La historia en la vela del pastel;

buscando una idea para innovar

Del norte al sur y del este al oeste. En todo México siempre que se celebra un cumpleaños hay dos elementos que no pueden faltar: el pastel y la vela. 

Una vela para el pastel puede ser poco atractiva y su uso se limita a encenderse al celebrar un cumpleaños; pero, ¿qué más puede ofrecer este producto? 

Esto fue lo que se preguntó el ingeniero José Rafael Aguilar Aguilar, que, junto a su hermano, emprendiera una empresa que le permitía dar algo más que una simple vela.

Velas sencillas y en forma de número, eso es lo que existía en el mercado hace 15 años. De pronto... comenzaron a aparecer figuras que revestían el producto, eran porta velas que ofrecían figuras de múltiples colores y diseños. 

Esto fue lo que el Ing. Aguilar introdujo al mercado tradicional y que años más tarde diera origen a su empresa Vela Feliz, en la que hoy emplea a más de 40 personas, entre ellas artesanos y otros profesionistas.

"La idea nació cuando mi hermano buscaba una figura para el pastel de su hijo. No la pudo encontrar, así que la diseñó. Días después invertimos en maquinaria y comenzamos a desarrollar diferentes modelos que gustaron en el mercado". 

"Años más tarde, por así convenir con mutuos intereses, me separé de él para fundar lo que hoy se llama Vela Feliz, una empresa que trabaja con base en un modelo de gestión de innovación y tecnología; además tiene modelos de utilidad y protección intelectual", recordó en entrevista para El Innovador, el ingeniero Aguilar.

Para el fundador de Vela Feliz tener un producto que gustara y fuera disruptivo en el mercado, estaba perfecto; sin embargo, la tarea más complicada fue la introducción de su producto a los anaqueles de las pastelerías. 

"Esto nos llevó mucho tiempo y dinero, pero aprendí que primero había que llegar a los grandes negocios, así cuando tocaba las puertas de las pequeñas empresas ya me conocían, y esa fue la estrategia que seguí para posicionarnos".

Hoy, a decir del ingeniero Aguilar, Vela Feliz es de las pocas compañías en México que cuenta con todos los permisos y certificaciones aplicables a la Ley, enfocadas a la producción y comercialización de porta velas y comercialización de vela luminosa, situación que les ha permitido mantenerse ante una competencia proveniente de China y de otros fabricantes locales.

ENTRE LO ARTESANAL Y LO TECNOLÓGICO

Para la Mtra. Consuelo Aguilar, gerente de Gestión Tecnológica e Innovación, Vela Feliz no es la misma que se inició hace más de una década. "Los procesos, la producción, las materias primas, los diseños y la calidad han evolucionado, dando la oportunidad de tener un crecimiento en más de 100 por ciento en los años recientes", comentó.

Actualmente, los principales productos de la empresa son: porta velas, de los cuales tienen más de 150 diseños -hay personajes de caricaturas, películas infantiles y los clásicos números-, y las velas luminosas.

“Si bien Vela Feliz es una compañía relativamente joven, la adopción de competitividad ha sido paulatina y derivada de circunstancias diversas, tanto del mercado como de la dirección general misma”, apuntó la gerente.

En este contexto, hoy la empresa instalada en el Estado de México, trabaja con diseñadores para el caso de los porta velas -antes lo hacía con un modelista que elaboraba los modelos a plastilina, pero por el manejo de materiales era complicado sacar más de una pieza original de cada modelo-. 

“Una vez que el diseño está listo se imprime un negativo o molde en máquinas 2D y 3D, ahí es donde la magia comienza”, señaló.

Cuando se tiene el negativo, agregó, se detalla a mano y se produce un molde de silicón, ya con éste, comienzan a hacerse las piezas de manera artesanal, acto seguido se introducen en hornos que llegan hasta los 250 grados centígrados y pasan al departamento de calidad donde se verifica el que la figura cumpla con la hoja de especificación y finalmente se coloca un pivote.

“Usamos PVC flexible de grado alimenticio, el cual pigmentamos con colores también de grado alimenticio, porque este producto tiene contacto directo con alimentos. Se decora a mano, pues no hay forma de que se haga de manera automatizada debido a la gama de colores. El molde no sale del área, aquí se decora toda la pieza. Éste sistema, la forma en la que está ensamblado, es parte de un modelo de utilidad registrado ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI)”, señaló.

El pivote que se instala es parte clave del modelo de utilidad registrado por Vela Feliz ante el IMPI y fue desarrollado con el apoyo del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (COMECyT) y el Centro de Tecnología Avanzada (CIATEQ). Consiste de una estructura que permite mayor rigidez al porta velas y que éste no caiga una vez colocado en el pastel.

"No es una patente ni un diseño industrial, a los modelos de utilidad se les denomina pequeñas patentes y por ley tenemos años de exclusividad de comercializar este tipo de ensamble a nivel nacional", señaló; además, agregó que dichos pivotes se realizan en moldes de acero inoxidable.

De acuerdo con la Mtra. Consuelo Aguilar, Vela Feliz se convirtió en una empresa de base tecnológica al integrar tecnología desarrollada con las instituciones, pero parte importante de este proceso fue la implementación del modelo de gestión de tecnología e innovación, que fue tomado en primera instancia por una invitación de la Fundación México Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC) y posteriormente en la Fundación del Premio Nacional de Tecnología: “Vigilar, planear, implementar, habilitar y proteger. Estos pasos, si lo adoptas, te pueden llevar a ser una empresa de base tecnológica”, insistió.

A juzgar de la gerente de Innovación y Tecnología, hasta hoy el proceso de producción de los porta velas sigue siendo artesanal, pero integrando ingeniería de alto valor y, en un proyecto futuro visualiza automatizar el proceso en algunos modelos que requieren una gama de color más baja; también, desarrolla en conjunto con el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI) un sistema que les permitirá duplicar la producción en el etiquetado de velas luminosas.

El CHISPÓMETRO, EN VELA LUMINOSA

De acuerdo con la Mtra. Consuelo Aguilar, para la empresa, la vela luminosa es un commodity que está de moda; sin embargo, por la demanda que llega a tener hay mucha competencia desleal en el mercado, sobre todo proveniente de Asia, es por ello que en su proceso de producción y comercialización que adopta estándares de calidad ISO 9001, crearon un sistema de medición para garantizar al usuario final un producto que cumpla con las expectativas.

Dicho sistema fue denominado como Chispómetro y les permite medir la intensidad mínima chispas que deben tener los lotes de velas luminosas que son enviadas por su proveedor, que también se ha instalado en el Estado de México. "En caso de que las velas no cumplan con el mínimo requerido de chispas, el lote de producto se devuelve para que el proveedor las retrabaje".

Aclaró que, en el caso de la vela luminosa, tanto el proveedor como Vela Feliz tienen las certificaciones que demanda la Ley para mantener y maquilar este tipo de producto, el cual ofrece chispas de colores, a una intensidad adecuada y, sobre todo, que cumple con estándares de inocuidad para el ser humano. “Incluso tenemos un certificado por parte del Instituto Mexicano del Petróleo que señala el grado nulo de partículas tóxicas /nocivas para la salud”, especificó.

“Lo que hacemos en la vela luminosa es el etiquetado personalizado, no hacemos la formulación, compramos el producto y lo evaluamos con los estándares de calidad que nos pide la industria; el desarrollo con CIDESI nos permitirá aumentar la producción de los etiquetados, hoy hacemos 17 mil piezas a la semana, buscamos alcanzar hasta 36 mil”, apuntó.

“Existen competidores que hacen lo mismo que nosotros, solo que ellos ocupan colores que tienen como base metales pesados, como el plomo y aluminio, lo cual es peligroso para la salud, tóxico incluso”, agregó.

PLANEACIÓN DE ESTRATÉGICA

Propiedad intelectual, modelo de utilidad, derechos de autor, registro de marca, gestión de calidad, innovación y tecnología, para los directivos de Vela Feliz ese ha sido el secreto para alcanzar la competitividad como empresa.

La realización de un plan de trabajo anual, que pasa por vigilancia tecnológica, de mercado y de economía han sido claves. "Revisamos qué películas o programas para niños van a salir o a estrenarse, de ahí se hace una lista de los modelos que se van a producir, de tal forma que cuando se estrene nosotros ya estemos en el mercado", apuntó la Mtra. Aguilar.

“El estudio de mercado nos ha permitido que dos semanas antes de la celebración de una festividad en concreto como el día del padre, se deje de producir para que el mero día no se tenga nada en inventario, pero esto se aprendió gracias a los modelos de competitividad”, expuso.

Recordó: “La empresa se formó en 2006, en 2011 teníamos entre 10 y 15 colaboradores, no había control de procesos, no había control de inventario y los ingresos eran menos que el gasto de operación. Entonces de manera fortuita a la directora general, Guadalupe Pineda, le llegó un correo por parte de Quezni Domínguez, de FUMEC, donde se invitaba a las empresas que quisieran hacer algo diferente, nos subimos a ese barco de la innovación y aquí estamos”.

De esta forma, anexó: “Con estrategias básicas como la vela luminosa personalizada, y un modelo de gestión que incluye áreas como la mercadotecnia, producción, diseño y desarrollo, crecimos en 2015 y 2016 más de 100 por ciento”.

RUMBO AL MERCADO GLOBAL

"Ninguno de nuestros diseños vulnera la propiedad intelectual, desde la fabricación de las mezclas, hasta los diseños de los porta velas", esto refirió la ingeniera Guadalupe Pineda, directora general de Vela Feliz, al preguntarle sobre los múltiples prototipos que producen. Incluso agregó: 

“En breve estaremos acreditados por parte de la empresa Disney en México para poder reproducir sus figuras, haciendo el pago correspondiente de regalías”.

Aclaró que, para llegar a este punto, Vela Feliz comenzó un plan de carrera con el personal interno, desde las artesanas hasta niveles directivos. “Disney nos pide que el personal de producción tenga un mínimo de estudio, de nivel preparatoria, y nuestras artesanas tenían secundaria, así que logramos el convenio con una escuela y los sábados asiste un profesor, aquí a la planta, a darles clases de bachillerato, meta que se logrará este mismo 2017 y estaremos cumpliendo con lo que se pide”, explicó.

“Pero todo esto es parte de la implementación del modelo de gestión de calidad y de innovación tecnológica, incluso parte de la implementación de la norma ILS (International labor standard, por sus siglas en inglés)”, insistió.

Comentó que como ingeniera químico industrial, egresada del Instituto Politécnico Nacional, fue ella quien realizó la propuesta tecnológica y recomendación de utilizar materiales en PVC de grado alimenticio. “En el fondo sabía que íbamos a desarrollar algo novedoso. Ahora visualizamos a Vela Feliz llevando sus productos a otro país”, estimó.

Hoy, puntualizó, la empresa tiene una capacidad instalada de 180 mil unidades de porta velas y 50 mil velas luminosas por mes. “Llegamos a toda la República Mexicana, tenemos distribuidores en diversas zonas del país, al norte, bajío y sur del país. Somos los únicos fabricantes de vela en PVC en México instalada formalmente, con software original, pagamos impuestos y estamos certificados por toda la normativa nacional aplicable”.

Finalmente señaló, “estamos en el segmento de la rama de panificación, pertenecemos a esa industria como accesorios”.

DESARROLLO TECNOLÓGICO

Alfredo Canto Pérez es Ingeniero de Proyecto en el departamento de Manufactura Avanzada y Logística en CIDESI Estado de México. Sobre el desarrollo tecnológico que la institución realiza para Vela Feliz expuso:

"En CIDESI buscamos impulsar a las empresas nacionales a través de proyectos tecnológicos a la medida, y este es el caso de Vela Feliz. Comenzamos a trabajar ofreciendo consultoría para la evaluación de los prototipos que desarrollaron en conjunto con alumnos del ITESM campus Estado de México", dijo.

En ese entonces, recordó, Vela Feliz les dio la oportunidad a los estudiantes de la carrera de mecatrónica de aplicar sus conocimientos en un caso real, el cuál fue el desarrollo de una máquina semi-automática para auxiliar a los operadores en la etiquetación de uno de sus productos más significativos, la vela luminosa, buscando disminuir costos y al mismo tiempo mejorando la calidad de su proceso, todo bajo la premisa de procurar la seguridad de los empleados.

Posteriormente, CIDESI se ha hecho cargo del diseño de una máquina industrial a partir de sus prototipos, la cual tendrá la capacidad suficiente para un proceso productivo de alta demanda, “proyecto que sigue en marcha y esperamos concluya en unos meses más”, señaló.

“Al concluir con el diseño, etapa que sigue en ejecución, se procederá con la fabricación de los componentes, la integración de los componentes comerciales considerados y la puesta en marcha de la máquina. Normalmente esta última etapa está acompañada de ligeros ajustes y actualizaciones de diseño”, concluyó el especialista.