16 años después del 11-S 

El ataque terrorista contra el Centro Mundial del Comercio marcó la historia de EEUU y el mundo

Construidas en la década de los 70, las Torres Gemelas eran en 2001 el tercer edificio más alto del mundo. En sus instalaciones trabajaban unos 50.000 empleados pertenecientes a las más importantes empresas financieras. Además, por ser una de las mayores atracciones de Nueva York recibían a diario la visita de miles de personas. 

Sin embargo, el martes 11 de septiembre del 2001 un atentado terrorista contra las Torres Gemelas y el Pentágono - que aún guarda muchas dudas entre la población y el mundo- terminó con la vida de más de 3.000 personas y marcó la historia del país más poderoso del mundo.

EL ATAQUE CONTRA LAS 
TORRES GEMELAS 

Eran las 8:46 del 11 de septiembre de 2001 y el vuelo 11 de American Airlines, con 92 personas a bordo, se incrustó en la torre norte del World Trade Center de Nueva York.

16 minutos después, el vuelo 175 de United Airlines, con 65 personas, chocó de llenó al otro edificio de las Torres Gemelas, en un hecho que fue transmitido en directo por la televisión internacional.

Tras el choque del segundo avión la hipótesis de un accidente como causa de la colisión en la Torre Norte quedó descartada, y tanto el Gobierno de George W. Bush como la población en general comenzó a hablar abiertamente de un atentado terrorista contra EEUU.

A las 10:00, se desplomó completamente la Torre Sur (la segunda en recibir el ataque), con miles de personas en su interior y produciendo una lluvia de escombros que mató a otros cientos más.  28 minutos más tarde la Torre Norte se desplomó por completo.

Mientras tanto un tercer avión se estrelló en Virginia contra las oficinas del Pentágono, sede del Ministerio de Defensa estadounidense, reproduciendo el mismo escenario de muerte y destrucción registrada en Nueva York. El balance de este ataque fue de 184 muertos.

El caos y el pánico se habían apoderado de Estados Unidos. Se decretó alerta máxima en todo el país. Todos los edificios públicos fueron evacuados y se ordenó el cierre de aeropuertos y fronteras ante el temor de nuevos atentados.

LOS RESPONSABLES 

Investigaciones posteriores confirmaron que el atentado fue ideado varios años antes por la mano derecha de Bin Laden, Khalid Sheikh Mohammed, y que originalmente contemplaba la colisión de 10 aviones. Además de las Torres Gemelas, del Pentágono y del Capitolio, otros objetivos eran los cuarteles generales del FBI, la CIA, centrales nucleares e importantes edificios de Los Ángeles y Seattle.

Fueron 19 los terroristas que participaron en los atentados del 11 de septiembre, todos militantes del grupo islámico Al Qaeda. Sin embargo, solo cuatro de ellos se formaron tomando clases de aeronáutica tanto en Alemania como en Estados Unidos a fin de pilotear los aviones secuestrados.


Separados en cuatro grupos, los terroristas habrían secuestrado los cuatro aviones. Para ello, primero se embarcaron como pasajeros en los vuelos, antes mencionados, y poco después del despegue neutralizaron a la tripulación, tomando el mando de los aparatos y desviándolos hacia sus objetivos.

El Presidente de los Estados Unidos, George W. Busch, comentó desde Lousiana que su gobierno "perseguirá, cazará y castigará a los responsables de estos actos cobardes".

LAS VÍCTIMAS Y LOS SOBREVIVIENTES

Cada 11 de septiembre las familias de las víctimas se reúnen en la zona cero, donde con el sonidos de las campanas, conmovedores momentos de silencio, y la lectura de los nombres de las casi 3.000 personas que murieron en los atentados terroristas, recuerdan con dolor a sus seres queridos.

Muchas de las víctimas lograron comunicarse con sus familiares, minutos antes de que las torres colapsaran o los aviones se estrellaran, esta es una de las cientos de llamadas que realizaron personas que perdieron la vida el 11-S.

El restaurante Windows on the top quedaba en los dos últimos pisos de la torre Norte del World Trade Center. El 11 de septiembre de 2001, luego de que un avión Boeing impactara contra el edificio, el caos se apoderó del lugar. En medio del humo, mientras decenas de personas corrían de un lado a otro entre las mesas, el chef Moisés Rivas, uno de los 72 trabajadores del restaurante llamó a su familia y se despidió para siempre.

Rivas marcó un número en su teléfono. Su hija adoptiva, Linda Branigan, contestó la llamada. 

Minutos más tarde, la esposa del chef, Elizabeth Rivas, le preguntó a su hija: "¿No ha llamado Moisés?". Linda respondió: “Sí, mamá, dijo que no te preocuparas. Que está bien. Dijo que te ama sin importar lo que ocurra”. Fue lo último que supieron de él. Moisés Rivas se convirtió en una de las más de 3.000 víctimas del atentado a las Torres Gemelas.

Algunos lograron salir a tiempo de los edificios; sin embargo, otros no tuvieron tanta suerte.

El nigeriano Muyiwa Onigbogi, de 39, había llegado temprano a su oficina del piso 82 de la torre Norte, recuerda claramente lo sucedido ese 11 de septiembre. 

"Íbamos caminando normalmente, a ritmo calmado, rápido pero no corriendo", contó Onigbogi, que recuerda que el humo se filtraba desde arriba y era muy difícil respirar. A mitad de camino se cruzaron con un grupo de bomberos, que les decían que no se detuviesen y que siguieran bajando.

"Cada vez que mi psicólogo me pregunta ¿qué es lo que más me perturba hoy?, le digo que son las caras de esos bomberos subiendo mientras nosotros descendíamos -contó-. No los voy a poder olvidar jamás."

A 15 años de aquel día, Onigbogi sigue teniendo problemas para respirar y no puede dormir; tampoco ha vuelto a trabajar. "Es como estar atrapado en la experiencia, no lo puedo explicar -dijo-. Para mí es como revivirlo todos los días."

Frank y Chip eran ambos miembros de la Fuerza Aérea y trabajaban en el Pentágono. Chip estaba lista para morir; sin embargo, gracias a la ayuda de los bomberos la pareja logró salir del edificio.

LOS RECUERDOS 

Son muchos los recuerdos que dejó el atentado del 11 de septiembre a EEUU y al mundo. La zona en la que ocurrió el incidente se convirtió entonces en un enorme cráter lleno de obras con un prometedor futuro, que pasó a llamarse "Zona Cero".

Por ello el Gobierno de Estados Unidos creó en el mismo lugar, donde las dos torres del World Trade Center fueron destruidas,  el Monumento a la Memoria y Museo de septiembre 11.

Se trata de un monumento-plaza localizado a 30 pies bajo el nivel de la calle en donde se recuerda a las víctimas y cuyos nombres se encuentran inscritos en una piscina cascada, construida donde alguna vez estuvieron los cimientos de las torres derribadas.

El museo incluye partes de los edificios, paredes y objetos personales de las víctimas que trabajaban en estos. La colección se compone de 11.000 objetos, entre piezas de arte, libros, manuscritos, imágenes, grabaciones de audio y 40.000 fotografías, así como las historias de heroísmo de la gente.

Para muchos es una experiencia dolorosa visitar este museo, otros afirman que se trata de un espacio hermoso, un verdadero homenaje a la vida que les sirve para sanar las heridas del terrible atentado que sufrió la ciudad de Nueva York.

Por otro lado,  el hallazgo de una bandera, que tres bomberos de la ciudad de Nueva York izaron en los escombros de lo que fue el World Trade Center de Manhattan (dada por perdida hace 15 años), fue colocada en la entrada del Monumento a la Memoria y Museo de septiembre 11. 

Además, entre los objetos más impactantes de la inmensa exposición del museo se incluyen piezas recuperadas de entre los escombros de las Torres Gemelas (incluyendo los primeros vehículos en llegar, como un camión de bomberos) y vídeos de los controles de seguridad de los distintos aeropuertos, cuando accedieron los terroristas.

También se puede encontrar el traje del soldado que acabó con la vida de Osama Bin Laden, el cerebro de los atentados,el 1 de mayo del 2011.

El atentado del 11 de septiembre del 2011 contra Las Torres Gemelas continuará siendo conocido como uno de los más terroríficos de la historia de los Estados Unidos y del mundo.