El pueblo palestino

¿Qué es? ¿De dónde sale?

"Palaestina" es el nombre que el Imperio Romano dio a lo que para éste era una provincia, resultado de la fusión de la provincia de Siria y la provincia de Judea. Desde entonces hasta la fecha, en Palestina han vivido, malvivido y convivido decenas de pueblos.

A partir del siglo XIX, cuando estaba bajo control del Imperio Otomano, a la zona empezaron a llenar oleadas de judíos europeos que huían de los pogromos rusos y las persecuciones antisemitas en distintos puntos de Europa. Llegaban, compraban compraban terrenos a sus legítimos propietarios, que podían ser árabes, turcos o lo que fuera, y se asentaban. 

Crearon moshavim y kibbutzim (pequeñas comunidades agrícolas de corte socialista a imagen del koljos soviético, pero con libertad para entrar y salir). Crearon ciudades. Tel Aviv se levantó de la nada en apenas 100 años. En esta imagen, de 1909, cerca de 100 judíos participan en una lotería para dividir un terreno desértico de apenas 12 acres.

Así nació lo que hoy es Tel Aviv, la capital financiera y tecnológica de Israel. 

Los judíos se organizaban en grupos y compraban terrenos que sus propietarios consideraban estériles. No sólo estériles, sino peligrosos. Pantanos en la costa del Mediterráneo en los que no germinaba nada y en los que reinaba la malaria y otras enfermedades. Pese a considerarlos yermos, los árabes los vendían a precios desorbitados. Esas ciénagas de entonces son hoy fecundas plantaciones de cítricos, de dátiles, de aguacates. Pero en los cementerios de la época aún pueden verse centenares de tumbas de niños judíos que nacieron muertos o que murieron al poco de nacer. De malaria y otras enfermedades.

En 1920, al final de la I GM, el general Allenby, del Imperio Británico, entró en Jerusalén. Fin del control de Palaestina por los turcos.

Durante el mandato británico, los ingleses crearon el cargo de Gran Mufti de Jerusalén, que recayó sobre Amin al-Husseini, nacionalista árabe y líder religioso musulmán. 

Durante la época de entre guerras, los árabes cometieron matanzas de civiles judíos, la mayoría lideradas por este hombre. Recordemos que, en esa época, los judíos no tenían ejército ni "ocupaban" nada. El pogromo más importante realizado contra la población judía fue la matanza de Hebrón de 1929, donde se destruyeron sinagogas y casas, y hasta un hospital judío que proporcionaba atención a los árabes.

Así las cosas, y ante la indiferencia de los británicos, los judíos crearon una organización paramilitar, la Haganá, semilla (prácticamente sin cuadros entrenados ni armamento) de lo que tras la independencia se convertiría en el Ejército de Defensa de Israel.

Hay que señalar que antes y durante la II GM, Al Huseini fue aliado entusiasta de Hitler. Hasta el punto de que ofreció tropas árabes a Hitler y se comprometió a extender la Solución Final a Palestina.

También conviene señalar que durante la II GM los británicos sólo permitían entrar a un número limitado de judíos que huían de Europa. Los que superaban la cuota, eran enviados de vuelta a Europa, donde les esperaba una muerte segura. Una de las leyes británicas establecía que no se podía expulsar a quienes tenían un techo. De modo que la Haganá levantaba parodias de casas durante la noche, y durante la noche metía furtivamente a los judíos que aguardaban a ser deportados en los barcos atracados en Haifa o Yaffo. Así, a hurtadillas, entraron en Palestina miles de judíos durante la guerra.

Finalizada la II GM, la ONU hizo una propuesta de partición de Palestina: una parte para el Estado Judío (de la que el 50% era el desierto del Negev), el resto para un Estado Árabe. ¿Alguna mención del Estado Palestino? No. ¿Por qué? Porque no existía tal cosa.

Si se toman ustedes el trabajo de mirar las hemerotecas de la época, verán que cualquier mención al adjetivo palestino en los siglos XIX y XX (antes de la constitución del Estado de Israel) no remite a nada que tenga que ver con lo que hoy conocemos como "pueblo palestino". Encontrarán, eso sí, multitud de referncias a organismos, empresas y asociaciones judías ("Palestine Land Development Company", “Palestine Philarmonic Orchestra”, ”Palestine Jewish Colonization Association”, etc.).

De hecho, fue gracias a la inmigración judía a Palestina, al emprendimiento judío, que la zona empezó a prosperar y, por ello, a atraer a árabes de las zonas vecinas. Escribía Mark Twain de la Palestina anterior a la llegada de colonos judíos: "No hay ni una aldea solitaria a través de toda la extensión (valle de Jezreel, Galilea); ni una en treinta millas en cualquier dirección... Uno puede recorrer diez millas en la región sin ver un alma viva. Para experimentar el tipo de soledad que causa tristeza, ven a Galilea... Nazareth es abandono... Jericó yace en desolada ruina... Bethlehem y Bethania, en su pobreza y humillación... desposeídas de toda criatura viviente..."

Pues bien, los árabes no aceptaron la propuesta de partición, los judíos sí. Estaba cerca la declaración unilateral de independencia del moderno Estado de Israel. Y los judíos sabían que cuando se produjese, los árabes les iban a atacar. En masa. Y los judíos no tenían ni idea del arte de la guerra. No tenían un ejército en condiciones ni aliados dispuestos a venderles armas.

De hecho, la creación del Estado de Israel, como la creación de todo Estado moderno, produjo un hombre nuevo, inventado, imaginario: un soldado y un agricultor (los judíos no habían sido ni lo uno ni lo otro a lo largo de 20 siglos, por razones evidentes). 

De modo que ficharon a un puñado de reservistas judíos de los ejércitos de EEUU, Reino Unido y Australia, ex combatientes de la II GM, para que prepararan al naciente ejército de defensa, y consiguieron armas como pudieron. Aprovechando el caos de posguerra en Italia, un tío abuelo mío, parte de la sección de inteligencia de la Haganá, robaba camiones de armamento a los ingleses, que después se introducían de contrabando en Palestina. Y así, con mucho esfuerzo e imaginación, se creó la fuerza que iba a defender al naciente Estado de Israel.

Como estaba previsto, un día después de la declaración de independencia (el 14 de mayo de 1948), Egipto, Jordania y Siria atacaron Israel con el objetivo (públicamente declarado) de "echar a los judíos al mar". Si se fijan ustedes en el mapa de la partición, incluso en el mapa del Israel actual, la cintura de avispa de Israel mide lo que mide la Avenida Diagonal de Barcelona. De modo que empujar a los judíos al mar estaba chupado. Salvo que uno contara con la valentía y el espíritu de supervivencia de los israelíes.

Y, en efecto, Israel ganó esa guerra. Y todas las guerras posteriores. Un país tan pequeño, afirmaba Kundera, no se puede permitir el lujo de perder una sola guerra. Sencillamente, porque desaparecería del mapa. 

Mucho antes de la guerra de independencia, mucho antes de la propuesta de partición, se habían ido desarrollando los movimientos judío y árabe de liberación del mandato británico. El árabe, además, contra el sionismo y la inmigración judía. El judío, además, contra las pretensiones árabes sobre el territorio. Ambos movimientos incluyeron actos terroristas: el árabe, con diversas organizaciones, como la Mano Negra, que asesinaron a ingleses y judíos; el judío, con el Irgún, una rama escindida de la Haganá, que también asesinó a británicos y árabes, y que fue neutralizada por el naciente ejército israelí con la orden de Ben Gurion de hundir el Altalena, un barco con armas de contrabando fletado por el Irgún. 

La creación del Estado de Israel se debe, en gran parte, al movimiento sionista, que no es más que un movimiento nacional (de fundación de un Estado Judío en el antiguo Israel como respuesta al furibundo antisemitismo europeo), del mismo modo que existen movimientos nacionales detrás de la creación de todos los Estados modernos. Y el "pueblo palestino" no era más que árabes provenientes de Siria, Líbano, Jordania, Egipto, etc., que vivían en Palestina junto con cristianos, judíos, turcos, etc. Digámoslo claramente: el "pueblo palestino" debe su existencia al movimiento nacional sionista. Sin el sionismo, esos árabes habrían sido fagocitados por las naciones árabes vecinas.

Ahora bien, ¿qué ocurrió durante la guerra de independencia? Los ejércitos árabes que atacaron Israel animaron a los árabes locales a abandonar la zona hasta que se echase a los judíos al mar con la promesa de que después volverían al territorio conquistado por ellos. De modo que muchos huyeron de motu proprio hacia los países vecinos. Otros, una minoría, fueron expulsados por los vencedores. 

Los expulsados fueron tratados como enemigos. No asesinados, pero sí expulsados. Conviene señalar que la mayoría de ellos viven en campos de refugiados en Líbano, país hermano, o en malas condiciones en Siria. En Jordania, constituyen la mayoría de la población. Sus vidas no interesan a los árabes excepto como arma arrojadiza contra el estado judío.

Los árabes que quedaron en Israel son hoy ciudadanos israelíes de pleno derecho. Constituyen algo así como el 20% de la población de Israel. Israel tiene parlamentarios árabes (con voz y voto hasta para condenar al gobierno israelí) , policía árabe, soldados árabes, profesores universitarios árabes, etc. Ningún árabe israelí estaría dispuesto, bajo ningún concepto, a irse a vivir a Cisjordania, menos a Gaza. Por eso, entre otras cosas, no se consideran "palestinos" (pese a serlo, según la propaganda nacional palestina), sino, sencillamente, árabes. Árabes israelíes. Árabes con derechos que no tienen los árabes en los países árabes.

En diciembre de 1950, la ONU creó el ACNUR (Alto Comisionado para los Refugiados). Este organismo estaba hecho para TODOS los refugiados del mundo. Para todos. Sin embargo, en 1949 también creó la UNRWA, que es un organismo dedicado exclusivamente a los refugiados palestinos. La ONU no tiene ningún otro organismo dedicado exclusivamente a ningún grupo específico de refugiados. De ningún tipo. De ningún lugar. 

La UNRWA se encarga de mantener el statu quo de los refugiados palestinos. Es decir, de que se sigan pudriendo en campos de refugiados de los países árabes. Y maneja números inflados y absurdos. Consideran refugiados palestinos a los que abandonaron Israel (por motu proprio o a la fuerza) más las siguientes dos generaciones. Cuando Clinton convocó a Barak y a Arafat a las negociaciones de paz de Camp David, en el 2000, Israel ofreció TODO lo que pedía Arafat menos una exigencia imposible de satisfacer: que volvieran a Israel los palestinos que la UNRWA "considera" refugiados. Aceptar eso habría sido como aceptar que España diese nacionalidad española, de golpe, a 30 millones de musulmanes (marroquíes, argelinos o de donde fuera). Hubiera supuesto el fin de Israel. Israel no aceptó semejante dislate, y Arafat volvió a su Muqata (a donde los propios israelíes lo habían llevado, desde Libia, creyéndole un socio para la paz), fue recibido como un héroe por los palestinos, y declaró la Segunda Intifada, con todo lo que eso supuso.

Desde entonces, los palestinos no están dispuestos a ninguna solución que no pase por la desaparición del Estado de Israel. En realidad, viven en una Intifada perpetua. No hacen otra cosa que atacar a Israel y clamar al cielo cuando Israel se defiende. Han creado dos generaciones de palestinos adoctrinados en el odio antisemita desde la más tierna infancia. Y no quieren otra cosa, pues medio mundo progre paternalista se pirra por los "perdedores" y los "desamparados". Cuando los judíos suupervivientes de la Shoah crearon Israel contra todo pronóstico, la izquierda mundial los apoyó. Eran unos pobres desgraciados en proceso de recoger sus pedazos. Pero cuando, en lugar de convertirse en víctimas profesionales, los israelíes hicieron algo productivo con su vida, levantaron un Estado fuerte y próspero y repelieron, uno tras otro, todos los ataques de los árabes, la izquierda se sintió profundamente traicionada.

A la izquierda le gusta patrocinar a los pobres siempre que sigan siendo pobres. Siempre que no hagan nada por dejar de serlo.

Por último, una anotación: cuando Israel abandonó unilateralmente Gaza (para lo cual el ejército israelí tuvo que sacar de allí a la fuerza a colonos, granjeros y tenderos judíos), lo primero que hicieron los palestinos fue quemar todas las propiedades que los israelíes habían dejado atrás, incluidas las granjas, las pequeñas fábricas y talleres, al grito de "hemos echado a los judíos". No aprovecharon esas fábricas y granjas para trabajarlas, para labrarse un porvenir (para ellos y sus hijos). Las destruyeron. ¿Para qué trabajarlas si la comunidad internacional les iba a inundar con millones y millones como premio por ser las víctimas más fotogénicas del mundo?

Aunque es difícil resumir todo el conflicto árabe-israelí en un hilo, he intentado dar algunas pinceladas. Gracias por vuestra paciencia.