Una tragedia que se pudo evitar

Las investigaciones en este caso continúan

"LaMia 2933 está en falla total, eléctrica total, sin combustible", fueron de las últimas palabras que el piloto Miguel Quiroga que comandaba la aeronave de LaMia, emitió en el contacto que tuvo con la torre de control del aeropuerto José María Córdova de Medellín.  La aeronave llevaba a 77 personas a bordo: 22 periodistas, 24 acompañantes y directivos del equipo de fútbol Chapecoense, 22 integrantes de la plantilla y nueve miembros de la tripulación. Fallecieron 71.

Pero, ¿qué pudo ocasionar esta tragedia?, hacemos un recuento de lo que pasó: 

Abdón Porcel, exdirector de Regulación de la Superintendencia de Transportes en Bolivia, explicó que lo primero que deben tener en claro todas las empresas aéreas que prestan el servicio de vuelos comerciales o privados, es que deben someterse a protocolos de seguridad establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).  En este caso, dijo que en el país la encargada de hacer cumplir el protocolo es la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). 

IMPORTANTE

Cada avión antes de alzar vuelo debe ser sujeto a la vigilancia y fiscalización por inspectores de la DGAC, un vuelo que no pasa por esta inspección no tiene la autorización para salir del aeropuerto, sentenció.

"Los aspectos a tomar en cuenta es el estado general de la nave, la seguridad de los tripulantes, la provisión del combustible, todo esto corre por cuenta de la DGAC", acotó.

En cuanto a la inspección de los aviones, Porcel dijo que las naves que van a realizar vuelos nacionales o internacionales deben ser inspeccionadas una hora antes de lo programado.

LO QUE REPORTÓ VIRU VIRU: "Por 5 observaciones avión de LaMia no debía volar"

Periodistas: J. C. Salinas / C. Peña y Lillo

El plan de vuelo presentado por la aerolínea LaMia Corporation, cuyo avión se estrelló el lunes en Medellín acabando con la vida de 71 personas, tenía observaciones que debieron haber evitado que la nave salga del aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz y termine provocando una tragedia que todavía sacude al mundo.

Antes de que el avión partiera, el documento que entregó el despachador de la empresa LaMia, Álex Quispe (uno de los siete tripulantes del avión que fallecieron), tuvo al menos cinco observaciones hechas por Celia Castedo Monasterio, funcionaria de Aasana Viru Viru, que estaba de turno en las oficinas donde se revisan todos los planes de vuelo. La encargada indicó que la autonomía de vuelo no era la adecuada, que faltaba un segundo plan alterno, que el informe fue mal llenado y que era necesario hacer cambios.

EL DEBER accedió al informe que presentó Castedo, donde hace conocer las observaciones que hizo al plan de vuelo de LaMia. Allí describe sus cuestionamientos y las respuestas que le dio Quispe una hora antes de que el avión decolara de Viru Viru, transportando 22 periodistas, 22 dirigentes y acompañantes del equipo de fútbol, 22 integrantes de la plantilla del Chapecoense y nueve miembros de la tripulación.



La principal observación que hizo la funcionaria de Aasana tuvo que ver con el tiempo de vuelo previsto entre Santa Cruz y el aeropuerto de Medellín, que era igual a la autonomía de combustible que tenía la aeronave.

De acuerdo con los documentos, el tiempo estimado en ruta era de 4 horas y 22 minutos. El mismo tiempo que se registró para la autonomía de vuelo de la nave, aspecto que nunca debería ser igual.

Un comandante de aviación, con 31 años de experiencia, dijo que este es un error que no lo debe cometer nunca un piloto, ya que esta información equivale a decir que el avión volará con la cantidad justa de combustible para llegar al destino programado, ni un minuto más, ni un minuto menos.

"Cuando se hace un plan de vuelo, se debe contemplar la carga de combustible que alcance para llegar desde nuestro punto de despegue hasta el punto de destino. Además, se debe contemplar el tiempo que demoraría llegar a un aeropuerto alterno en caso de emergencia o recarga de combustible, sumado a 45 minutos de autonomía en el aire ante cualquier eventualidad", apuntó el experimentado piloto, que calificó lo ocurrido como una cadena de errores que comenzaron desde el momento en que la nave estaba parada en la pista de Viru Viru e hizo un plan de vuelo imposible de aprobar.

El documento de Celia Castedo describe la conversación que tuvo con el despachador de LaMia con respecto a este tema y asevera en su redacción que Quispe le dijo que el capitán del vuelo, Miguel Quiroga (fallecido en el accidente), le había dado esa información y que el tiempo les alcanzaría.

Incluso la operadora de Aasana coloca en su informe una respuesta textual de Quispe a sus observaciones sobre este punto y dice: “No señora Celia, esa autonomía me han pasado, nos alcanza bien... Así nomás lo presento, lo hacemos en menos tiempo, no se preocupe. Es así nomás, tranquila, eso está bien, ahí nomás déjemelo”.

Lamentablemente este último pedido se cumplió, ya que pese a las negativas de recibir su plan de vuelo y las observaciones de Castedo, al final el documento pasó a manos de las personas que se encargaron de controlar el vuelo por 15 minutos en territorio cruceño, luego pasó a control nacional hasta su salida del país por Cobija, momento en el que las autoridades de control aéreo de Brasil se hicieron cargo de la nave, que pasó a su territorio por la zona de Porto Velho.

Lo que la insistente negativa de la operadora de Aassana pretendía evitar, y que está establecido en los manuales internacionales de procedimiento de los pilotos, era que durante el vuelo se presente una situación que provoque demoras y la nave, que tenía el combustible justo para llegar a su destino, deba hacer maniobras no previstas y corra el riesgo de quedarse sin combustible, provocando la falla de los motores, el corte del sistema eléctrico del avión y su posterior caída a tierra.

Todavía quedan por saber las razones que hicieron que la nave, pese a todo lo anteriormente explicado, igual parta de Viru Viru, con una cantidad de combustible insuficiente para un vuelo internacional, sin un plan alterno para aterrizar en caso de emergencia además del aeropuerto de Bogotá (Colombia) y con observaciones de forma en el llenado de su plan de vuelo. Ayer, EL DEBER intentó conocer la versión de las autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) sobre el informe de Castedo; sin embargo, no fue posible. La repartición se limitó a informar de que esperarán los resultados de la investigación que se realiza en Colombia.

El gerente de la empresa LaMia, Gustavo Vargas, volvió a insistir en que aún no entiende por qué el avión no se reabasteció de combustible en Bogotá, como estaba previsto en el plan de vuelo.

Todo apunta a una falta de combustible

Las autoridades aeronáuticas colombianas confirmaron este jueves que el avión accidentado en cercanías al aeropuerto de Medellín que dejó 71 muertos, entre ellos la plantilla del Chapecoense, "no tenía combustible" al momento del impacto. "Podemos afirmar claramente que la aeronave no tenía combustible en el momento del impacto por lo tanto iniciamos un proceso de investigación para poder establecer el motivo", dijo en rueda de prensa el secretario de seguridad de la Aeronáutica Civil (Aerocivil), Fredy Bonilla. 

El avión de la compañía boliviana Lamia se estrelló el lunes a solo 17 kilómetros para la cabecera de la pista del aeropuerto José María Córdova de Rionegro que sirve a Medellín, dejando 71 fallecidos y seis sobrevivientes. La falta de combustible es una de las hipótesis que se manejan para explicar el accidente ocurrido en Cerro Gordo, en jurisdicción de La Unión, localidad cercana a Medellín. 

Bonilla recordó que las normas internacionales establecen que una aeronave debe contar con el combustible suficiente para cubrir la ruta y tener un adicional y un aeropuerto alterno para aterrizar en caso de necesidad. Explicó que esta reserva le puede garantizar a la aeronave una autonomía de vuelo adicional de 30 minutos.

Igualmente dijo que las condiciones meteorológicas en Medellín eran "óptimas" para que el avión hiciera su aproximación y aterrizaje. Mientras tanto, el director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Eduardo Valdés, dijo a periodistas que hasta el momento han sido identificados 59 cuerpos del accidente. Detalló que de los 59 cuerpos identificados, 52 son de nacionalidad brasileña, cinco bolivianos, un paraguayo y un venezolano.

"Falla total eléctrica", gritaba el piloto

Esta es la transcripción de la conversación que tuvo Miguel Quiroga, piloto del avión que transportaba al equipo de fútbol brasileño Chapecoense, con Yaneth Molina, la controladora aérea del aeropuerto José María Córdova, de Río Negro:

Piloto: "LaMia 2933 solicita vectores para acercamiento, señorita"
Así comienza la conversación, que dura más de 11 minutos entre el piloto Miguel Quiroga y la encargada de la torre de control del aeropuerto de Medellín.

Torre de Control: “Atento, tengo una nave por debajo suyo y adicional están efectuando la revisión de pista...” .

Piloto: “Con emergencia de combustible señorita, por eso le pido de una vez curso final”
La encargada de la torre en ese momento ordena que un avión de Avianca inicie la aproximación al aeropuerto. Quiroga vuelve a comunicarse con ella y le pide con celeridad autorización.

Piloto: “Solicito descenso inmediato LaMia 2933”
Ante esto la encargada cancela la autorización anterior a Avianca y se comunica nuevamente con LaMia.

Torre de Control: “LaMia 2933 puede efectuar el viraje ahora por la derecha para iniciar el descenso, tiene los tránsitos a una milla por debajo de usted”.

Piloto: “Sabe señorita ,no hay factor y solicitamos incorporarnos de una vez…”
En ese momento la controladora le pide hacer maniobras al piloto y declara su situación extrema.

- Piloto: Señorita Lamia 933 está en falla total, falla eléctrica total, sin combustible.

- Torre de control: Pista libre y esperando lluvia sobre la superficie Lamia 933, bomberos alertados.

- Piloto: Vectores señorita, vectores a la pista.

- Torre de control: La señal radar se perdió, no lo tengo, notifique rumbo ahora.

- Piloto: Estamos con rumbo 3-6-0, con rumbo 3-6-0.

- Torre de control: Vire por la izquierda 0-1-0 proceder al localizador del VOR de Rionegro una milla delante del (…) le confirmo por la izquierda con rumbo 3-5-0.

- Piloto: A la izquierda 3-5-0 señorita.

- Torre de control: Sí correcto, usted está a una milla del VOR de Rionegro.

- Torre de control: No lo tengo con la altitud Lamia 933.

- Piloto: 9.000 pies señorita.

- Piloto: Vectores, vectores.

- Torre de control: Usted está a 8,2 millas de la pista.

- Torre de control: ¿Que altitud tiene ahora?

- Torre de control: ¿Lamia 933 posición?

Nadie responde. En ese momento, se oye una voz de un hombre en la torre de control: "Allá cayó". Fin de la grabación.

Composición: Pablo Cambará F.
Fotos: AFP
Fuente: AFP, Aasana, DGAC - Colombia