Romper las cadenas  

La violencia hacia las mujeres es siempre una violación de los derechos humanos. Es siempre un delito. Es siempre inaceptable.

¿Demasiado jóvenes para saber?

"Le pasó a una amiguita mía, no fue a mí... Estaba con un muchacho de noveno. Se llevaban bien, y la familia de ella ya lo sabía. Una tarde a la hora de la salida, él se la encontró hablando con otro en la esquina, uno de octavo que le estaba bajando muela, pero la chica le había dicho que no. En fin, el novio le dio una galleta en la cara frente a todo el mundo, sonó durísimo, qué papelón...

"No, no se pelearon. En realidad, la culpa fue de mi amiguita. ¿Quién la mandó a estar oyéndole la talla al otro si ni siquiera le gustaba? El novio hizo eso porque no es ningún bobo, además estaba enamorado de ella, de otra forma no le hubiese importado y la hubiera botao y ya".

"Con Yeni fue un escándalo. Ella salió a los carnavales con un shorcito corto, de esos desflecados abajo. Estábamos en un grupito bailando y el jevito llegó, puso tremenda cara y le ripió un pedazo del short. Tuvo que irse a cambiar y de paso decirle mentiras a la mamá...

"Bueno, esa es de mi barrio, no estudia en esta secundaria. Resulta que tiene un novio de veintipico. Él le regala una pila de cosas y la busca a la escuela en bicicleta. Para el aniversario la llevó a que se hiciera un tatuaje con su nombre ahí debajo del ombligo (se toca la pelvis), donde no se ve.

"Yo le conté eso a mi mamá y por poco le da un ataque. Me dijo que era una locura porque ella era muy joven y después se iba a arrepentir de traer el nombre de un tipo en ese lugar tan íntimo, que si yo lo hacía me mataba...".

Entre el grupito de ojos ávidos y pelos muy largos sobran las anécdotas. Las escuchamos con cuidado, nos reímos a veces de sus ocurrencias. Alisan sus uniformes amarillos, se inundan de brillo labial y caminan como si el mundo fuera su casa; pero necesitan, a gritos, alguien que las oriente en ese difícil camino de hacerse mujeres.

PARA MARCAR EL CAMINO

Las buenas nuevas son ciertas, por vez primera Las Tunas es sede de la Jornada Nacional por la No Violencia hacia la Mujer, que esta ocasión dirige las acciones, especialmente, a los más jóvenes. El objetivo es sencillo: desaprender el maltrato y romper el mito del sexo débil desde los albores de la vida.

Yailín Meriño nos habla como educadora y directora de la secundaria básica Calixto Sarduy. Asegura que hay una tendencia en los últimos años hacia la violencia ya sea verbal o corporal en las relaciones interpersonales de los estudiantes, que casi siempre parte del ámbito familiar.

"La experiencia -puntualiza Yailín- nos ha demostrado que los adolescentes más agresivos han sido criados con este patrón. Vienen de hogares disfuncionales y reproducen en el colegio lo que han visto a lo largo de su existencia.

"Nosotros observamos con mucho cuidado el comportamiento de ellos. A veces cuando los vemos tristes o preocupados les preguntamos qué les sucede y algunos nos cuentan que sus progenitores se pelean entre sí, o que sus madres son maltratadas, o hay un clima de discusión todo el tiempo en casa.

"Lógicamente intentamos eliminar las actitudes violentas y mostrarles otras conductas por seguir. En las reuniones de padres y en las escuelas de Educación Familiar tratamos estos temas y profundizamos en la importancia de brindar a los hijos un ambiente cordial, estable, para que los ayuden a convertirse en mejores seres humanos".

Entre las cabecitas revueltas de los muchachos de Secundaria Básica hay conceptos que aún no son del todo asimilados. Muy pocos saben con certeza qué es la violencia psicológica o de género, y solo reconocen el maltrato como el golpe, el puñetazo, sin imaginar que el fenómeno tiene secuelas mucho más dolorosas..

NUEVAS Ataduras

A Ani le encanta esta era de los teléfonos androides, el Facebook y las zonas Wifi. Lo único que le dijo a su mamá que le trajera de la misión fue un buen celular. Enseguida comenzó a conectarse y llegó a mil amigos en las redes sociales. Pero el panorama se volvió un tanto difícil de manejar para una chica de menos de 15 años.

De repente Máikel, su noviecito, empezó a hacerle una serie de peticiones que al principio le parecieron inofensivas y después la asustaron un poco. Comenzó por decirle que pusiera en su perfil una foto de ellos besándose, "con lengua afuera y todo". Ella se rehusó y él amenazó con dejarla. Al final cedió, publicó la imagen y se llevó tremenda reprimenda de su mamá por tales poses.

Máikel siguió con las exigencias y le insistió que hiciera fotos de sus senos y se las mandara, solo para él tenerlas, como un secreto entre ambos. Ani confiesa avergonzada que también llegó a pedirle un selfie dándose un beso con otra muchacha y a ese punto tuvo que ponerle fin a la relación.

Ella, lamentablemente, no es la única que ha vivido una situación similar. Y tal vez desde afuera a muchas personas les parezca normal, "cosa de la modernidad"; pero esto es violencia de género, y resulta muy triste que desde tan temprano alguien intente cortarle las alas, valiéndose de coacciones o manipulación.

Con las nuevas tecnologías el cuerpo de la mujer se exacerba como un territorio de control y en ese universo tienen lugar fetiches y manipulaciones hacia las adolescentes que no dominan suficientes herramientas para defenderse.

Un estudio internacional sobre los imaginarios juveniles acerca de tal tipo de violencia, realizado en nuestro país, señala que en estas edades la familia sigue siendo un actor con mucha influencia en las opiniones y representaciones respecto al fenómeno, seguido por las amistades, la música que escuchan y los medios de comunicación.

Revela, además, que las muchachas identifican las manifestaciones de la agresión física, pero no son conscientes de que también es violencia si su pareja les revisa el celular o decide qué ropa deben usar y las amistades con las que se pueden reunir.Los mitos del amor romántico, la prevalencia de estereotipos femeninos y masculinos tradicionales y la creciente influencia de las redes sociales y la industria cultural influyen directamente en las actitudes de los adolescentes.

En Cuba, que por primera vez participa en una investigación de este tipo a nivel regional, también aparecen resultados parciales con tales tendencias.María Isabel Domínguez, del Grupo de Estudios sobre Juventudes del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), informa que a pesar de las políticas públicas a favor de la igualdad de género y la amplia participación y derechos ganados por las mujeres, todavía existe la sobrecarga femenina en el espacio doméstico e imaginarios que invisibilizan el machismo..

CUANDO SE QUIEBRAN LAS ALAS

Yasmani Díaz Figueroa, vicedirector del área de Equidad, Género y Desarrollo del centro Oscar Arnulfo Romero de La Habana, explica que la violencia psicológica marca la cotidianidad de los cubanos. "Diversos estudios y la práctica evidencian que este maltrato está presente y habitualmente viene acompañado de agresiones físicas o sexuales".

Por invisible que se torne deja secuelas en el cuerpo y en la espiritualidad, reflejadas en el estrés sostenido, desorientación, desmotivación, baja autoestima, trastornos del sueño, depresión... Con el tiempo termina por destruir el equilibrio emocional y mental. Afecta, además, a los que conviven con la pareja o son allegados.

La violencia psicológica está basada en estereotipos de género, que definen cómo deben ser, actuar, pensar y sentir las mujeres y los hombres. Estos modelos son fuente de discriminación en contra de aquellas y aquellos que no encajan con el paradigma propuesto.

"El concepto de género -afirma Yasmani- rompe el patrón binario de ser masculinos o femeninos, pensando más en el rescate del valor humano. Significa sentirse bien con uno mismo, desde el posicionamiento de ser yo, antes de querer agradar a los demás, y, sobre todo, defender los derechos de convivir en una sociedad con mayor equidad, respeto y establecer vínculos sanos que conducen al bienestar y a una vida sin violencia".


DESDE PEQUEÑA, TU ERES MÁS

A Mirti su noviecito no la deja andar con los compañeros del aula. Ella lo confiesa en su círculo de amigas porque le encanta sentirse celada, el control es algo así como una prueba de amor. Para los 15 le gustaría hacerse mechas blancas en el pelo, aunque pocas porque a Yúnior no le gusta, él dice que rubia, ni las muñecas son buenas.

Mirti vive con intensidad su primer amor. Pero a la vez está siempre estresada porque con tantas prohibiciones es difícil no fallar. Se ha esmerado tanto por agradarle a Yúnior que ha olvidado salir con las amigas, hacer piyamadas, ver sus series preferidas, las actividades que desde siempre la hicieron feliz.

En el universo de la adolescencia predominan las risas y los impulsos. Hay sueños y metas guardados en las mochilas y en el brillo de los ojos. El mundo es pequeño y la vida solo hoy. Historias como las de este reportaje evidencian la imperiosa necesidad de llevar a las aulas la educación en la equidad de géneros, sin tontas supremacías, mitos o estigmas; es la mejor manera de ayudarles a crecer.

EL GOLPE QUE NO SE VE

Otra vez el portazo en la cara deshizo una parte en su interior. La impotencia le corroe el alma, pero como tantas otras veces, no pudo hablar, el miedo siempre es más fuerte. Entra al cuarto presurosa para que el pequeño Daniel, ensimismado en las aventuras, no la perciba frágil y atemorizada.

En la soledad del cuarto intenta descifrar el porqué de tanta humillación. Detiene la mirada en el búcaro, encima de la mesita de noche, como quien busca una distracción para evitar el llanto, y no lo consigue. Las lágrimas opacan todo alrededor, las paredes color rosa de repente se vuelven mustias, como su propia vida.
Para Martha cada jornada es igual, miradas de desprecio, críticas, insultos, indiferencia, amenazas de abandono... Luis, su esposo, no pierde oportunidad de hacerla sentir inservible y carente de iniciativas propias.

Las ofensas calan muy hondo, pero ella calla, se autoflagela y busca nuevas maneras de agradarlo, y a él no parece importarle. Esa es Martha, la ama de casa que el mundo contempla feliz desde afuera, sin sospechar cuán desdichados transcurren sus días.
Y otra vez, el portazo volverá a sonar en su cara con más fuerza que una bofetada.

Sutilezas 

Según a psicóloga Elia Marina Brito Hidalgo, máster en Sexualidad y responsable de la consulta que atiende a las víctimas de maltrato en esta provincia,  la mujer tunera está siendo víctima con demasiada frecuencia de la violencia psicológica. 

"Llegamos a esa conclusión, no solo por la asistencia a las consultas, aún insuficiente a pesar de las campañas de prevención; también por la labor en los diferentes espacios. Entre ellos, las casas de Orientación a la Mujer y la Familia, los servicios de Psicología de las distintas áreas de Salud en los municipios, y la Fiscalía.

"Esta forma psicológica de violentar es la más naturalizada, y por ende, la más invisible. Se manifiesta con el descrédito, la indiferencia, la humillación..., el no permitirle a la mujer ser ella misma ni desarrollar su profesión o una aptitud ante la vida, no solo en el ámbito social, sino dentro del propio espacio hogareño.

"Constituye la antesala de todas las otras manifestaciones de agresión. El empujón o la golpiza llegan después de la ofensa y la amenaza".


¿Según los registros, ¿las tuneras denuncian a sus agresores?

"Aún las denuncias en la Fiscalía y la Policía no son las esperadas. Muchas veces las féminas tienen sentimiento de culpa. En este sendero queda mucho por hacer por parte de las redes de apoyo y organismos, de despojarnos de prejuicios y mitos, y orientar. Necesitamos insistir más en ello, que la mujer esté más proyectada en la posibilidad de denunciar.

"En nuestra consulta, desde el 2007 empezamos a sistematizar la propuesta de atención psicológica a las adolescentes víctimas de abuso sexual, luego la generalizamos a todas las féminas. En este tiempo, hemos percibido que quienes denuncian al agresor, logran un mayor empoderamiento para salir del ciclo de la violencia y rehabilitarse. La mayoría son madres de hijos que también sufren las consecuencias, y para ellas adquiere más significado su evolución".

¿Qué debe hacer una mujer para salir del ciclo de la violencia?

"No es un camino sencillo porque se trata de mujeres que tienen una historia de aprendizaje de violencia. Por eso, no solo necesitan hacer la denuncia, sino buscar la ayuda especializada.
"Los primeros y terceros viernes de cada mes pueden acudir al centro comunitario de salud mental Graciela Bustillo, ubicado en la calle José Aguirre de esta ciudad. En las áreas de Salud de todos los municipios laboran psicólogos preparados para atender estos casos. Igualmente encontrarán información y apoyo en las casas de Orientación a la Mujer de la Federación de Mujeres Cubanas".

ENTRE MARIDO Y MUJER

En materia de abusos domésticos se ha roto la línea divisoria entre lo público y lo privado, convirtiendo la problemática en un asunto de derechos humanos. Esta visión permite intervenir al Estado en las circunstancias que un individuo se encuentre en desventaja o desigualdad, con respeto a la autonomía de la voluntad

"La Fiscalía y la Policía Nacional Revolucionaria han tenido una respuesta favorable ante estos casos. En el Código de Trabajo y en los Lineamientos de la Política Económica y Social del país se hace alusión a la orientación sexual y a los elementos relacionados con el género", refiere Yasmani Díaz Figueroa.

"Además se labora para generar espacios de inclusión e impulsar las campañas, entre otras acciones -continúa. Todo ello muestra la disposición y la importancia que el país concede a una problemática que está vigente y no podemos obviar".

Muchos piensan que la transformación solo depende de decisiones gubernamentales, y en realidad debe empezar por el cambio de la mentalidad de las personas. En este sentido, urgen estrategias educativas enfocadas en la equidad desde los primeros años de la infancia con la participación de las familias.

"Queda mucho por hacer -explica-, pero no podemos esperar a que simplemente exista una ley, si no somos capaces de entenderla. Es un tema que necesita el apoyo multisectorial, es decir insertar a las diferentes entidades y a la población.

"Hemos ido logrando que las personas se empoderen y reconozcan cuándo son agredidas por un semejante o por la propia condición que la sociedad impone. Sin embargo, no solo se trata de visualizarlo, sino además de ser proactivo ante estos hechos y ejercer los derechos", asegura el especialista.

Ninguna mujer está obligada a permanecer bajo el ultraje y la intimidación. Depende de todas y todos brindar un hogar seguro y feliz a los hijos. No se convierta en una Martha más, de esas que no poseen vida propia y lloran a escondidas. Y si usted, mujer, ya vive sus días sumida en ese tormento, sepa que es posible salir y romper el silencio.

Romper las cadenas

Textos: Yuset Puig Pupo y Misleydis González Avila

Fotos: Misleydis González y Tomadas de Internet.

Videos: Campaña Eres más... Campaña Pantallas Amigas (España), Casualidad de Andrés Alejandro

Audios: Misleydis González Ávila.