Acurrucar la vida

El Programa Materno Infantil en Las Tunas cerró el 2017 con una tasa de mortalidad infantil de 4,2 por cada mil nacidos vivos 

Sonríe con la inocencia de su primer añito. Mira todo a su alrededor como redescubriendo los rostros y aquel espacio tan familiar. No se siente ni un poco impresionada con los atuendos de las personas que allí permanecen "hechizadas" ante su encanto. Para ellos, esta niña siempre será Milagrito, aunque los registros de inscripción indiquen que su nombre es María.

A la madre no le molesta tal sentido de pertenencia, por el contrario, agradece a cada uno de los profesionales de la sala de Neonatología del hospital Ernesto Guevara de la Serna la posibilidad de despertar cada día al lado de su hija. Nació con 28 semanas de gestación y llegó a pesar 500 gramos. Fueron días y noches de desvelos para salvarla; y verla, así, tan saludable, es un bálsamo para el espíritu.

"No puede ser diferente -dice visiblemente emocionada Yodalis Cedeño Ramírez, jefa de este servicio- porque significa que valió la pena el sacrificio. Entregar el bebé sano a sus padres es como volver a dar a luz, una siente como que trajo a un hijo al mundo".

A pesar del agitado y constante quehacer, ella deja un breve espacio para disfrutar de su Milagrito. Entre ambas se percibe una gran conexión. La pequeña toma el estetoscopio y la doctora se las ingenia para recuperarlo antes de volver al puesto donde otros bebés reclaman sus esfuerzos.

DETRÁS DEL CRISTAL

"El 2017 ha sido un año difícil -afirma Yodalis-, pero hemos obtenido meritorios resultados. Casi tres mil neonatos ingresaron aquí, de ellos unos 150 críticos y fallecieron siete menos que en el 2016. La sobrevida es de más de un 99 por ciento con un aumento en los menores de mil 500 gramos, el grupo de mayor riesgo a fallecer.

"Significa que de un aproximado de 40 menores de mil 500 gramos solo hemos tenido tres decesos con un peso inferior a los mil gramos, que son los más inmaduros, nacidos entre 26 y 27 semanas de gestación con una infección asociada".

En esta sala se implementan diferentes programas como el de intervención mínima al recién nacido prematuro para conseguir la recuperación vertiginosa y el de la retinopatía de la prematuridad con excelentes logros. Nuestra provincia es una de las que opera a sus pacientes con esa afección, evitándoles la ceguera.

"Poseemos muy buen nexo con la Atención Primaria de Salud, comenta. Los médicos de los consultorios que tienen pacientes críticos ingresados acuden para participar en su cuidado y hasta hacen guardia con nosotros. El intercambio les proporciona mayor conocimiento, sensibilidad y apego con ese niño que van a recibir en el área para su posterior seguimiento".

Detrás de los fríos cristales, los indefensos neonatos permanecen en sus incubadoras, rodeados de equipos de ventilación, de monitoreos… y algo más imperceptible a los ojos: el amor de un colectivo que se dedica a asistirlos.

POR AMOR

"Muchas veces llegamos a las 7:00 de la mañana y nos quedamos hasta el siguiente día, aun sin tener planificada una guardia. Siempre ofrecemos a los padres una información veraz sobre la evolución de los infantes con un lenguaje claro y sencillo."Nuestro colectivo es muy unido y abnegado, aquí todo el mundo cuenta porque es una cadena que necesita de cada uno de sus eslabones para funcionar", expone Yodalis.

Eso bien lo sabe el enfermero Ramón Mederos Rodríguez, quien tiene vivencias personales que lo hacen más comprometido con esta obra. "Mi nieto que nació de 28 semanas estuvo ventilado y fueron jornadas muy duras. Yo me coloco en la piel de los padres porque lo viví en carne propia, eso me impulsa a seguir con mayor ímpetu, aunque ya sienta el paso de los años sobre mi espalda".

Yanaina García Estrada comparte con su colega la sensibilidad por estos pequeños. "Todavía soy enfermera porque estoy aquí", confiesa emocionada. "Ellos se convierten en nuestra razón de ser y nosotros pasamos a formar parte de sus familias".

Para la residente en Neonatología, Mariceli Avalos, "la mayor de las recompensas es ver la sonrisa de gratitud y saber que contribuiste a salvar niños nacidos de tan solo 27 semanas con un peso de 500 gramos; eso realmente te hace crecer como médico y ser humano".

En las manos de estos profesionales recae una gran responsabilidad. Sus pacientes son los más indefensos, no hablan ni pueden comunicar con un gesto dónde les duele; aun así reclaman su derecho a la vida. Y no faltan corazones que acudan al llamado.

Unidad de Cuidados Intensivos, donde vive la esperanza

Yudith Martínez Salina es una de las tantas madres que agradecen la entrega del personal de Terapia Intensiva del hospital pediátrico Mártires de Las Tunas. Su pequeño Evil, de tan solo 9 meses, sufrió una complicación respiratoria y le detectaron una malformación en ese sistema.

"La atención es maravillosa, no tengo quejas. Lograron sacar a mi niño adelante después de varios días ventilado, y eso no tengo cómo pagarlo", dice y el llanto arrebata sus palabras.

Dania Córdoba Cruz, una de las enfermeras de cabecera de Evil, sabe que la recuperación depende en gran medida de sus cuidados. "No es solo llegar y aplicar la inyección, yo siento a los pacientes como si fueran míos y cuando voy para la casa no consigo dejar de pensar en ellos.

"Algunos no salen de Terapia, pero no es tiempo perdido porque se hace todo lo que está al alcance y más. Llevo 28 años en esta labor y no me canso".

Su colega, Osiris Zaldívar Zaldívar, jefa de Enfermería de esta unidad, explica que el personal está calificado para atender la edad pediátrica desde los 29 días de nacido hasta faltar un día para cumplir los 19 años. 

“El enfermo grave lleva muchos detalles, afecto, incluso, le cantamos cuando está inquieto o llorando. Las pérdidas son difíciles de superar, es una situación a la que nunca nos adaptamos. Sin embargo, nos queda el consuelo de haber hecho lo correcto y en el momento preciso.

"Mi profesión es bella -afirma con orgullo- y la recompensa que siempre esperamos es la sonrisa de los familiares. La mamá permanece al lado del hijo, y puede ayudarnos en un momento determinado, pero somos responsables de alimentarlo, bañarlo, cambiarlo, asearlo cuantas veces sea preciso... Las enfermeras de más experiencia cuidan a los más críticos.

Durante el 2017 esta sala registró casi 60 ingresos más que en el 2016. A pesar del incremento se redujo en dos el número de fallecidos. La supervivencia general es de 98,6 por ciento y los pacientes ventilados de 97,7 por ciento, indicadores que destacan a nivel nacional e incluso, son comparables con países desarrollados.

“Hemos tenido pacientes con patologías crónicas.de larga estadía sin lesiones de piel, escara, y eso muestra eficacia en el desempeño de nuestra actividad”, explica el Osvaldo Hidalgo Leyva, jefe de servicio.

Los lactantes de 0 a 12 meses son priorizados por el Programa Materno Infantil (PAMI) y llevan un seguimiento diferenciado por ser los más vulnerables a adquirir infecciones y a no responder de manera favorable al tratamiento. .Cuando inician con algún síntoma se desencadena todo un mecanismo desde la Atención Primaria de Salud para que no existan demoras en la respuesta médica, el diagnóstico y la conducta por seguir.

Las causas fundamentales de ingresos en los menores de 1 año han sido fundamentalmente las infecciones respiratorias (bronconeumonía, neumonía con complicaciones) y algunos casos con meningo encefalitis bacteriana. En otros grupos de edades aparecen, además, las infecciones del sistema nervioso central, accidentes vasculares encefálicos, y accidentes domésticos y de varios tipos.

En Terapia Intensiva no faltan los desafíos; tampoco las ansias de enfrentarlos.

PARA QUE NO FALTEN LAS SONRISAS 

El PAMI en Las Tunas, al cierre del 2017, registró un índice de mortalidad infantil de 4,2 por cada mil nacidos vivos, con una defunción más que en el pasado 2016. El período inscribe cinco mil 889 nacimientos, con un ascenso poco significativo de la natalidad. Sin embargo, los resultados cualitativos fueron superiores, evidenciado en los avances de varios indicadores.

"Cerramos el calendario con una tasa muy cercana al propósito nacional, lo que ha representado mucho esfuerzo y horarios laborales extendidos", refiere la doctora Osmara López Borrero, jefa de la sección del PAMI en el territorio.

Las causas de las defunciones fueron el índice de bajo peso al nacer y el parto pretérmino, que por más de una década ha constituido un problema de salud en esta provincia. Tales situaciones conllevan a otros problemas como infecciones y hemorragias.

"Se acumulan más de 20 meses sin defunciones maternas, pero en el mes de agosto sucedieron dos fallecimientos de pacientes que llegaron al parto con patologías asociadas como cardiopatías y otras relacionadas con la gestación como la hipertensión", puntualiza.

Según el doctor Luis Manuel Pérez Concepción, director de Salud aquí, afirma que la calidad de la asistencia obstétrica ha sido mejor a la de otros calendarios. Las mujeres son acompañadas en el momento del parto por el familiar y reciben la preparación para ofrecer lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé e incluso, la complementada hasta los 2 años.

A pesar de las estrategias implementadas, casi la totalidad de los municipios presentan debilidades en el tratamiento al riesgo preconcepcional y al alto riesgo infantil. "Hay que ser más certeros en nuestra actuación como médicos para disminuir las complicaciones y la mortalidad. Es necesario, además, fortalecer la atención prenatal y consolidar la estabilidad de los equipos y grupos de trabajo que son la base del sistema”, reconoce Osmara.

Para traer un hijo saludable al mundo se necesita algo más que deseos. Las parejas tuneras deben adquirir una cultura de preparación al respecto. Se trata de acudir a las consultas de riesgo preconcepcional para llegar a la gestación en un estado físico y psíquico óptimos.

Eso no solo se logra con la labor del personal de Salud, en la que, evidentemente, persisten fisuras que repercuten en el producto final. Eliminarlas, es el sueño sagrado del PAMI.

Acurrucar la vida

Textos: Misleydis González Ávila

Infografía: Reynaldo López Peña

Fotos y Videos: Misleydis González Ávila, Visión Tunera y Tomadas de Internet

Audios: Misleydis González Ávila