Grupo Arzaluz, 
 ciencia y tecnología en la carne de conejo

El mercado nacional demanda 20 mil toneladas de carne de conejo al año; se producen en el país sólo 5 mil. Éste es un nicho de oportunidad en donde la innovación se hace presente y le da competitividad a la industria.

La historia que tiene que ver con la cunicultura -crianza de conejos- en Grupo Arzaluz inició en 1999, cuando a la hija de uno de los socios de la empresa -que en ese momento no estaba enfocada al mercado de conejos- le regalaron una hembra. Posteriormente compraron un macho y la reproducción natural siguió su paso.

"Recuerdo que después de este hecho, al poco tiempo estábamos rodeados de conejos y así fue como comenzamos a entrarle a este mercado", comentó en entrevista para El Innovador, el Lic. Oscar Gutiérrez Arzaluz, Director General de la compañía, empresa instalada en Huixquilucan, Estado de México.

La cunicultura es la rama de la ganadería que se encarga de estudiar la manera de producir conejos y obtener de ellos productos como carne y pieles, al costo más económico y bajo las condiciones más humanas posibles.

En este contexto, hoy Grupo Arzaluz produce 5 mil cabezas de conejo al mes, aunque tiene la capacidad de llegar a 11 mil; y se integra a un mercado que demanda el producto sobre todo en la zona centro del país.

EL INICIO

Para el Lic. Oscar Gutiérrez Arzaluz, el comenzar la producción de conejo de manera industrial coincidió con un curso que tomó y que refería a empresas de base científico-tecnológicas, esto le permitió iniciar investigaciones para tener mejores resultados.

Sin embargo, pese a que había iniciado investigaciones sobre el mejoramiento genético, éstas se detenían porque el mercado de la cunicultura es inestable. "En ocasiones demanda tanto que no hay productores, y cuando la producción está al tope se cae la demanda", indicó.

“Después de un tiempo de análisis, identifiqué las etapas y observé la época en la que no hay tanta producción para abastecer el mercado y comencé a desarrollar canales de distribución adecuados. Pues sin hacer promoción, México demanda 20 mil toneladas de carne al año y sólo se producen 5 mil en todo el país”, explicó.

Posterior a esta etapa, la empresa procedió a la investigación y desde 2008 inició con la construcción de infraestructura para el desarrollo de nuevas tecnologías, que permitieran contar con un centro de ensayo, una planta de mejora genética, una planta de sacrificio y un sistema de inseminación artificial.

Las metas eran claras indicó el Lic. Gutiérrez Arzaluz, pero poco a poco se logró desarrollar técnicas de inseminación artificial, así como crear un diluyente para el semen y una pistola para preñar a las conejas.

CULTURA CULINARIA

De acuerdo con el Lic. Oscar Gutiérrez Arzaluz, los socios de la empresa son todos hermanos y actualmente trabajan en ella cerca de 16 personas, quienes procuran los estándares de calidad, cuidado y producción de las cabezas de conejo.

No obstante, refiere que aunque la carne de conejo es especial, y que en Europa se consumen de 5 a 7 kilos per cápita al año; en México apenas se llega a los 100 gramos. "Pero este tema es cultural. La gente prefiere otro tipo de carnes. En tanto la de conejo es baja en colesterol y grasa, se recomienda para diabéticos, hipertensos, atletas de alto rendimiento, adultos mayores y en general para todos, además se puede preparar en cualquier receta", mencionó.

Comentó que a pesar de que este animal se consumía desde épocas prehispánicas, en el país es una industria nueva. “En México se consume principalmente en el Estado de México, Distrito Federal e Hidalgo, y algunas zonas de Chiapas y Oaxaca; sin embargo, es muy popular en Estados Unidos, Francia, Italia y España”.

INNOVACIÓN

Al referirse al tema de innovación, el Lic. Gutiérrez Arzaluz, expuso que hay un antes y un después del 2008, justo cuando reciben apoyo por parte del Programa de Estímulos a la Innovación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, pues esto les permitió realizar las investigaciones que habían sido planeadas.

"Los resultados han sido muchos, desde acelerar y mejorar la producción de cabezas, hasta tener una patente, un modelo de utilidad y un registro de software en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial", señaló.

Al hacer un recuento expuso: “Hacemos mejora genética con el ánimo de tener mejores ejemplares, hembras que produzcan más gazapos, más resistentes a las enfermedades y hemos logrado aumentar la productividad”.

“Tenemos una vinculación con la Universidad Autónoma de Chapingo, en especial con el Dr. Raymundo Reyes de Lara, quien nos ayudó con el diluyente, la pistola para inseminar y la vagina artificial. Asimismo continuamos una línea de investigación que tiene que ver con el proyecto de mejora genética, y permanentemente estamos haciendo este tipo de trabajos”, refirió.

En más colaboraciones el directivo apuntó: “Tuvimos una intervención con expertos del Instituto de Ecología (INECOL), de especialistas en producción de energía con algas marinas y entramos a desarrollar un proyecto con el desperdicio del excremento de los conejos para energía; con el ITESM estamos realizando investigaciones con cuatro expertos, para hacer un alimento neutracéutico que se agregaría a la dieta de los animales y que incorpora omega 3 y 9, para tener una mejor calidad en la carne”.

Finalmente, refirió que con la Universidad Autónoma del Estado de México, Grupo Arzaluz tiene una colaboración con el Centro de Investigación Química. “Estamos desarrollando mecanismos para producir embutidos de carnes, como salchichas, hamburguesas, longaniza y otros alimentos novedosos, que irían más allá de lo tradicional; además, con la Politécnica del Valle de México hicimos un transportador aéreo para la planta de sacrificio, en forma de carrusel, y naves de plástico.

TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA

Porque el mercado lo demanda en altas temporadas, Grupo Arzaluz se ha propuesto desarrollar un mecanismo con pequeños productores, a quienes transferiría la tecnología desarrollada, para que estos produzcan cabezas de conejo, y mediante un canal de distribución –también creado por la empresa- se obtengan beneficios económicos.

"Creamos una vagina artificial, una pistola para inseminar, un diluyente para proteger el semen del conejo. Tenemos esas bases bien controladas. Ahora lo que ocupamos es salir a trasladar esta tecnología para los productores que les interese monetizar con sus conejos".

Actualmente en la granja de Grupo Arzaluz se inseminan por semana 400 conejas, y la producción total se comercializa en la zona centro del país. Esto les llevó a recibir en 2014 el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología.


Por: José Raúl García Román

Publicado en: Revista El Innovador https://issuu.com/editorialsociedaddelconocimiento/docs/el_innovador_16

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