Cuatro décadas de glorias y andares de pueblo

Memorias fundidas en tinta, papel y tecnologías  convergen en la historia de 26

Aquel  día nadie durmió. La tinta negra, como betún, recuerda el pegajoso chapapote, entre los pedazos de papel tirados por el suelo. El martillante ruido del linotipo, el calor y ese sabor a plomo derretido en el ambiente, asustan. En verdad, este susto no va a matar a nadie. El otro sí, el que viene después. Trae a todos muertos-vivos, corriendo, con el corazón como un reloj de péndulo.

El edificio número 157 de la calle Colón, entre Julián Santana y Francisco Vega, es un panal de mucho ruido y poca gente. Parecen locos. Suben y bajan las escaleras. Unos detrás de otros, con hojas blancas y agendas, inquietos. Los teléfonos suenan. No saben dónde tirar las colillas de cigarro. La hora cero está a punto de llegar. Arrancó, el viejo traste arrancó, pero todavía no anda bien. Dicen que cuando sale el periódico es uno detrás del otro, sin parar.

La centenaria Dúplex no puede embarcarlos. Los hermanos Alcidesy Melquiades Labrada, los "leones", simulan dos cartuchos de tintas con formas humanas. Hurgan en el estómago de la vieja mole de hierro, le dan a beber el líquido vital. Las gigantes bobinas de papel esperan sin inmutarse. El día de la victoria está cerca. En cualquier momento Las Tunas tendrá su vocero mayor, el pan de letras, el informador… Afuera, en cualquier parte, el pueblo disfruta su fiesta nacional. 

Adentro, un grupo de incipientes profesionales se aferra a la voluntad de vencer la obstinación de la vieja rotoplana, empeñada en partir el papel y retrasar más el momento crucial. El cansancio se nota y el estrés es incontrolable. Al fin la máquina responde y la primera tirada del diario local, calentita, de color negro, pasa de mano en mano después de 37 horas de alta tensión.

En la mañana de la Santa Ana, a pesar de muchísimos contratiempos, el pionero matinal llega a los estanquillos. Los tuneros tienen su periódico. Cuarenta años después la tecnología no eclipsa los sobresaltos. Siempre hay sudor, nerviosismo, compromiso y alegría detrás de cada edición. En asuntos de amores, sueños, metas y retos nada cambió desde ese miércoles 26 de Julio de 1978 cuando comenzó esta historia.

Recuerdos en cualquier tiempo


A cuantos hicieron el milagro del diarismo en Las Tunas. A los que tuvieron la mala idea de partir, a los que desde cualquier parte sienten la llegada de 26 como el café imprescindible de las mañanas.

Nuestro medio de prensa está de lujo por traer a sus páginas algunas improntas de quienes, 40 años después de la salida de aquel primer número que convirtió a 26 en un diario, siguen con el alma prendida de amores por un periódico que les marcó la vida, los llevó a vencer imposibles y disfrutan cada tirada como la primera vez, desde la Redacción o su condición de jubilados.

"Atraparlos" es difícil, porque casi nunca -quizás por el oficio- gustan hablar de sí mismos y menos responder cuestionarios, ante la prisa de una profesión que no da margen al descanso y siembra hondo esa emoción única, indivisible, de sentir que este papel de tintas, imágenes y palabras es su yo propio.

Entonces, con las prerrogativas de haber crecido bajo sus ejemplos y tutela, compartir madrugadas, retos, éxitos y esfuerzos cotidianos, les "robo" sus silencios y rindo honor a estos hombres y mujeres, quienes hicieron posible en la alborada del 26 de julio de 1978 que hoy Las Tunas tenga su vocero eterno: 26, un legítimo orgullo de los medios masivos de comunicación en la provincia.

Luis Ramiro Segura García... El director más veterano en los periódicos provinciales y el segundo en la vida de la Editora. Salido de la primera graduación regular de la Universidad de Oriente, entró una vez a los pasillos de la calle Colón y se quedó para siempre, luego de un breve tránsito por la Radio.

Cuando el parto primogénito, muy joven y con los remolinos de su querido Hermanos Mayo en cada poro, esa media sonrisa obcecada y muchas ganas de hacer, le asignan la jefatura del equipo político-ideológico como parte del Consejo de Dirección que guiaría los destinos del naciente diario, además de atender las actividades del Partido.

Disímiles méritos y responsabilidades acumula Segura (así lo llamamos) en su larga carrera, como la de jefe de Información en las primeras etapas; la promoción a funcionario del Comité Provincial del Partido y finalmente, en 1988, a director, cargo en el cual tiene el récord de mantenerse y el enorme privilegio de contribuir a formar los caminos de los noveles periodistas del territorio, pues de una manera u otra todos pasaron por los salones de la Redacción, sea de práctica docente, Servicio Social o asesoramiento en sus tesis de grado.

El Premio por la Obra de la Vida Rosano Zamora Padín es la esencia ilustrada de 26 para él. Cuatro décadas después, está ahí ese vigor de siempre y la precisión del detalle... "revisa eso Graciela, acuérdate del espacio". Y aunque no me guste el "tema" y se vaya abajo mi pirámide invertida, me quito el sombrero y no tengo otra expresión que decirle... ¡ay Segura, tú eres mucho Segura, director!

Oscar Góngora Jorge... Todavía lo veo en sus largos recorridos por los campos detrás de las federadas, para obsequiarles aquellas crónicas y entrevistas que lo apasionaban. Siempre el primero en llegar y uno de los últimos en irse, como pegado a su máquina de escribir, desde los viejos tiempos del semanario VEINTISÉIS, sucesor de El Forjador, y adonde estuvo también para dejar huellas de entrega y pertenencia plenas, a partir de la época de los 70 del pasado siglo.

Su elección para conformar el Consejo de Dirección del naciente diario, como jefe del Equipo Económico, puso bajo su mando a otros colegas fundadores como Andrés Castellanos, Wálner Ortega, Freddy Pérez, Jorge Fernández y Juan Soto... Las anécdotas de aquellos memorables tiempos siempre le arrancan sonrisas, multiplicadas en los lectores con sus curiosas notas sobre animales y flores que encontraba "por ahí".

Bien mereció después, el cargo de jefe de Redacción, espacio en el que trazó luces a las cartas de Estilo, y apuntaló las ediciones de estos 40 años, el trabajo de los correctores, diseñadores y periodistas con un derroche de disciplina y organización, a tal punto que en sus archivos uno puede encontrar las pruebas de planas y galeras de un lustro anterior.

¿Pasiones?, diversas. Ver el ejemplar calentito salir de la rotativa, hojearlo y pasarlo por la lupa de sus ojos una y otra vez; y anotar... Sobre su buró nunca faltaron las acotaciones necesarias, el esquema, página a página, de lo que sería al día siguiente 26. La razón de sus días, el amor eterno, junto a decenas de reconocimientos y premios, marcan la historia de Góngora en el periodismo tunero, matizado con décimas y versos que apuesto encontraré si hurgo en sus gavetas. ¡Esas gavetas suyas, desveladas!

Roberto Escobar Aparicio... Diecinueve años tenía cuando entró al taller como ayudante del linotipista Justo Peña, ese mago de hacer letras en plomo y tener el récord envidiable de pasarse 24 horas ininterrumpidas frente al equipo. Apenas Roberto empezaba "a caminar" por el mundo del asombro de un periódico, en la víspera de la mañana de aquel 26 de julio. Venció su prueba de fuego con enorme madurez y pocas palabras, porque si algo lo distingue es la parquedad. Hace y dice bastante con su trabajo, al que también le dedica la vida y 26 es el eje de todas sus coordenadas.

No le gustan las entrevistas, pero regala su amplia sonrisa al menor coloquio que ronde sus alrededores, en los cuales el interés por superarse, cumplir las tareas y estar donde debe, jamás falta. Vanguardia Nacional, Joven Destacado, premios en Diseño y muchos reconocimientos acompañan su trayectoria laboral, distinguida por una perseverancia inclaudicable.

Fe de ello - nos recuerda José Infante Reyes, el primer director del diario- resulta aquel teclado que hizo de cartón para poder practicar, pues el único linotipo no alcanzaba para aprender. En su casa ganó la pelea y muy pronto se hizo linotipista. Ahora es uno de los diseñadores del Semanario y una suerte de innovador "por voluntad", salvador de varios aprietos cotidianos.

Juan Soto Cutiño... ¡La zafra por excelencia! Un carisma superior al dulzor de la caña y las miles de veces que ha llenado las agendas de números, recorridos, reportes de siembra, rendimientos agroindustriales, roturas de maquinarias, centrales... Juan Soto Cutiño.

Cordial, ocurrente, risueño y malabarista si necesita hacerse de una escapada, Sotico, como lo llamamos los de la "vieja guardia", empezó sus pininos por Jobabo hace casi 49 años y ¡todavía sigue aquí! Difícil compactar su andar por el periodismo, cuando entregó sus años mozos a la zafra del 70 y, entre andares y decires, hoy muestra el Premio Nacional de Periodismo Azucarero y el Provincial por la Obra de la Vida Rosano Zamora Padín.

Lindas vivencias matizadas de anécdotas y "novatadas" guarda entre el brillo de sus ojos alados, que se llenan de picardía cuando confiesa sin titubear que no se irá nunca del Periódico, porque desde niño anduvo con esos sueños de decir en la cabeza y el magisterio le puso el camino. Ahí le llegó la suerte de ingresar a la cantera de reporteros que se estructuraba en Las Tunas.

Jubilarse es la palabra desaparecida y no pierde la manía de tartamudear, si ciertas contrariedades intentan cambiar sus planes o cae una noticia de aquellas... Lo cierto es que este veterano del diarismo tunero es una nota feliz en el diapasón del pan nuestro de cada día.

Juan Emilio Batista (jubilado)... El Charro de las Deportivas es otro de esos hermanos colegas de madrugadas largas, bien largas. Una fructífera entrega a su intensa carrera, en la que tampoco las líneas alcanzan para compactar tanto de todo. Un ejemplo hermoso de consagración sin límites y pasión más allá de la pelota y la investigación, a quien debemos el único ensayo hasta hoy que compila la génesis y desarrollo de la prensa en Las Tunas.

Otra vez, el reto de sintetizar valiosas historias de vidas en espacios apretados nos quita el aire, pero no minimiza el quehacer ni la prevalencia activa de un periodista que ganó premios, misiones internacionalistas, cargos de dirección, primicias y cariño con su incansable fuerza ética y perseverante trabajo. Sin él, los logros de hoy, estas memorias, hubiesen sido mucho más complejas y difíciles. Su huella es imborrable.

Freddy Pérez Pérez (jubilado)... Ganador del Premio Rosano Zamora Padín, este indomable e incansable reportero es un derroche de energía cuando de escribir se trata, lo que lo convierte en un jubilado activo y dueño vitalicio de Cartas, una sección en la que siempre está bajo las "balas del colimador". Cientos de premios, estímulos y reconocimientos acompañan sus desvelos, desde que hizo posible que la prensa escrita fuera aquí un cumpleaños de pueblo, en la mañana de la Santa Ana.

José Infante Reyes (jubilado)... El primer director. Jamás pudo escaparse de los insomnios y las madrugadas, de entregarse en cuerpo y alma a la tarea más retadora de todos los tiempos de la prensa en Las Tunas, sobre la que dice no se hubiera logrado aquel 26 de julio de 1978 sin el empeño y apoyo del comandante Faure Chomón Mediavilla. Diez años que le marcaron hasta hoy, cuando vivencias, memorias y esfuerzos convergen en lo vital: 26 es lo más grande de su existencia. 

kEduardo Infantes Reyes (jubilado)... El innovador y mecánico sin imposibles. Logró que el diario también tuviera el color rojo en su impresión, para saludar el Primero de Mayo de 1979. Marcado por la pasión del trabajo, siente sano orgullo de haber garantizado con su admirable talento que los viejos equipos de antaño imprimieran, cada noche-madrugada, el matinal de los tuneros.

Hermanos Alcides y Melquiades Labrada (jubilados)... Cuatro brazos y dos almas pegadas y claves en el taller. Los reyes de la estabilidad de la vetusta máquina impresora. Los "leones" imprescindibles, a quienes les dio mucho apoyo Jesús Marrero, otra pasión de esta historia.

El espacio tristemente no puede estirarse. Faltan acá varios rostros queridos y definitorios en la extensa y valiosa trayectoria de nuestro medio de prensa. Todos, desde sus puestos de trabajo, con largas jornadas, sacrificios gigantescos y muchísimo amor dejaron sus esencias sobre el más bello suceso de ese día: la venta en los estanquillos del primer número de 26.

Inmensa lista. Un grupo no está físicamente. Otros protagonistas siguen su luz en diferentes ámbitos mediáticos. Varios, jubilados y algunos fuera de la profesión. Todos en el corazón de quienes vamos por el aniversario 40 y, de manera especial, en el del pueblo para el cual, contra viento y marea, le llevamos desde cualquier tiempo su vocero mayor.

En el abrazo de todos, 26...

Mucha tinta se ha desbordado desde los primeros días. Pasamos del linotipo a la impresión offset, y en el 2000 nació la versión digital, esa extensión del papel que ha permitido narrar en colores e impregnar la realidad de recursos multimediales.

Hoy el colectivo tiene el balance preciso entre pasado y presente. Remembranzas y nuevos bríos van de la mano, en la incesante búsqueda de lograr más cercanía con los lectores.

LA PALABRA PRECISA

Desde septiembre pasado, Zucel de la Peña Mora asumió el liderazgo frente al equipo de la edición creativa. Quienes la conocemos sabíamos que no podría ser de otra manera. Zuci posee el tino para encontrar cualquier errorcito camuflado, o alguna tilde ausente. Es difícil que pase algo por alto en sus múltiples lecturas de todos los materiales, sin importar la hora de la madrugada que sea.

Su agudeza no se limita a erradicar lo incorrecto. Ella aspira a más. Busca belleza y riqueza en el lenguaje. Ha proclamado una guerra sin cuartel a las repeticiones de palabras y a las frases hechas. Su ambición viene de la periodista que siempre ha sido, talentosa y consagrada, cuyo único compromiso es con la fuerza de la verdad y la forma atractiva de llevarla a los lectores.

Bajo su mando están Mariela Ricardo, Arturo Báez, Marlene Hernández, Roberto Escobar y Jorge González. Son un equipo consagrado. Para ellos los cambios de tecnología han sido retos personales. Pasaron de revisar en la hoja impresa a la corrección online.

DE POETAS, SOÑADORES Y MÁS...

Puertas adentro de la Redacción todo es sui generis. Siempre hay un proyecto a medio cocinar y unas ideas en el ambiente que aterrizan en las cuartillas según el estilo y los recursos de cada reportero, pero tienen sabor a colectivo, porque en la presentación final intervienen muchos otros ojos y manos, todos en busca del mejor resultado posible.

José Armando Fernández Salazar llegó y trastocó las rutinas a su antojo. Traía en su morral de Meñique un plan para absolutamente todo. Incluso, después de un tiempo arremetió contra las viejas formas e ideó un nuevo modelo de gestión, mucho más funcional y a tono con las tendencias contemporáneas de los mejores rotativos del mundo.

Mandy no tiene límites. Nadie sabe cómo se las arregla para hacer tantas cosas a la vez. Siempre trae tres reportajes en las manos, alguna entrevista o información y los números en la agenda para programar el próximo trabajo. Goza de dotes indiscutibles de líder. Es muy exigente y cabal a su máxima de escribir como es, sin exagerar en los adornos ni descuidar el contenido.

Este ha sido un gran año para István Ojeda Bello, de premios nacionales y reconocimientos por la labor constante en las redes sociales, sobre todo en Twitter. Su carrera se caracteriza por una búsqueda constante de temas de actualidad y la necesidad de explotarlos con recursos multimediales.

Resulta el más entendido en los temas de política. Como reportero es responsable y sagaz. posee un estricto sentido de lo correcto. Y vive el orgullo de ser periodista, de no tener otra deuda que la de su cuartilla en blanco. Por si fuera poco, armado de su inquieto lente ha comenzado a crecer como fotógrafo y ya es autor de algunas de las mejores instantáneas deportivas de la prensa nacional.

Los temas de Salud son de la jurisdicción de Misleydis González Ávila. Atiende otros sectores, pero ha desarrollado una sensibilidad especial por las historias que involucran la vida de las personas. En sus investigaciones están siempre los rostros de los pacientes, el dolor y el agradecimiento hacia los galenos y servicios médicos. Ella disfruta su trabajo y este la acaba de recompensar con el prestigioso Premio Nacional 26 de Julio.

En un dos por tres Esther de la Cruz dominó por completo la sección Culturales. Se incorporó hace apenas un año. Su formación en la radio ayudó con las rutinas. Desde la primera entrevista se descubrió su prosa limpia, intimista, personal. Como si toda la vida hubiese cubierto el quehacer de Las Tunas, de la mano de poetas, artistas, y del pueblo que quiere encontrarse reflejado en la prensa.

Dubler Vázquez es un orgullo de nuestro Semanario. Es mucho más que el periodista que atiende la sección Deportivas. En ocasiones es corrector, editor y la persona con el sentido común más aguzado para hacerle frente a cualquier tema.

Los que piensen que el lenguaje deportivo es solo estadísticas y resultados nunca han leído a Dubler. Él cuestiona valiéndose de todos los géneros y recursos literarios, comenta, hurga en las causas que los más sensatos prefieren obviar y escribe unas crónicas electrizantes.

Las crónicas también son asuntos de Graciela Guerrero Garay, quien puede encontrar la poesía en temas insospechados. Tiene talento para intimar con el lector porque ella es un huracán de razones que salen siempre desde más abajo de la garganta, de ese rincón del pecho suyo donde le creció la reportera que es. Su reciente Premio Nacional 26 de Julio es un reconocimiento más que justo a tantos años de labor.

Luz Marina Reyes Caballero y Yelaine Martínez Herrera son las recientes madres del Periódico. Nos regalaron dos sobrinos que de seguro muy pronto andarán correteando por las oficinas aquí. Las extrañamos y esperamos con ansias que regresen pronto.

GRAFICANDO LAS IDEAS

Jorge González Armas llegó hace una década. Tenía 28 años de experiencia como diseñador gráfico, y las rutinas las aprendió enseguida. Su cercanía con las artes plásticas ha aportado al medio caricaturas, infografías y un lenguaje fresco para enriquecer las redes sociales con propuestas creativas.

ANCLADOS EN LA WEB

Iris Neysi Hernández Rodríguez ha desempeñado varios oficios en el Semanario. Llegó como un pequeño préstamo de la provincia de Granma y se coló en el colectivo, de tal manera que nadie se imagina este medio sin ella, sin su buen juicio o el optimismo con que pinta situaciones cruciales.

Fue reportera, jefa de Información y ahora es editora web. Enciende su computadora rayando el alba (desde su casa) para mantener actualizada la página digital con los trabajos de los periodistas y el acontecer nacional e internacional.

En la versión en inglés trabaja Maryla García Santos hace muchísimo tiempo, después de su paso por la página deportiva. Hace poco se nos sumó Lixan Escalona, joven traductor. Viene de la Universidad de Las Tunas y está lleno de deseos de hacer algo nuevo, fresco y de aprender el lenguaje periodístico. Hasta ahora ha logrado incursionar en reportajes multimedias y ya lo sentimos como uno de nosotros.

EN EL LENTE

Reynaldo López Peña es nuestro fotógrafo estrella, aunque durante años fue webmáster. Siempre mantiene la cámara lista para hacer una instantánea y sorprenderte en los momentos más increíbles, incluso, a la hora del almuerzo y con la boca llena. Sus fotografías son como él, sencillas, espontáneas y a la vez, profundas y sugerentes.

Cuenta con miles de seguidores en las redes sociales y un público constante desde dentro y fuera del país que recorre a Las Tunas a través de su lente. Rey es también legendario por sus ocurrencias y buen humor.

Ángel Chimeno comenzó como corrector, Sin embargo, luego descubrió y comprendió que la fotografía era la profesión de su vida. Intenta superarse en el mundo audiovisual. Le sobran ganas de aprender y juventud para conseguirlo.

TRAS EL TIMÓN...

¿Qué decir de él? Leonardo Mastrapa es nuestro editor principal, o sea el que dice qué hacer y pelea cuando resulta necesario (a veces frecuentemente). Usa métodos específicos para lidiar con su tropa y se encarga de no imponer jerarquías entre nosotros. Sin dejar de ser amigo, es también exigente.

Empezó como un reportero incansable. Después estuvo frente a los desafíos del periódico digital. Ahora es de todo un poco y el dueño de la ilustre sección Tinta fresca.

LAS AUTORAS... (Esto lo escribieron los colegas)

Quienes firman este reportaje:

Yuset se caracteriza por encontrar el lado más humano y sensible de cada historia y sabe llevarlo al texto. Es optimista y positiva, por eso, así como sabe dar un consejo de amiga, también lo expresa en los materiales periodísticos, distinguidos por la frescura y la poesía.

Elena es la más reciente adquisición. Llegó con el lenguaje radial incorporado y la experiencia de coberturas de primer nivel durante su estancia en Juventud Rebelde. En 26 es la responsable de reflejar los logros y retos del Ministerio de Educación, la Ciencia y otros temas que le brotan de esa necesidad de hurgar en la sociedad, de desnudar los fenómenos que sanan y duelen.

40 AÑOS Y POR MÁS

Esta Redacción es también una gran familia. Detrás de sus páginas hay más nombres que, aunque no se publiquen, dejan sus huellas en todas las ediciones. Yda Lidia Fernández O´Farrill guarda cada ejemplar para que en el futuro perdure la memoria histórica del Semanario. Además, coordina el Sindicato, organiza el almuerzo y gestiona la recreación veraniega.

Liduvina es auxiliar de limpieza, pantrista, ama de llaves y cualquier otra cosa que Ramón Ochoa Almaguer, su jefe y nuestro administrador, le ordene. Aunque ella en ocasiones se rebela, es la persona que cuida de todos y de cada detalle.

Ramón lleva una vida en 26. Nos hace felices a principio de mes. El resto del tiempo lo dedica a gestionar las necesidades del medio. En algún momento nos convirtió en la mejor dependencia del Partido y se caracteriza por ser estricto con el cumplimiento de las leyes establecidas.

A Yunixander Viamontes Díaz, alias Bebé, aunque ya no forma parte del colectivo oficial, no vamos a dejarlo fuera de este homenaje. No solo porque creció aquí (profesionalmente) y le mimamos como a un niño pequeño, sino por su valiosa gestión en las redes sociales y el amigo entrañable que resultó ser.

Muchos más han pasado por aquí y otros se sumarán de seguro. Este Semanario es indetenible. ¡Llegamos a 40, caballerooooo!!! Y en el abrazo no queremos que nadie quede fuera. Y eso lo incluye a usted, que cada viernes es el rostro detrás de la página, la esencia y a la vez el propósito de nuestro quehacer.

Créditos
Textos: Graciela Guerrero, Yuset Puig y Elena Diego
Fotos : Reynaldo López
Videos: Visión Tunera