inmersos en este cuadro de dolor que causó desolación en el mundo entero. Lo que era un viaje de ilusión se convirtió en una tragedia. El equipo de fútbol de Brasil, el Chapecoense, tenía programado jugar la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional. Salieron desde el aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, con destino a Colombia, ¡nunca llegaron!.

Ahora, a un años de esta fatalidad, procesos judiciales, denuncias, personas en calidad de fugitivos y sueños truncados son la realidad que atañe a quienes estuvieron envueltos en este capítulo negro de la aviación. 

Los bolivianos que se salvaron 

La azafata cruceña Ximena Suárez y el mecánico de aviación cochabambino, Erwin Tumiri, son dos de las seis personas que lograron salir con vida del trágico accidente. Los otros son tres futbolistas y un periodista brasileño.

Más allá de la fortuna y la "bendición" de haber sobrevivido como dijeron ambos, tanto Suárez como Tumiri deben encarar un proceso de recuperación largo y complejo para sanar sus heridas físicas y también sicológicas.

En el caso de la azafata Ximena Suárez Otterburg (28), ella se encuentra sin recursos para su recuperación plena. Su abogado, Carlos Subirana Gianella, reveló que su defendida ha gastado los $us 25.000 que dio el seguro dentro de la cláusula para accidentes laborales, de los cuales $us 13.680 fueron cancelados a la clínica Somerse de Colombia. Suárez no está físicamente bien, pues aún falta someterse a una cirugía para que le corrijan el tabique nasal; además debe tener tres sesiones semanales de fisioterapia para recuperarse de la columna vertebral y de un pie que le reconstruyeron. 

Además, por semana debe asistir a cuatro sesiones de recuperación mental, dos al sicólogo y dos al siquiatra, y cada una de las citas vale $us 50. A ello se debe agregar los medicamentos para soportar los dolores, los cuales, cada caja vale entre 200 y 300 bolivianos, y se acaba en una semana. 

La mujer ha sido declarada muerta en vida laboralmente, así lo certificó un siquiatra forense, por ello precisa recuperarse físicamente para encontrar la manera de sostenerse económicamente y a sus dos hijos pequeños. Suárez actualmente es mantenida por su padre, que es un abogado jubilado, dinero que no garantiza su plena recuperación.

Erwin Tumiri, el otro sobreviviente, por su lado se encuentra en su natal Cochabamba. En su cuenta de Facebook se muestra sonriente y envía mensajes de optimismo respecto a su recuperación. Él se mantiene en proceso de recuperación y utiliza a la música como un 'escape' a la realidad para mantenerse activo en algo que también la apasiona.

Vida después de la muerte

Solo tres de los futbolistas del Chapecoense lograron sobrevivir a aquel accidente. Los tres se encuentran en etapa de recuperación tanto física como sicológicamente ya que deben asistir a consultas con especialistas para sobrellevar de manera diaria los traumas sufridos.
 
Alan Ruschel

El defensa, de 27 años, fue el primero en ser rescatado y el que más suerte tuvo. En un primer momento, los médicos pensaron que podría quedar paralítico tras verse afectada su columna vertebral, pero sólo una semana después del accidente, Ruschel daba sus primeros pasos. 

El brasileño está en la última etapa de su recuperación y desde los primeros días de marzo ha comenzado a entrenar con balón, aunque lo hace al margen de sus nuevos compañeros de equipo.

Helio Nieto

Los equipos de emergencia lo encontraron debajo de un fuselaje en condiciones térmicas extremas; permaneció en coma durante 14 días. 

El jugador brasileño, de 31 años, visitó el mes pasado el estadio Arena Condá para saludar a los futbolistas actuales del Chapecoense. Nieto continúa trabajando pero todavía se desconoce si podrá regresar al fútbol de manera profesional.

Jackson Follmann

El portero, de 24 años, sufrió la amputación de una parte de su pierna derecha tras el accidente y le colocaron una prótesis. También fue operado de las vértebras por varias roturas. 

Después del accidente, "mi mayor deseo fue ponerme de pie, caminar, (...)ir solo al baño, lavarme los dientes… Esas cosas sencillas que pasan desapercibidas para las personas", dijo en una entrevista a AFP.

"Cuando comencé a dar mis primeros pasos sin muletas quería subir escaleras, bajarlas… Mi pensamiento era de hacer muchas cosas, aunque sé que todavía no puedo y tengo que respetar mi cuerpo", relató.

El plan de vuelo presentado por la aerolínea LaMia Corporation, cuyo avión se estrelló el lunes en Medellín acabando con la vida de 71 personas, tenía observaciones que debieron haber evitado que la nave salga del aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz y termine provocando una tragedia que todavía sacude al mundo. 

Antes de que el avión partiera, el documento que entregó el despachador de la empresa LaMia, Álex Quispe (uno de los siete tripulantes del avión que fallecieron), tuvo al menos cinco observaciones hechas por Celia Castedo Monasterio (Salió del país), funcionaria de Aasana Viru Viru, que estaba de turno en las oficinas donde se revisan todos los planes de vuelo. La encargada indicó que la autonomía de vuelo no era la adecuada, que faltaba un segundo plan alterno, que el informe fue mal llenado y que era necesario hacer cambios. 

EL DEBER accedió al informe que presentó Castedo, donde hace conocer las observaciones que hizo al plan de vuelo de LaMia. Allí describe sus cuestionamientos y las respuestas que le dio Quispe una hora antes de que el avión decolara de Viru Viru, transportando 22 periodistas, 22 dirigentes y acompañantes del equipo de fútbol, 22 integrantes de la plantilla del Chapecoense y nueve miembros de la tripulación.

La principal observación que hizo la funcionaria de Aasana tuvo que ver con el tiempo de vuelo previsto entre Santa Cruz y el aeropuerto de Medellín, que era igual a la autonomía de combustible que tenía la aeronave.

De acuerdo con los documentos, el tiempo estimado en ruta era de 4 horas y 22 minutos. El mismo tiempo que se registró para la autonomía de vuelo de la nave, aspecto que nunca debería ser igual.

Castedo, que se encuentra en Brasil, fue imputada por incumplimiento de deberes, entre otros cargos. Fue declarado en rebeldía por el Ministerio Público. Además de la exfuncionaria, también se dio la misma situación para Marco Antonio Rocha, director de Operaciones de la aerolínea LaMia, por el accidente aéreo registrado en Colombia.

Con relación al imputado Rocha Venegas, el Ministerio Público identificó que como socio de la aerolínea violentó el manual de funciones aprobado por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), además de las formalidades legales que debe tener la planificación interna empresarial de un vuelo internacional de transporte de personas.

En el caso de Celia Castedo, en su condición de Operadora Aérea Internacional (AIS) de Aasana, se encargaba de la revisión de los planes de vuelo la cual autorizó sin verificar el permiso de vuelo otorgado por la DGAC.

La documentación del plan de vuelo internacional con destino a Colombia, se encuentra en poder del Ministerio Público, donde se evidenció que los datos no son correctos con relación a la autorización de la DGAC, por lo que la omisión a ese hecho constituye el incumplimiento de Castedo a la normativa regulatoria de la aeronavegabilidad.

Composición: Pablo C. Cambará Ferrufino
Fotos. AFP, EL DEBER, Internet
Fuente: EL DEBER, AFP y DGAC
Videos: Red O´Globo, EL DEBER