Dispositivos médicos, ideas mexicanas de impacto mundial

Hace 50 años, el Doctor Fernando R. Vizcarra, como propietario de una clínica médica, ideó una forma de administrar líquidos intravenosos. Creó un catéter que le permitió a la empresa mexicana Equipos Médicos Vizcarra llegar a mercados de Europa, África y las Américas; hoy, basados en un sistema de gestión tecnológica y una cultura de innovación, las metas son mayores.

Ante la necesidad de cambiar la técnica para administrar los fluidos intravenosos, puesto que usando la tradicional aguja hipodérmica los pacientes tenían que permanecer inmóviles, incómodos y sujetos siempre al riesgo de sufrir perforación venosa y sus consecuencias, en 1964, el Doctor Fernando R. Vizcarra diseñó un catéter innovador.

A partir de ese año, en el que fundara también la empresa Equipos Médicos Vizcarra, en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, este dispositivo médico se convirtió en el procedimiento habitual en la terapia intravenosa a nivel mundial.

Ya en 2015, una mejora en este catéter intravenoso, basado en un sistema de gestión tecnológica, le permitió a la empresa -que cuenta con oficinas en la Ciudad de México-, recibir el Premio Nacional de Tecnología e Innovación de manos del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

El Doctor Vizcarra, fue director y propietario de una clínica pediátrica y banco de sangre, situación que le permitió detectar áreas de oportunidad y, años más tarde, le valieran dos patentes, la mexicana y otra en Estados Unidos de Norte América. En la actualidad la empresa está a cargo de Alfredo Chalita Vizcarra, quien fomenta la investigación y desarrollo de nuevos equipos.

INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO

En entrevista para El Innovador, la maestra en biotecnología, María Teresa Lucas, directora de Investigación y Desarrollo de la empresa, recordó que a partir de ese primer desarrollo, Equipos Médicos Vizcarra comenzó a florecer y comercializar cientos de catéteres, lo que se mantuvo hasta los años 90, cuando otros fabricantes comenzaron a manufacturar dicho producto.

El catéter, recuerda, fue sufriendo mejoras incrementales durante los años: se añadieron características en su funcionamiento, pero no fue sino hasta 2010 cuando la empresa pensó sobre otros productos o mejorar de manera sustancial el cateterismo intravenoso.

En este año, indicó, Equipos Médicos Vizcarra se planteó la posibilidad de hacer investigación y desarrollo a un nivel más técnico y científico, por lo que participó en los programas que convoca el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Economía.

"Buscamos vinculación con algunas instituciones y en 2011, encontramos un sentido de identidad con el Centro Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico (CENIDET), ubicado en Morelos, donde encontramos un núcleo de expertos en diseñar productos de biomecánica y tribología -fricción, desgaste y lubricación de superficies sólidas-, y otras áreas importantes para el desarrollo de los catéteres y las agujas", dijo.

Esto les permitió, que en 2011 se integraran al Programa de Estímulos a la Innovación de Conacyt; “no obstante lo habíamos intentado en 2010, pero no se tenía el enfoque científico tecnológico, lo habíamos postulado sólo a producir catéteres”, comentó.

A partir de 2011 los estímulos de Conacyt se han mantenido para Equipos Médicos Vizcarra y esto les ha permitido diseñar prototipos de dispositivos médicos, “el más adelantado se encuentra en fase de pruebas”, expuso la experta.

PROYECTOS Y DISPOSITIVOS

La maestra en biotecnología, Teresa Lucas, recordó que después de trabajar con el CENIDET, la empresa comenzó a vincularse con el Centro de Investigación en Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad del Estado de Morelos, de tal manera que los proyectos incorporados al Programa de Estímulos a la Innovación están vinculados con la academia.

Con los recursos de dicho programa, comentó que los proyectos se llevan hasta un nivel que no es productivo, pero se crean prototipos o líneas experimentales de ensamblaje; después la empresa con sus recursos tiene que solventar la comercialización y producción en serie.

"El primer prototipo fue el catéter intravenoso periférico que tiene una modalidad de aplicación que no hay en el mundo; solicitamos patente en México y Estados Unidos, misma que ya fue otorgada. Este producto se encuentra en fase de pruebas con usuarios para validarlo", comentó.

Apuntó que desde los años 60, Equipos Médicos Vizcarra fabrica catéteres venosos centrales, pero estos productos se quedaron rezagados con los diseños del mercado, “en este contexto en otro proyecto -de 2013-, hicimos un desarrollo pero con formas bio-inspiradas, de cómo fijar catéteres sin lastimar al paciente”.

Otro desarrollo, señaló, son los catéteres uretrales de los cuales la empresa no tiene productos aún en el mercado, y lo que se convertiría en una novedad para la compañía. “Estos productos integran características en la textura, para deslizar con mayor facilidad el mismo producto”, refirió.

Finalmente dijo: “Incursionamos en otros temas como la electrónica, pero éstos proyectos son prototipos, un de ellos es de óptica para visualizar las venas y otro es un dispositivo para terapia respiratoria”.

MERCADO DE DISPOSITIVOS MÉDICOS

Para la Mtra. María Teresa Lucas llevar un dispositivo médico al mercado, desde la concepción de la idea, tarda mucho tiempo, sobre todo cuando son productos que ingresan al organismo.

"Un catéter puede durar un día o unas horas y se van intercambiando, pero un marcapasos queda en el cuerpo, lo mismo que una prótesis. Tarda mucho tiempo probar la seguridad y eficacia", apuntó.

La legislación mexicana, indicó, tiene sus particularidades: “No se define un dispositivo médico, se precisan varios otros conceptos como material de curación o instrumental. Por lo tanto se han planteado modificaciones que se empaten con el mundo. Es así que hacer un tomógrafo es más complicado que un catéter. Pero éste es un mercado que va en ascenso, la tasa de crecimientos anual media es de 7% a nivel nacional e internacional”.

En este contexto, señaló, hay dos segmentos de dispositivos médicos: los que se hacen por procesos muy sencillos, que son de bajo costo, mínima utilidad y que se venden en grandes volúmenes, “aquí las empresas tendrían que hacer estrategias de bajos costos, porque competir con los fabricantes asiáticos es complicado”.

“Luego están los productos innovadores que tienen más tecnología, que son de alto costo y riesgo para sus pruebas clínicas, pero dejan mayor utilidad, y en ese caso lo que se hace en las empresas es una estrategia de diferenciación en los productos”, señaló.

No obstante, expuso que el mercado nacional es atractivo, y esto genera un reto. “Somos el principal proveedor de catéteres del sector salud, sin embargo, las licitaciones son nacionales y no siempre van a seguir así. Habrá más competidores. Necesitamos automatizar procesos y hacer una estrategia de diferenciación, con piezas de valor agregado”.

“Este mercado que era interno se volvió global y muchos actores a nivel mundial tienen interés en éste, ese es un reto que tenemos que enfrentar como industria en general de dispositivos médicos y como empresa en particular”, concluyó.

Por José Raúl García Román

Fotos Cortesía

Publicado en Revista El Innovador