Eran las 22:15 de aquel fatídico 28 de noviembre de 2016. El capitán Miguel Quiroga del vuelo 2993, de la aerolínea LaMia, pedía de forma desesperada a la controladora de la torre del aeropuerto José María Córdova (Colombia) que le diera vectores para aterrizar. Segundos después, solo el silencio reinaba en la radio.
El avión en el que viajaba la delegación del equipo de fútbol de Brasil, Chapecoense, se estrelló en Cerro Gordo, una colina ubicada en La Unión, a 5 minutos de la pista de aterrizaje y a una altitud de 3.300 m.
En el informe oficial se detalló que primero colisionó la parte posterior del avión, por lo que la cola quedó sobre la cima de la montaña, mientras que el fuselaje y la cabina quedaron cuesta abajo.
En esa aeronave viajaban 77 personas, 71 fallecieron. Entre los sobrevivientes estaban dos bolivianos, la azafata Ximena Suárez y el mecánico de aviación, Erwin Tumiri. Luto y llanto se apoderaron de las familias de las víctimas. Fueron tres los países inmersos en este cuadro de dolor que causó desolación en el mundo entero.
Lo que era un viaje de ilusión se convirtió en una tragedia. El Chape tenía programado jugar la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional. Salieron desde el aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, con destino a Colombia, ¡nunca llegaron!.
En el vuelo viajaban 22 periodistas, 22 dirigentes y acompañantes del equipo de fútbol, 22 integrantes de la plantilla deportiva y nueve miembros de la tripulación.
Ahora, a un año de esta fatalidad, procesos judiciales, denuncias, personas en calidad de fugitivos y sueños truncados son la realidad que atañe a quienes estuvieron envueltos en este capítulo negro de la aviación.
"Vectores señorita; estamos en falla eléctrica total"
La última conversación que tuvo el piloto Miguel Quiroga con la controladora del aeropuerto fue divulgada por los medios de comunicación. Este es un resumen del audio que puedes escuchar al final de esta transcripción:
Piloto: Señorita Lamia 933 está en falla total, falla eléctrica total, sin combustible.
Torre de control: Pista libre y esperando lluvia sobre la superficie Lamia 933, bomberos alertados.
Piloto: Vectores señorita, vectores a la pista.
Torre de control: la señal radar se perdió, no lo tengo, notifique rumbe ahora.
Piloto 933: Estamos con rumbo 3-6-0, con rumbo 3-6-0.
Torre de control: Vire por la izquierda 0-1-0 proceder al localizador del borde Ríonegro una milla delante del Bora (…) le confirmo por la izquierda con rumbo 3-5-0.
Piloto 933: A la izquierda 3-5-0 señorita.
Torre de control: Sí correcto, usted está a una milla del borde Ríonegro.
Torre de control: No lo tengo con la altitud Lamia 933. Piloto: 9 mil pies señorita.
Piloto: Vectores, vectores.
Torre de control: Usted está a 8.2 millas de la pista.
Torre de control: ¿Que altitud tiene ahora? Torre de control: ¿Lamia 933 posición?
Ya no hubo respuesta. En ese momento se interrumpió la comunicación.
Una desgracia que se pudo evitar
El plan de vuelo presentado por la aerolínea LaMia Corporation, cuyo avión se estrelló en Medellín acabando con la vida de 71 personas, tenía observaciones que debieron haber evitado que la nave salga del aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz y termine provocando una tragedia que todavía sacude al mundo.
Antes de que el avión partiera, el documento que entregó el despachador de la empresa LaMia, Álex Quispe (uno de los siete tripulantes del avión que fallecieron), tuvo al menos cinco observaciones hechas por Celia Castedo Monasterio (Salió del país), funcionaria de Aasana Viru Viru, que estaba de turno en las oficinas donde se revisan todos los planes de vuelo. La encargada indicó que la autonomía de vuelo no era la adecuada, que faltaba un segundo plan alterno, que el informe fue mal llenado y que era necesario hacer cambios.
EL DEBER accedió al informe que presentó Castedo, donde hace conocer las observaciones que hizo al plan de vuelo de LaMia. Allí describe sus cuestionamientos y las respuestas que le dio Quispe una hora antes de que el avión decolara de Viru Viru.
La principal observación que hizo la funcionaria de Aasana tuvo que ver con el tiempo de vuelo previsto entre Santa Cruz y el aeropuerto de Medellín, que era igual a la autonomía de combustible que tenía la aeronave.
De acuerdo con los documentos, el tiempo estimado en ruta era de 4 horas y 22 minutos. El mismo tiempo que se registró para la autonomía de vuelo de la nave, aspecto que nunca debería ser igual.
Castedo, que se encuentra en Brasil, fue imputada por incumplimiento de deberes, entre otros cargos. Fue declarado en rebeldía por el Ministerio Público. Además de la exfuncionaria, también se dio la misma situación para Marco Antonio Rocha, director de Operaciones de la aerolínea LaMia, por el accidente aéreo registrado en Colombia.
Con relación al imputado Rocha Venegas, el Ministerio Público identificó que como socio de la aerolínea violentó el manual de funciones aprobado por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), además de las formalidades legales que debe tener la planificación interna empresarial de un vuelo internacional de transporte de personas.
En el caso de Celia Castedo, en su condición de Operadora Aérea Internacional (AIS) de Aasana, se encargaba de la revisión de los planes de vuelo la cual autorizó sin verificar el permiso de vuelo otorgado por la DGAC.
La documentación del plan de vuelo internacional con destino a Colombia, se encuentra en poder del Ministerio Público, donde se evidenció que los datos no son correctos con relación a la autorización de la DGAC, por lo que la omisión a ese hecho constituye el incumplimiento de Castedo a la normativa regulatoria de la aeronavegabilidad.
Volvieron a nacer
A lo largo de este tiempo se han mostrado diferentes videos y grabaciones en los que se ve cómo los sobrevivientes a esta tragedia cuentan la manera en la que vivieron ese momento. Aquí te mostramos algunos
Rescate de Erwin Tumiri, mecánico boliviano
Una de las entrevistas que se le hizo a Tumiri, fue en el programa Don Francisco Presenta, para la cadena internacional Telemundo
Ximena Suárez, la azafata boliviana que sobrevivió al accidente, le dedicó un emotivo video a sus amigos y colegas de aviación a través de su cuenta de facebook. ¡Te invitamos a verlo!
Jakson Ragnar Follmann
Fue uno de los jugadores brasileños que sobrevivió al accidente. Jugaba como portero, y fue uno de los más afectados ya que se le fue amputada la pierna derecha por lo que tuvo que dejar el fútbol. Actualmente trabaja como comentarista deportivo para Fox Sports Brasil.
Alan Ruschel
Fue el primer superviviente rescatado, sufrió lesiones en la tibia y abdomen y fractura en una vértebra. Se recuperó y volvió a jugar en el Joan Gamper ante el Barça. Hoy es habitual del primer equipo.
Helio Neto
El último superviviente rescatado, pasó días en estado crítico y fue operado del pulmón, rodilla, cráneo y muñeca. Hoy, se entrena a diario para volver a jugar.
Desgarrador relato de los futbolistas sobrevivientes
Rafael Henzel (Periodista)
El único de los 21 periodistas a bordo que logró salir con vida. Sigue trabajando como narrador de los partidos de la Chape en la Radio Oeste Capital y escribió un libro sobre su experiencia.
Texto: Pablo Cambará / EL DEBER
Fotos: Folha; EL DEBER, OGlobo
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