Desde el corazón de la carroza "SOBRENATURAL"

Detrás de la magia del Carnaval de Negros y Blancos
4 de enero

Inundados de magia y extraídos de la rutina, con sentimientos de grandeza gritan: ¡Que viva Pasto, carajo! ¡Que vivan los artistas y cultores del Carnaval! La piel se eriza, el amor y la admiración por esta tierra y su gente crecen.

Son algunos de los efectos que causan los motivos en el Carnaval de Negros y Blancos cuando pasan, aproximadamente entre 5 y 8 minutos, ante los ojos de miles de espectadores por la senda del Carnaval. Un breve tiempo, en el que roban no sólo la atención visual, sino las emociones y la contemplación de mujeres y hombres de todas las generaciones. Los aplausos y los halagos no se hacen esperar, sin embargo, muchos desconocen el trabajo y las implicaciones que hay detrás de cada creación. Son semanas, meses de esfuerzo que en un fugaz momento se eternizan en la sensibilidad y sentidos de quienes viven el Carnaval de la ciudad de San Juan de Pasto, en Nariño, Colombia, declarado por la Unesco como patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Este es un panorama vivido desde el acompañamiento realizado a un equipo de trabajo en los últimos días de construcción de una carroza.

4 de enero de 2016, a partir de las 8:30 a.m.

Una mañana azul en San Juan de Pasto, de telón de fondo el imponente volcán Galeras. Cerca del Parque Infantil, me encuentro al maestro Leonard Zarama, lo saludo y le comento que voy a compartir con él y su equipo desde aquel momento. Muestra una sonrisa, me saluda amablemente y me invita a pasar.

-¿Cómo van con el trabajo? - pregunto.

-Bien Dios gracias, avanzando. En estos últimos días a veces me siento preocupado, angustiado, pero durante la jornada van llegando manos amigas y la carroza avanza en su construcción. Sabe, en esos momentos siento la magia del Carnaval porque todo se va mejorando y las cosas van saliendo adelante.

- Leonardo - interrumpe uno de los artesanos- se necesitan tubos para la estructura del armado de la especie de pasamanos para los jugadores que irán en la carroza. 

- Bueno maestro, ya mismo salgo a buscarlos. 

Vuelve a mirarme y dice: 

- Ve, así es todo mi trabajo. Estoy pendiente de lo que se necesite. Gracias a Dios la gente del comercio en la ciudad me conoce y me colabora abriendo sus negocios en estos días de fiesta, y así puedo conseguir los elementos que según el avance se van necesitando. 

El Maestro Leonard Augusto Zarama Cardona se despide, toma el casco de su moto y sale en busca de los tubos. Él es un pastuso que le ha dedicado más de tres décadas al Carnaval de Negros y Blancos; actualmente tiene 49 años de vida, mide aproximadamente 1.76 mts. ha quedado 3 veces en el primer lugar en la compleja modalidad de carrozas en el Carnaval, las demás (24 carrozas) han ocupado honrosos lugares.

En la casa de los padres del Maestro Zarama Cardona, se ha acomodado la carpa blanca que ofrece Corpocarnaval para que puedan trabajar en el armado de la carroza y de forma directa en el camión que se ha alquilado para tal fin. Además cuenta con un taller. Para el artista es una ventaja contar con este escenario porque cada año su espacio de trabajo se encuentra en el mismo lugar y como él dice: no me toca ir golpeando puertas para arrendar. La casa de la familia Zarama Cardona, cuenta con espacio a manera de garaje, convertido en taller cada año con este propósito creador, con una amplia área donde, a la entrada, se observan ubicados a cada lado los dos bastidores (gran estructura o armazón que van a los extremos laterales de la carroza) y sobra espacio a lo largo y ancho. Al fondo, está otro espacio acondicionado para la pintura de las figuras y en una mesa varios tarros llenos de color, con una serie de pistolas para el trabajo de aerografía.

Primer piso del taller

Llega el maestro Leonard y comenta:

- No encontré los tubos, donde fui estaba cerrado. Llamé a la señora del negocio pero me dijo que todos los trabajadores estaban de vacaciones. Hombre, estos detalles que uno no alcanza a prever, pero hay que buscar la solución. Este 4 de enero, en la mañana, la mayoría de negocios abren, por eso hay que aprovechar. Me voy a seguir buscando. ¡Ronny ¿Cómo estás? ¿te falta algo?

- Bien gracias. No, material tengo todo lo necesario para acabar

- Seguro.

- Si. aaahh, Leo una cosita, un cafecito (sonrisas).

- Vaya mi hijito donde la abuela.

Salen a sus destinos. Alguien de los jóvenes le dice al maestro algo a la oreja, este asiente y su expresión cambia.

Al seguir hacia el fondo del taller se encuentran unas gradas en madera para llegar a un segundo piso, al subir, encuentro a dos maestros trabajando sobre el icopor, tallando las figuras de la carroza. Todo un arte. A este trabajo se dedican los maestros Leonardo Montenegro y Leider Salcedo.

Un poco más al fondo sorprenden varias figuras, en especial una pareja de grandes jaguares, la hembra con la cola hacia abajo y el macho con la cola hacia arriba, listos en cuanto a los acabados. 

Aquí me encuentro a Hugo Cabrera, martillando unas tapas, en silencio trabaja, brinda un café, recoge las basuras grandes, barre y está atento para hacer cualquier oficio.

Se escucha llegar al maestro Zarama:

- Logré conseguir los tubos, gracias al contacto que me hizo uno de los muchachos en un lugar por el barrio Potrerillo. Aquí están.

Así es la mañana del maestro Zarama, con su casco en la mano, llega, comenta como le fue, escucha qué se ofrece, da orientaciones, atiende a los visitantes y vuelve a salir por otro encargo.

Casi a la entrada del taller, a puerta cerrada, en una especie de pequeña oficina-taller, encuentro a Nancy Patricia Delgado, encargada de las decoraciones y detalles de la carroza, trabaja en un escritorio, saluda cordialmente y vuelve a concentrarse en su labor. Alrededor se observa los pequeños e importantes detalles que adornarán tanto a los vestidos de los jugadores, que han solicitado una ubicación en la carroza, como también los que serán usados para adornar diferentes espacios del motivo. Los colores resaltan a simple vista con la armonía de las figuras. Otro trabajo hecho en silencio y lleno de fantasía.

Nancy Patricia Delgado

Entra el maestro Zarama, se encuentra con su hijo, y hablan con el señor René Bolaños, un amigo cercano y colaborador con este esfuerzo.

- Maestro este año le voy a realizar 20 camisas con el estampado de la carroza, a cambio de un puesto en la carroza. - solicita René Bolaños.

- ¿Tú que opinas hijo?

Como buen encargado de las relaciones públicas Leonardo, hijo, propone 40 camisetas y el trato se cierra en 25. Además, Bolaños realizó un mug, una manilla y un bolso con la imagen alusiva a la carroza para que los interesados lleven este paquete como recuerdo del trabajo. El hijo del maestro Zarama apoya lo que corresponde a logística, mercadeo y publicidad, la venta de lugares para los jugadores que desean ir en la carroza y de la gestión administrativa.

Suena el timbre del teléfono, contesta Nancy, y la llamada es de jugadores que pagaron su lugar en la carroza, preguntando por su vestido. Nancy les aclara que pueden retirarlos desde mañana, 5 de enero.

- ¿Cuántos jugadores van en la carroza? - le pregunto.

- Somos 85 personas en total, 15 van a pie y los demás van en la estructura que se construye en la carroza, animando a las personas y haciendo parte de la vida misma del motivo, dado que el traje y los accesorios los preparamos para que haya esa armonía.

- Felipe, - nos interrumpe el maestro Zarama - ¿Usted ya sabe el por qué de nuestro trabajo de este año?

- Si maestro lo he escuchado.

- Pero venga, escuche mi explicación, precisamente nuestra maqueta y argumentación quedó de primera en la jornada en la que nos presentamos para dar a conocer nuestras ideas…

Llegan turistas de visita por el taller…

- ¡Que cosa tan espectacular, felicitaciones maestro!

- Gracias, bienvenidos, sigan para que observen la maqueta.

Los visitantes escuchan atentos al maestro, luego caminan, orientados por él, observando los avances realizados hasta el momento.

La parte posterior de la Carroza está pronta a terminar de armarse y se continúa con el encolado y empapelado de la misma. Por su tamaño llegan varios compañeros a realizar este trabajo. Tanto en esta estructura como en las demás figuras y bastidores, los maestros que se dedican a la tarea de encolar y empapelar son Jesús Delgado, Francisco Castro, Danilo Narváez, Álvaro Villarreal, Camilo David, Jerson Esteban Mera, Esteban Díaz, Wilson Fajardo, Arturo Díaz y Mauricio Pérez.

12:00 meridiano

Al almuerzo, algunos comparten en la misma casa donde está el taller, otros salen para almorzar en sus hogares y volver en la tarde.

La carroza tiene las siguientes dimensiones: Ancho 4.30 metros, de largo 15 mts. aproximados, de alto 5.30 mts. Medidas que me las confirma el maestro Flavio Fajardo, encargado de la estructura metálica y soldadura. Con 42 años de experiencia en la elaboración de carrozas recuerda cuando él realizaba sus propios motivos, sin embargo, en ese tiempo no se contaba con los apoyos como en la actualidad los brinda Corpocarnaval.

- Por eso seguí trabajando con las personas que requieren mis servicios y gracias a Dios he tenido la oportunidad de compartir con Raúl Ordoñez, con Chicaíza, con los hermanos Delgado, Roberto Otero y así, con maestros igual de reconocidos.

En esta oportunidad Flavio Fajardo por invitación del maestro Zarama hizo equipo con los maestros Juan Manuel Zarama, Mateo Zarama, Hernán Delgado, Servio López, Manuel Leyton y Oscar Fomequé; quienes con un arduo y constante esfuerzo fueron armando en el camión la estructura base tanto para las diferentes figuras como para el tablado de los jugadores. Todo el vehículo se lo debe acondicionar para que el proyecto artístico pueda mostrarse según lo planeado. Cada detalle debe tener un soporte en la estructura. De igual forma, cambiar algunos aspectos de la mecánica del carro. Una tarea compleja.

En la tarde…

A eso de las 3:30 p.m. llega de visita al taller el maestro Raúl Ordóñez, con su familia. Para el maestro Leonard Zarama, la presencia del maestro Ordóñez es significativa porque fue con él que aprendió el arte de la construcción y la creatividad de las carrozas. Un artista con gran experiencia en el Carnaval de Negros y Blancos, conocer sus impresiones, cuando termina de observar el avance, es una motivación:

Se hacen las 4:00 p.m. y llega uno de los muchachos del equipo con la gaseosa y una bolsa con pan para repartir a todos los trabajadores. La preocupación del maestro Zarama ahora es cómo bajar las grandes figuras que tiene en el segundo piso.

- Sabe, voy a ir a hablar con el vecino, para que me deje bajar las figuras por ese lado, no hay de otra. Tenemos que bajarlas como sea.

Aparentemente este trabajo es sencillo pero se trata de dos figuras de más de dos metros de alto y unos 3 mts. de largo, por unos dos de ancho.

Al otro lado de la casa, el vecino tiene un parqueadero, además, y como bendita coincidencia está construyendo. Así que el maestro Zarama, pide el permiso y encuentra los materiales necesarios para bajar las figuras con el apoyo de varios del equipo.

Asunto resuelto.

5:20 p.m. Se escucha que llega la visita de un funcionario de Corpocarnaval, se trata de un hombre mayor, que desea revisar el vehículo, especialmente se cerciora del modelo del automotor y luego se despide. Enseguida, llegan con sus familias dos amigos de los medios de comunicación Raúl Orbes y Oswaldo Flórez, y sus comentarios son positivos porque observan que el motivo despertará la sensibilidad frente al tema ambiental y el cuidado por la naturaleza. Saludan y felicitan al maestro Zarama.

La tarde va terminando y la pregunta necesaria en este momento es ¿qué se ha avanzado y qué falta? maestro Leonardo...

El trabajo y los resultados se deben a todo el equipo, como bien lo comenta el maestro Zarama, son 25 personas que aportan constantemente a este esfuerzo. Lo siguiente en la labor, entonces, subir uno de los Jaguares para que se tomen las medidas respectivas y se organice la estructura para el movimiento que realizarán usando el montacargas. Se necesitan, igual, varias manos para este propósito. Al observar el movimiento en la carroza a los transeúntes, que pasan cerca, les mueve la curiosidad por la magia que representan las formas y los colores.

Suena nuevamente el timbre del teléfono en la oficina-taller donde se encuentra Nancy:

- Aló, buenas noches.

- Señora Nancy, buenas noches, habla la vecina Carmen, dígale a Leo que acá por la 36 no va a poder pasar con la carroza hay varios cables de energía muy bajos. Me le dice.

- Sí señora, ya le informo. Gracias.

Así que una vez se termine de trabajar los detalles de posición, estructura y movimiento donde van a ir los dos Jaguares, habrá que bajarlos. Se decide entonces que el montaje total con la figuras grandes se hará en el amanecer del día de la presentación..

Llega la noche, algunos de los artesanos van por su jornal.

- Maestro, faltó yeso. Vaya a conseguir, sólo necesitamos un kilo.

El maestro Leonard, me mira y dice:

- Ve, así son estas cosas, si no es lo uno es lo otro. Y ya casi las 8:00 de la noche. Creo que no me vendan, tendré que comprar un bulto.

- No maestro sólo un kilo, si le venden, vaya por favor.

El maestro sale.

Se prende fuego cerca de la parte posterior de la carroza para que el encolado, estucado y el fondeado, que ya tiene un avance significativo, sequen rápido.

Las personas siguen llegando al taller, algunos son vecinos y amigos que le regalan a los maestros refrigerios para animarlos. Dos jóvenes se acercan a admirar la figura que está ubicada en la parte frontal de la carroza, comentan:

- Hola, mirá ese indio está hecho mejor que vos.

- Sobretodo, a vos es que se parece mijitico (risas).

Luego de unos minutos llega el maestro Zarama y observa a una familia visitante y les explica:

- Hacemos este trabajo porque nos mueve el amor a la naturaleza y reflexionar en como nosotros la estamos destruyendo. Valoramos una cámara, un celular, pero no al oxígeno que nos regala la madre tierra. Tanta es la emoción que dos adultos mayores se animaron a subir en la carroza para el desfile. Esas dos personas queridas son mis padres que por primera vez me acompañarán.

Les muestra la maqueta y los orienta para que vean el resto del trabajo. Las reacciones son de admiración.

Enseguida se encuentra con su hijo y comentan:

- Papá, la otra para sacar la carroza de la carpa es que vamos a las 10 de la noche a la senda del Carnaval, bajando estas cuadras y allá la acabamos de armar.

- Si, me gusta la idea, y luego seguimos en contravía por la senda donde no tendríamos esos problemas de los cables de energía o de televisión, buena opción, hijo.

Juan Carlos Santacruz

Sigue la noche, 9:00 p.m. y el ritmo de trabajo se mantiene. Lijada, armado de la estructura, soldadura, carpintería, aerografía, fondeado, acabado de detalles, etc. Entro nuevamente a la oficina-taller y veo a Nancy, da la sensación de que no se hubiera movido de su puesto en el transcurso del día, trabajando en los arreglos para los disfraces y los detalles de la carroza. Mientras que el maestro Juan Carlos Santacruz, que trabaja en la aerografía de toda la carroza, es consciente de que falta mucho por hacer en su área y seguirá en su labor hasta la madruga.

Ahora la carrera es contra el reloj.

Esta historia continúa...

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