LA RUTA DEL CONTRABANDO

En los últimos años el aparato productivo nacional viene sufriendo los embates del contrabando de bebidas, alimentos y textiles

#Bolivia #ReporteEspecial. Urubó Live constató esta situación en una visita a Puerto Quijarro (FOTO). Te presentamos los detalles.

El contrabando está golpeando incesantemente al sector productivo boliviano, con impactos en grandes pérdidas económicas e inclusive el cierre de fuentes laborales. En una visita al Municipio de Puerto Quijarro (Bolivia), zona fronteriza con el Brasil a través de Municipio de Curumbá, Urubó Live, pudo constatar el ingreso masivo e ilegal de diferentes tipos de bebidas y productos textiles provenientes del vecino país, toda vez que existe una organización estructurada donde están involucrados desde transportista hasta algunos militares.

El relato de un taxista sobre el contrabando

El transportista JFM que trabaja desde hace 25 años en Puerto Quijarro, y miembro de la Asociación de Taxistas 20 de Febrero, comentó que los grandes comerciantes que radican en la frontera boliviana, traen desde Corumbá importantes cantidades de bebidas, como cervezas y sodas, además de productos comestibles (arroz, harina, aceite y golosinas) que son ingresados preferentemente en horas de la madrugada o al anochecer.

"Los comerciantes hacen trato con algunos taxitas, en especial con aquellos que tienen vehículos Toyota Noa. Ellos cobran entre 500 a 600 bolivianos la carrera. Salen con ellos desde la frontera boliviana, ingresan a Corumbá, esperan a que se hagan las compras y luego, cargados, retornan a Puerto Quijarro. Muchos contratan entre dos a tres vehículos para hacer estas operaciones", cuenta JFM. Agrega que antes de realizar este movimiento el comerciante debe llegar a un acuerdo con el militar a cargo de la guardia en el control fronterizo boliviano, lo cual significa el aporte de 700 bolivianos.

"Brahma, Skol, Prohibida, Kaiser, Samba y Nova Schin, son las cervezas que ingresan al país"

Incidencia de la depreciación monetaria

El director ejecutivo de la Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza (Caboface), Alfredo Candia, analiza que la internación ilegal de cerveza se incrementó de $us 150 millones a $us 180 millones entre 2014 y 2015 representando un alza del 20%. Ratifica que el contrabando de este producto se debe a la devaluación de las monedas del Brasil y Argentina y al aumento de la importación de bienes de mínima cuantía.

“Estimo que se ha incrementado (el contrabando, las falsificaciones y la producción artesanal ilegal de cerveza) entre un 20 y 30% por lo menos. Estamos hablando de 120 millones a 150 millones de dólares en evasión (impositiva al Estado) en 2015”, dice Candia.

Brasil ofrece bebidas, alimentos y textiles más baratos

No solo en las zonas comerciales de Corumbá se aprecia la diferencia entre los precios de las bebidas brasileras en comparación con las bolivianas, sino también en el mercado cruceño. Por ejemplo, la caja de 24 unidades de cerveza Paceña ronda los 160 bolivianos y la Báltica tiene un costo de 130, adquiridos al por menor, frente a los 34 bolivianos (17 reales) que llega a costar esta misma cantidad de cerveza de la marca Boa Antártica, o los 100 bolivianos (50 reales) que cuesta la Brahama brasilera.

Otro producto que está ingresado es Coca Cola brasilera en lata de 250 ml, su costo en el vecino país es de 22 bolivianos (11 reales) doce unidades, y en los mercados de Santa Cruz son comercializados a 35 y 40 bolivianos. También se importan ilegalmente: aceite de soya, teniendo un costo de 24 bolivianos (12 reales) la caja de seis unidades; arroz Brilhante, veinte unidades de un kilo por 80 bolivianos (40 reales); harina de trigo Linda, el paquete de diez unidades de un kilo tiene un costo de 52 bolivianos (26 reales); y harina de yuca de quinientos gramos el paquete de 10 unidades por un precio de 79 bolivianos (39.6 reales). Otro sector que se ha visto afectado es el 'textil'. Se pueden adquirir ropa y calzados, traídos desde Corumbá, São Paulo y Goiás, a precios más bajos.

"La depreciación monetaria de Brasil y Argentina, incidió en el incremento de la importación de bebidas, DE MANERA LEGAL E ILEGAL, afligiendo a las industrias del país" 

Una residente boliviana en Corumbá, que se dedica más de seis años a llevar comerciantes bolivianos a los dos Estados antes mencionados, comenta que con un capital mínimo de 20 mil bolivianos (10 mil reales) se puede ir hasta Sao Paulo a comprar grandes cantidades de zapatos, carteras y ropa, dando como ejemplo que la zapatilla marca Muleca puede ser adquirida al por mayor hasta en 20 bolivianos (10 reales); carteras MK u otras marcas, desde 30 bolivianos (15 reales); o prendas de vestir desde los 10 bolivianos (5 reales).

Contrabando ingresa desde cinco países vecinos

El contrabando de bebidas hacia Bolivia ingresa desde Brasil, Argentina, Perú, Chile y Paraguay, según el estudio de Euromonitor Internacional. La consultora de Euromonitor, Carolina Guzmán, informa que en la frontera con Brasil la mercadería entra por Cobija, Puerto Aguirre, Puerto Quijarro y Guayaramerín. Por Bermejo, Villazón y Yacuiba, desde Argentina. Desde el Perú por Desaguadero.

Desde Brasil, a través de Puerto Quijarro y Cobija, llegan las cervezas Brahma, Skol, Kaiser, Samba y Nova Schin, que son comercializadas en la capital de Santa Cruz y las provincias de Warnes, Montero, La Guardia, El Torno y Cotoca; pero también llega a los municipios de Cochabamba como el Chapare, Aiquile y Torotoro. Por Yacuiba, Bermejo y Villazón entran los destilados Fernet Branca y Capri, ron y vodka, además de los vinos Viñas del Balbo, Toro, Uvita, Wine Up y Viejo Tonel, que van a Santa Cruz, Oruro y Potosí. No acaba ahí, por Desaguadero ingresa whisky, ron y vodka hacia El Alto, Cochabamba y Santa Cruz.

Decretos de importación requieren reglamentación

Wilfredo Rojo, presidente de la Cadex, manifiesta que se requiere de un análisis exhaustivo de cada una de las sensibilidades en la industria nacional en sus diferentes sectores, determinando los productos bolivianos que en los mercados han sido desplazados por la importación y el contrabando. “Los decretos de permisos de importación de alimentos y bebidas, como también la otorgación de autorizaciones previas para la importación de productos, que fueron promulgados por el gobierno, requieren de una reglamentación donde se establezcan los productos regidos por las normas”.

El ejecutivo a la vez destaca la importancia de controles rígidos de la Aduana Nacional que, si bien hace una labor importante, en su criterio no es suficiente. Añade que el control en los centros de abastecimiento requiere mayor rigor desde la municipalidad, mediante sus oficialías o secretarías de defensa al consumidor, para proteger la industria nacional y la salud del consumidor al adquirir productos con certificaciones sanitarias exigidas por ley.

“Como sector productivo, industrial, empresarial y exportador, tenemos productos que han sido afectados por la importación de mínima cuantía, es importante que se nos incluya en el trabajo de selección de los productos que deben incorporarse en estas reglamentaciones para evitar más daños al aparato productivo”, concluye Rojo.

PERSPECTIVA

"Importación ilegal genera pérdida por $us 150 millones al estado"

Gary Rodriguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE)

"Frente al atávico contrabando de importación que cada año quita decenas de miles de empleos a los bolivianos y más de 150 millones de dólares al Estado por tributos no recaudados, el IBCE propone cuatro sencillas medidas cuya implementación podría ser inmediata: la primera es “Invertir" en la Aduana Nacional de Bolivia y fortalecerla con el 20% de la “pérdida” estimada de los 300 millones de dólares del contrabando; segunda es mejorar las retribuciones al personal de la Aduana y COAs, como se ha hecho en otros sectores; tercera, determinar como “incentivo” la cesión del 50% de lo incautado a favor del denunciante; y por último dedicar parte de lo incautado a las poblaciones fronterizas, con objeto determinado.

Tenemos que tomar en cuenta que la posición geográfica de Bolivia en el centro de Sudamérica, limitando con Argentina, Brasil, Chile, Perú y Paraguay, cuenta con extensas fronteras que sobrepasan los 6.000 km de extensión. La vastedad de las fronteras -unida a la red de carreteras, ferrocarriles y puertos fluviales- han dado lugar a que se hayan establecido las rutas de contrabando, por caminos secundarios o vecinales cercanos a los siguientes puntos fronterizos: frontera con Chile: Charaña, Pisiga, Sabaya, Ollagüe, Hito Cajones; frontera con Argentina: Villazón, Bermejo, Yacuiba; Frontera con Paraguay: Ibibobo, Hito Villazón; Frontera con Brasil: Puerto Quijarro, San Matías, San Vicente, Guayaramerín y Cobija. Finalmente, frontera con Perú: Desaguadero y Guaqui.

Además, que en su recorrido, contrabandistas y transportistas gozan de la protección de lugareños, en algunos casos incluso de las mismas autoridades, para evadir los controles aduaneros, ya sea proporcionándoles información acerca de la presencia de la Unidad de Control Operativo Aduanero (COA) o en otros casos como refugios transitorios para sus vehículos.