Cucalambeana: Voz del monte en las cuerdas de un laúd

Memorias de la 51 Jornada Cucalambeana en Las Tunas, cuna iberoamericana de la décima y sede de las fiestas insignes del campesinado cubano

..."Y en fin, cuando nos cansemos/ de tanto correr ufanos/ cantando versos cubanos/ a mi estancia volveremos. / Allí mil cosas haremos/ que quedarán inter-nos/ y descansando los dos/ sobre rústicos asientos, / bendeciremos contentos/ a nuestra Patria y a Dios".
Juan Cristóbal Nápoles Fajardo

La calma parece volver ahora a la finca El Cornito y a los diferentes espacios que en la ciudad acogieron la edición 51 de la Jornada Cucalambeana. Días estos marcados por la algarabía de los apasionados de la campiña que vistieron guayabera y sombrero de yarey. El viento atrajo el sonido del tres, la guitarra y el verso octosílabo.

 La Fiesta Suprema del Campesinado de Cuba e Iberoamérica enamoró a los tuneros y a sus huéspedes. Esta vez estuvo dedicada, con justeza total, al punto cubano, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y también al aniversario 40 del Sistema Nacional de Casas de Cultura. Los más de 300 artistas aficionados involucrados de lleno en las actividades, lucieron con orgullo tamaña distinción.

Así fue apreciado lo mismo en el espectáculo central, 40 años en casa, de la noche del sábado, dirigido con acierto por Anais Ray, que en el Encuentro de Agrupaciones Musicales de la tarde del viernes en el patio central. Todos entregaron el alma en las presentaciones y derrocharon el talento que se cultiva lejos de salarios y presupuestos específicos.

Fueron halagüeños los criterios dados aquí por Rafael Lara, metodólogo nacional de Cultura Popular Tradicional: "Este es el evento más importante que tenemos en Cuba de estirpe campesina. Da gusto que se sigan defendiendo sus ediciones desde Las Tunas. Es parte de una cultura de la resistencia que nos trasciende y no solo es décima, también es artesanía, paisaje, literatura y mucho más".

Volvieron las invitaciones del "Catauro" a favorecer intercambios y valoraciones. Ahora con la celebración especial del aniversario 25 del Taller Espinel Cucalambé y el abrazo sincero a su fundador, Renael González.

Ese espacio acogió la entrega, como es costumbre, del premio del Concurso Cucalambé de Décima Escrita, el más importante de cuántos se hacen en el país dedicados a la espinela, y también del de glosas Canto Alrededor del Punto.

Ambos fueron ganados por el camagüeyano Domingo Peña González. El primero, por su poemario Con el gesto del bufón y el segundo, por Con tus dardos en el pecho.

Asimismo, El Cornito disfrutó durante tres días de la convocatoria 23 del Concurso Nacional de Repentismo Justo Vega. Un certamen que contó con improvisadores de Las Tunas, Ciego de Ávila, Pinar del Río, Holguín, Cienfuegos, Matanzas y Mayabeque. De este último terruño fue su ganador: Sindy Manuel Torres.

Allí vimos, junto al trabajo de consagrados en tan difícil arte, el brío de los más jovencitos. Algunos salidos de los talleres de repentismo que tanto defienden acá el necesario descubrimiento de la espinela desde los primeros años de la vida.

Volvió el Salón de Paisaje, Décima Ilustrada y Artesanía Popular al Centro Provincial de las Artes Plásticas. Yulier Lozada Santiesteban, del municipio de Jobabo, obtuvo el lauro mayor con su conjunto de obras pirograbadas en yagua, además de una mención en la modalidad de paisaje por la pieza S/T, hecha con el procedimiento de la espátula y el galardón colateral del Consejo Nacional de Casas de Cultura por la experimentación con materiales naturales y otros aciertos.

La vigencia del punto cubano y el repentismo en las nuevas generaciones fue de las temáticas más debatidas durante el evento teórico Verso y Punto, que sesionó en la casa de la música Emiliano Salvador. Ese resultó el escenario para homenajear a fieles exponentes de la cultura campesina y debatir sobre los avatares de la décima y la improvisación.

Durante sus sesiones se entregó el Premio Nacional Memoria Viva a Guillermo Castillo Ramírez, considerado un promotor cultural nato. El maestro tunero de Vedado 3, en el norteño municipio de Jesús Menéndez, compartió su experiencia de aplicar el aprendizaje de la décima oral improvisada como un recurso para hacer más efectiva la docencia

El Consejo Nacional de Casas de Cultura otorgó allí la Beca de Investigación de la Cultura Popular Tradicional Samuel Feijóo a la máster Sahyli Alba Álvarez, de la Universidad José Martí, provincia de Sancti Spíritus, por contribuir con la memoria histórica de los coros de clave y rumba en su terruño.

Tuvimos exposiciones de las artes plásticas, memorables presentaciones de libros, valiosas conferencias, acertados espectáculos infantiles,  actuaciones en el bohío de El Cornito, música del rico órgano oriental y mucho ardor de campiña. Aplaudimos, como de costumbre, la elección de la Flor de Birama

En esta oportunidad nos vistaron, y ojalá apuesten al regreso, amigos de Alemania, México, Honduras, Italia, Panamá y República Dominicana.

Organizar un evento de envergadura, como la Jornada Cucalambeana en Las Tunas, exige atención al detalle y dedicación extrema. No basta la experiencia acumulada. Es necesario trabajar en equipo y sin descanso para no perder el rumbo de la buenaventura.

El próximo calendario estaremos celebrando nada menos que 190 años del natalicio de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, el poeta bucólico más importante de la Cuba del siglo XIX. Desde ya las comunidades se alistan a trabajar duro para compartir lo mejor de las controversias y las guayaberas. Depende de todos que el resultado final derrame tradición, esencia y cubanía.

Rostros de la Cucalambeana

Cada año Las Tunas se convierte en una casa de tradiciones que se defiende del tiempo a través de sus memorias y sobre todo, de su gente, de los miles de rostros que podrían contar la historia de la Jornada.

En medio del Catauro de la Décima, evento insigne de esta fiesta, son capturados por las cámaras y los micrófonos, grandes héroes de nuestra cultura popular.

RECUERDOS DE LOS INICIOS

En 1964 Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí, creó una fiesta representativa del legado campesino y que a la vez homenajeaba a esa gran figura de nuestra poesía, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé.

"Aún recuerdo la primera Cucalambeana"-me cuenta Dimitri Tamayo, poeta y repentista. "Mi padre era poeta e improvisador. Lo vi cantar aquí con Pablo León, lo vi codearse con los más grandes de Cuba. Yo andaba en sus brazos. Los poetas me cargaban y decían que yo también iba a ser uno de ellos. Y mira, aquí estoy, ya con 25 años de vida artística. Por eso, la Jornada es como mi cumpleaños, es mi fiesta, es mi encuentro con la décima y con la vida misma".

SIGNIFICA CUBANÍA

Para cada uno de ellos, nuestro jolgorio campesino tiene un significado diferente. Pero el común denominador en todos es el amor por la tradición, el mérito de ver tanta alegría y talento, la oportunidad de compartir con amigos y colegas, sus raíces guajiras.

Luis Paz Esquivel, Papillo, puede tener la mirada seria, pero cuando improvisa sonríe, sonríe por los poros y por las rimas. "La Cucalambeana siempre fue para mí la ilusión de lo máximo, un lauro, un honor de llegar al espacio de confluencia de varios actores a nivel nacional, significa realización de sueños".

Aunque me cuesta hallarlo, logro conversar con Ramón Batista, el rostro detrás del escenario, creador de sueños y artífice del espectáculo, director de la Casa Iberoamericana de la Décima.

-Ramón, ¿qué significa la palabra Cucalambeana?

“Cucalambeana significa cubanía. El canto, el verso, el trinar de un laúd, el tres, el repentista, el escritor, el decimista, el paisajista, el artesano, el bailador, el investigador, el folclorista; cuando juntas todo eso es como decir qué somos, es decir Cuba”.

DE DÓNDE LE VIENE EL AGUA AL COCO?

¿Y de dónde le viene el amor por la tradición a nuestros cucalambeanos? La respuesta a ambas preguntas es la misma: de la raíz.

El bigote es grande y la sonrisa hermosa, como su apellido. Antonio (Tony) Iznaga, al que todos conocen como Jilguerito de Cienfuegos. A él la tradición le vino de herencia y se siente orgulloso de ese legado:

"Yo soy de La Habana. Mi papá es el Jilguero de Cienfuegos, pero fue a la capital y allá conoció a mi mamá, Martica Morejón, que también hacía música campesina. Y ya ves, parece que en los genes vino eso. Recuerdo que cuando era chiquito, iba a visitar a mi abuelo materno, que era tocador de tres, y él se volvía loco conmigo, apenas llegaba buscaba el tres para que yo cantara y todo el barrio se enterara de que era su nieto".

-¿Cuál es el peso de tu nombre artístico?

“El nombre del Jilguerito conlleva mucha responsabilidad porque las personas siempre tratan de comparar. Pero también siento gran orgullo de mis padres, ellos me enseñaron mucho, sobre todo, la disciplina que hay que tener en este mundo de la cultura”.

LOS ROSTROS MÁS DULCES

Las niñas Anaya y Adriana, de 11 y 9 años, respectivamente. Una del bando azul, la otra del rojo, pero van de la mano como buenas amigas. Ellas bailan en el grupo danzario de la casa de cultura.

La inserción de los infantes en este proyecto no solo asegura la continuidad de la Jornada, también crea en ellos valores como el amor y respeto por las tradiciones y habilidades que pueden aplicar en sus vidas profesionales. Les pregunto cuál es su parte favorita de la Cucalambeana y sin vacilar y a coro, ambas responden: "¡Bailar!"

Ella anda apurada. Puede, a la vez, conducir el Catauro y cuidar a su niño. Odalys Leyva, multipremiada decimista tunera, veterana de estas lides, amante de la cultura guajira.

"He ido viendo la evolución de la Cucalambeana con sus altas y sus bajas. Para mí es la gran madre, es la aglutinadora de lo mejor de la poesía escrita y cantada de Cuba e Hispanoamérica. Aquí se dan cita varios países que cultivan la décima para ser testigos de un gran espectáculo lleno de tradición".

La mujer le otorga a la espinela un toque de dulzura y certeza.

“La presencia de la mujer en la décima es muy activa. Un ejemplo es que en el Concurso Cucalambé recibieron menciones dos féminas. La mujer tiene una casa, una familia, pero también es una gestora de proyectos y está preparada para esto. Nosotras nos sentimos responsables por el rescate de nuestra identidad”.

DÍGANME GUAJIRO A MÍ

Tal vez el mayor mérito de esta celebración sea el de revalorizar y rescatar la cultura campesina, que los jóvenes puedan disfrutar de ella y se sientan orgullosos.

"La Cucalambeana tiene su encanto -me dice Jilguerito- Estas son nuestras tradiciones. Cada vez que vengo me encuentro con amigos que dejé de ver y siempre es bueno este reencuentro. Las Tunas es la cuna de la música campesina. Estamos en un momento de esplendor, al punto cubano lo declararon Patrimonio Inmaterial de la Humanidad".

Renael González, escritor tunero que resultó homenajeado en el Premio Cucalambé de este año, dueño de versos tan hermosos como "Tu mirada es el más perfecto modo de decirlo todo, todo", me comenta acerca del valor de la estrofa nacional cubana:

 "Muchos dicen que es cosa de guajiro porque ignoran que nació en España, de los poetas más importantes del Siglo de Oro. Pero con las oportunidades de superación que tiene la juventud hoy, se está cultivando mucho más la décima, solo que a veces no logran la divulgación que merecen. Tal vez para acercar a las nuevas generaciones deberíamos difundir más la décima de amor, porque el amor siempre es joven".

El autor tunero Argel Fernández es especialista de la Casa Iberoamericana de la Décima. Un niño le dice "Guajiro, súbeme a la carreta" y él se gira y lo ayuda. ¿Le dicen Guajiro, Argel?, le pregunto y él me responde en el idioma que mejor entiende:

“Díganme guajiro a mí que yo sí nací guajiro /y el sol con que yo me inspiro siempre nace por Maisí/. Díganme guajiro a mí que yo sí nací guajiro/ y cuando alrededor miro pienso que nada perdí/. Todo del monte aprendí, como de la serventía/. Con la ceiba y la guaría aprendí el canto del viento/ y el buey con su paso lento me enseñó lo que sabía/. Díganme guajiro a mí que yo sí nací guajiro/ y el aire que yo respiro huele a machete mambí/. Díganme guajiro a mí, que yo sí nací guajiro...”

También me explica: “Desde que tengo memoria estoy escuchando la palabra Cucalambeana. Es décima, tradición, encuentro con la amistad. Me recuerda a mis padres, mi familia, mi niñez. Tiene muchos retos, por supuesto.

"Ya estamos en la edición 51 y se han ido tergiversando los objetivos principales. Cada vez se le da menos espacio a lo genuino, a lo cubano. Por ejemplo, la música grabada que a veces se pone no es la adecuada; esta constituye la Fiesta Suprema del Campesinado Cubano”.

Nuestra generación posee sus propios códigos y el patrimonio tradicional debe sumarse a ellos. Al respecto, Papillo me comenta: "La cultura campesina tiene bastante difusión. No es un elemento que atraiga a un gran público, pero siempre ha marcado a un sector de la sociedad. 

"A veces competimos con nuevas formas de entretenimiento, por lo que un aspecto necesario para halar más público joven tiene que ser sumarse a esas plataformas de difusión. Antes, de un batey a otro, no te enterabas de lo que cantaba un poeta, pero ahora sí existe esa posibilidad y en tiempo real. Articular, pensar, acercarse más a estos medios y a la juventud".

LA PROMESA DEL RETORNO

La Cucalambeana es un guateque tamaño ciudad y El Cornito un lugar que abriga, entre el río y el bambú, la mejor poesía de nuestra Isla. Lograr una difusión más inteligente, contextualizar y armonizar cada elemento para no romper el objetivo, calidad organizativa y logística, crecer en su alcance internacional: esos son sus retos.

Cuando todo el espectáculo termina, la morada de El Cucalambé vuelve a ser el hogar triste que deja marchar a sus hijos. Pero estos  rostros del festejo dan un último vistazo hacia atrás y en silencio prometen que, sin importar el tiempo y la distancia, siempre volverán a casa. 

Le pido a Papillo que improvise algo para cerrar y él, lleno de gracejo popular, me dice: 

"Sobre la Cucalambeana/ creo que he dicho bastante/ que es génesis y trasplante/ de la cultura cubana/ ventana por donde mi estrofa escucho./ Tal vez no sea el más ducho/ para hablar de ella con prisa/ eso sí, de tu sonrisa/ sí puedo decirte mucho".
EDICIÓN 51 DE LA JORNADA CUCALAMBEANA EN IMÁGENES

Créditos 


Textos: Esther De la Cruz Castillejo y Legna María Caballero Pérez (Estudiante de Periodismo) 

Fotos: Reynaldo López e István Ojeda 

Videos: Tiempo 21, Visión Tunera, Periódico 26, István Ojeda y Misleydis González   

Audios: Naily Barrientos Matos, Legna Caballero y Tomados de Internet