El Programa Global de Bosques y Cambio Climático de la UICN trabaja en tres áreas temáticas claves: restauración de paisajes forestales, control de bosques locales y reducción de deforestación.
América del Sur alberga alrededor
del 27% de los bosques del mundo.
© Eduardo Fernández
La diversidad de servicios ecosistémicos que proporcionan los bosques son fundamentales para las personas que dependen de ellos.
Gracias a su capacidad de almacenamiento de carbono de forma natural, su conservación es un factor importante para contrarrestar la
deforestación.
© German Toasa
Los bosques tropicales que se encuentran en esta región son parte, además, de las zonas más biodiversas del mundo y proporcionan el hábitat para gran cantidad de especies.
Sin embargo, la deforestación y la degradación representan una grave amenaza , puesto que aumentan los efectos adversos del cambio climático así como los riesgos para la biodiversidad, las economías locales y el bienestar humano.
Frente a estos desafíos, UICN América del Sur implementa iniciativas para impulsar la conservación y restauración de los bosques en la región.
Facilitando la distribución de beneficios para REDD+
© Freddy Guillén/CI-Perú
Esta iniciativa fue implementada por la UICN en alianza con Conservación Internacional Perú y AIDER, en la Comunidad Nativa Shampuyacu, en la región de San Martín.
Descarga los resúmenes técnicos del proyecto Facilitando la distribución de beneficios para REDD+ en Perú
¿Qué es la restauración de paisajes forestales?
© Roberto Ariano
La RPF es el proceso de recobrar funcionalidad ecológica y mejorar el bienestar humano en paisajes deforestados o degradados. Ello implica restaurar "hacia adelante" con la finalidad de ofrecer múltiples beneficios y usos de la tierra sostenibles en el tiempo.
Esta iniciativa recibe atención prioritaria en América del Sur, donde la UICN apoya a varios países en el diseño de estrategias de restauración que permitan la transformación de paisajes rurales hacia un futuro sostenible.
El Desafío de Bonn es la mayor iniciativa de restauración que implica esfuerzos globales y constituye un vehículo de implementación directo de acciones en terreno.
En apoyo a este desafío, la RPF ha demostrado ser un mecanismo efectivo para integrar múltiples objetivos alineados con la reducción de emisiones por deforestación, mejora de la adaptación al cambio climático, facilitar desarrollo rural sostenible y atraer inversiones privadas climáticamente inteligentes.
El Desafío de Bonn ha recibido apoyo sin precedentes en Latinoamérica
con 18 contribuciones que suman más
de 35 millones de hectáreas.
© Germán Toasa
Los países en Latinoamérica que han realizado contribuciones al Desafío de Bonn han estado en el centro del movimiento global de restauración, creando un momento político en sus países necesario para impulsar cambios en políticas y planes nacionales que faciliten acciones tempranas de restauración a diferentes niveles.
Hasta la fecha, 40 gobiernos, compañías y organizaciones contribuyen a este reto con más de 148 millones de hectáreas en ambiciones de restauración.
© Sergio Garrido
