4F: DESPERTAR DE LA FUERZA POPULAR DE LA NACIÓN

Una rebelión cívico militar que parió la Revolución Bolivariana

El 4 de febrero de 1992 ocurrió un hecho que partió en dos la historia venezolana, murió el Pacto de Punto Fijo y nació una lozana conciencia de lucha y de batalla que abrió el camino hacia una nueva República. Hace 25 años la juventud militar liderada por el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, se hizo voz de un pueblo atormentado por la crisis del sistema político del gobierno del ex presidente Carlos Andrés Pérez. La rebelión del 4 de febrero fue un hecho necesario e inevitable que frenó las intenciones de la extrema derecha venezolana de socavar la paz y creo un vínculo cívico-militar que maduraría seis años después con la victoria electoral de 1998 que abrió paso a la Revolución Bolivariana.

"El 4 de febrero fue realmente una acción quijotesca.  Hecha por jóvenes soldados y ciudadanos, que también    se convirtieron en soldados aquel día, sin serlo, o sin                                     haberlo sido"                                  Cmdte. Hugo Chávez

El alzamiento y la insurrección popular ocurrida el 27 y 28 de febrero de 1989 fue el antecedente que dio origen a la rebelión militar del 4 de febrero de 1992 porque a pesar del Caracazo una clase política desgastada continuó empobreciendo al país como venía haciéndolo desde años atrás.

Venezuela era un país en una situación misérrima: En el tema de la salud, repuntaba el paludismo y el cólera, los servicios básicos como el agua potable se hacían cada vez más irregulares, el descontento de los sectores medios y bajos de las Fuerzas Armadas aumentaba por los hechos de corrupción verificados en los altos mandos militares, el cuestionamiento a la posición sostenida por el presidente Pérez en las negociaciones relativas a la delimitación limítrofe con Colombia también subía, para 1990 el precio del barril de petróleo había descendido de 20 a 16,60 dólares y la inflación alcanzó el índice de 40%. El gobierno del adeco Carlos Andrés enfrentaba un alto nivel de impopularidad, con una serie de paros y protestas de docentes, estudiantes, transportistas, empresas básicas, tribunales y médicos que en total sumaron 546 protestas entre 1989 y 1991.

"Si no hubiese ocurrido la rebelión militar apoyada por el pueblo, creo que Venezuela hubiese entrado en una guerra civil porque no hay mal que dure 100 años ni  pueblo que lo resista. Gracias a Dios ocurrió el 4 de        febrero y evitó tragedias mucho mayores a nuestro                                     pueblo"                              Cmdte. Hugo Chávez

Un grupo de oficiales de la promoción Simón Bolívar (1975), ante la ya evidente descomposición del sistema político, abrevó del ideario emancipador y fundó el 24 de julio de 1983 el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, conformado por la juventud militar, oficiales superiores y subalternos, conocidos luego como los "comacates" (comandantes, mayores, capitanes y tenientes), estudiaron Árbol de las tres raíces (Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora) de cuyos pensamientos retomaron el concepto de soberanía, pedagogía liberadora y defensa del pueblo con lo que cimentaron una definición organizativa y doctrinaria.

"La consigna fundamental del 4 de febrero era Asamblea Constituyente Bolivariana y Revolucionaria,                       plenipotenciaria y soberana"                       Cmdte. Hugo Chávez

Los sucesos del 27 de febrero de 1989 aceleraron su consolidación y entonces deciden preparar una rebelión militar para establecer un Gobierno de Emergencia Nacional que rescatara la dignidad del pueblo y restableciera al país del desprestigio del bipartidismo.

OPERACIÓN EZEQUIEL ZAMORA

La denominada Operación Zamora se inició en la tarde del día lunes 3 de febrero y estalló en la noche, al retornar al país el presidente Pérez, luego de su participación en el Foro Económico Mundial, en la ciudad de Davos (Suiza). Esta operación consistió en la toma de Caracas, Barquisimeto (Lara), Maracay (Aragua), Valencia (Carabobo) y Maracaibo (Zulia), las principales ciudades al norte de Venezuela. Los responsables fueron los tenientes coroneles Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Jesús Urdaneta Hernández, Jesús Ortíz Contreras, Yoel Acosta Chirinos y Luis Pirela Moreno.

También los capitanes Darío Arteaga Páez, Luis Valderrama, Angel Godoy Chávez, Pedro Jiménez Giusti y Angel Martínez Alfonzo, junto a ellos otros oficiales que sumarían en total 133 rebeldes y más de 1.000 soldados.

"Los hombres del 4 de febrero no fuimos apoyados por cúpulas, por 'los amos del valle' o por los dueños de las televisoras y de los grandes medios de comunicación. Nosotros salimos con lo que teníamos a la mano, con nuestro corazón, con nuestra dignidad, salimos a batallar por la Patria. No manipulados por nadie sino        impulsados por nuestra propia conciencia"      Cmdte. Hugo Chávez

La rebelión programó controlar las principales unidades militares y con ellas hacer un avance sobre Caracas desde Valencia y Maracay para conformar un comando conjunto coordinado en el Museo Histórico Militar, en La Planicie. La acción previó ocupar Fuerte Tiuna y el Palacio de Miraflores, mientras que en Zulia sería tomada Maracaibo y se avanzaría militarmente hacia Barquisimeto.

En Maracay el objetivo fue la Base Aérea Libertador, donde sería tomado un escuadrón Mirage, y serán movilizados los batallones de paracaidistas José Leonardo Chirino y García de La Serna hasta Caracas, al mando de Acosta Chirinos, para ocupar el aeropuerto de La Carlota.

Valencia prestaría apoyo a Caracas y Maracay con la Brigada Blindada Pedro León Torres, compuesta por tanques Escorpio, el Grupo de Artillería General Salom, la Compañía de honor 24 de Julio, y la Compañía de Comunicaciones.

Arias Cárdenas en Zulia tomaría el control sobre el Grupo de Artillería Misilístico Monagas, para controlar a su vez el destacamento 35 de la Guardia Nacional, el Cuartel Libertador, el Cuartel de Patrulleros de la policía del estado, la sede de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), instalaciones petroleras, la residencia del gobernador y el puente sobre el lago.

En Caracas, neutralizaron el tránsito en Fuerte Tiuna con el Batallón de infantería Bolívar. El regimiento Agustín Codazzi tomaría la Comandancia General del Ejército, el Ministerio de la Defensa y los talleres de comunicación, por su parte, el Batallón de tanques Ayala, con las unidades Dragón 300, darán sitio a Miraflores.

EL MARTES DE LA REBELIÓN

En el libro 4F: la rebelión del sur, de José Sant Roz, se revela que un capitán allegado al director de la Academia Militar, general Manuel Delgado Gainza, en horas de la mañana del 3 de febrero delata al movimiento y este hecho desencadena las acciones para ese mismo día.

El presidente Pérez se encontraba en Davos, Suiza, asistiendo a una cumbre económica y a su regreso en Maiquetía (Vargas) fue informado por el ministro de la Defensa Fernando Ochoa Antich sobre una eventual rebelión militar. Pérez hizo caso omiso a la advertencia y fue a La Casona. Eran las 10:00 de la noche. Hora y media después una columna de tanques artillados subía por la avenida La Salle para dirigirse hacia la Andrés Bello, rumbo a San Bernardino.

En ese mismo momento, por Tazón, al sur de la ciudad, llegó el Batallón José Leonardo Chirino, con destino a La Carlota. Dos compañías se dirigieron a La Casona y Fuerte Tiuna, mientras que un pelotón se movilizó hacia Venezolana de Televisión, para tomar las instalaciones y transmitir la proclama de los rebeldes.

Fueron tomadas la estación del teleférico y la sede de la Policía Metropolitana en Caracas. Pérez se entera de la rebelión de un batallón en Fuerte Mara, Zulia y parte hacia Miraflores. Lo mismo haría una columna de 12 tanques Dragón 300 que salió de Fuerte Tiuna hacia la avenida Urdaneta. A las 12:00 de la noche ya estaban tomadas La Casona, la Comandancia del Ejército y La Carlota.

Las unidades artilladas que transitaron la avenida Andrés Bello llegaron a la Comandancia General de la Armada, en la avenida Vollmer. En minutos comenzaron las ráfagas. Hacia el oeste, en Miraflores, Carlos Andrés Pérez logra ingresar al palacio acompañado por el ministro de Relaciones Interiores Virgilio Ávila Vivas, el jefe de la Casa Militar, vicealmirante Iván Carratú, sus edecanes y el adeco Luis Alfaro Ucero.

En su despacho, Pérez comenzó a oír las descargas de cuatro tanquetas que atacan el palacio y el regimiento Guardia de Honor. La imagen: un tanque tumba la reja, aplasta un vehículo y enfila hacia la oficina presidencial. Otro traspasa la defensa del Palacio Blanco y sube por las escaleras externas.

Otros dos tanques rompen las verjas de la prevención de Miraflores. Se ven decenas de soldados con boinas rojas que rompen la puerta dorada e ingresan a la antesala presidencial. Pérez lleva en las manos una ametralladora que no sabe usar y junto al jefe de la Casa Militar y el ministro Ávila Vivas corren por los pasillos, 45 minutos después toman un vehículo y huyen del palacio, donde dejan botado a Alfaro. En Fuerte Tiuna fueron detenidos 22 generales.

La acción también se da en Maracaibo, Valencia y Maracay. Arias Cárdenas al mando del Grupo de Artillería Misilística Monagas toma la casa del gobernador Oswaldo Álvarez Paz (Copei) y lo retiene en nombre de las fuerzas insurgentes, sin embargo, no avanza hacia Barquisimeto.

Cerca de las 12:30 de la noche un batallón con el comandante Hugo Chávez llega a Caracas para dirigirse a La Planicie, donde tomará el mando del 422 Batallón de paracaidistas y una compañía de infantería, para ubicarse a 1.500 metros sobre Miraflores.

Luego de la fuga, Pérez fue hacia Televen, a donde no llega por los ataques en la sede de la Disip de Los Chaguaramos. Junto a sus acompañantes evaden la zona y se presenta en Venevisión para dirigirse al país con un primer mensaje, cerca de la 1:30 de la mañana.

POR AHORA Y PARA SIEMPRE

"El 4F se trató, al mismo tiempo, de una campanada, de un llamado de alerta, de un toque de corneta que salió de las filas militares bolivarianas y llamó a un pueblo que hoy apoya un proceso que, gracias a Dios, tomó el camino pacífico, tomó el camino democrático porque nunca hubo en la mente ni en la acción de los       militares bolivarianos del 4 de Febrero ningún plan,           ninguna intención dictatorial. No, lejos estamos y                   siempre estuvimos, de ese camino"              Cmdte. Hugo Chávez

El Teatro de Operaciones era controlado en La Planicie, donde se escuchaban las metrallas desde el palacio, lugar donde ya no se encontraba el presidente, quien se dirigió por segunda vez al país por el canal 4 y aún no conocía quién era el jefe de los insurrectos que mantenían el control sobre Maracay, Valencia, Maracaibo, Miraflores, Fuerte Tiuna, La Carlota, La Casona, La Planicie y parte de la parroquia 23 de Enero.

Pasaron las horas y hubo algunas comunicaciones entre el alto mando militar y Chávez. Incluso se manejó la amenaza de enviar a la infantería de Marina y realizar un bombardeo aéreo sobre La Planicie. El pueblo se encontraba en las adyacencias, en respaldo a la rebelión, al igual que los comandos cazadores y paracaidistas emplazados en la avenida Sucre y los alrededores del palacio.

Tanques y aviones comprometidos con los rebeldes no llegaron a Caracas, los talleres de comunicación de Fuerte Tiuna fueron intervenidos y el video que se lleva al canal 8 con la proclama no corresponde con el formato televisivo, razón por la que no se transmite. A las 4:00 de la mañana Carlos Andrés Pérez regresa al palacio para dirigirse nuevamente a la nación y confirmar que la situación estaba controlada por su gobierno.

Amanece. Sobre las 9:30 se resuelve, no una rendición, sino la transmisión del mando de tropas insurgentes con base en el ceremonial militar. Chávez se despidió de sus soldados en La Planicie, los Almacenes Militares y piquetes emplazados en la zona, para transmitir su decisión de retirada y ser escoltado hasta Fuerte Tiuna.

En el Ministerio de la Defensa estaba previsto que el comandante Chávez se comunicara a través del sistema de comunicaciones interno con las unidades aún insurgentes, pero periodistas y medios ya estaban en el lugar, razón por la cual el teniente coronel aparece en los medios y ante las cámaras, donde asume su responsabilidad y pronuncia el "Por ahora" que dividió la historia contemporánea de Venezuela. "Y yo ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano", dijo Chávez.

"El cuatro de febrero no solo fue la estocada mortal del puntofijismo. El cuatro de febrero, le dimos también en Venezuela, la estocada mortal al neoliberalismo salvaje que casi acaba con los pueblos de este continente" Cmdte. Hugo Chávez

El pueblo venezolano conoció por primera vez, en televisión, a su futuro líder. Más tarde le suspenderían sus garantías y en el extinto Congreso se daría un debate donde Rafael Caldera expresaba que es imposible pedirle a ese pueblo que "se inmole por la libertad y la democracia" cuando estas no son capaces de darle de comer.

“El 4F para nosotros fue muy importante porque era la esperanza. Hubo mucha esperanza, mucha alegría. Lo que veíamos en verdad era eso, estábamos todos porque se diera, que se acabara de dar esa coyuntura”, relató al colectivo La Célula, Carmen Acosta, habitante de Catia, reseña la Revista Memorias de Venezuela N°24, en febrero de 2012.

Los oficiales insurgentes fueron privados de libertad y en Yare continuaron trabajando en el proyecto político que años después convocaría a diversos sectores del país. El 26 de marzo de 1994 fueron sobreseídos de sus causas para ir "a las catacumbas del pueblo", como dijo el mismo Chávez, donde aglutinarían el respaldo popular que luego de unas elecciones lo llevaría al poder en otro febrero, el de 1999.

El 4F evidenció la falsa imagen del sistema político venezolano que se difundía en el extranjero y demostró el poco respaldo popular con el que contaban quienes entonces representaban a los restos del Pacto de Punto Fijo, quienes como futura oposición serían igualmente desplazados por sectores fascistas y liderazgos provenientes del poder económico.

Un mes después de la rebelión se celebraron los carnavales en el país y el pueblo no dejó de expresar de forma curiosa su alegría. En varias regiones se veían niños disfrazados con uniformes de campaña y boinas rojas, conocidos popularmente como los "chavecitos". En las paredes de Caracas, con aerosol, comenzaban a escribirse las "pintadas" que expresaban el clamor popular que comenzó a tomar cuerpo como semilla de una democracia participativa y protagónica. Dondequiera podía leerse esta frase, que aún se escucha: "Viva Chávez".

FUENTE VTV/AVN