A un paso más cerca de las estrellas

La nueva carrera al espacio

Cabo Cañaveral, Florida (EEUU). Es una tarde soleada del mes de Abril de 2016. El transbordador espacial Falcon 9 ha despegado sin dificultad a la hora prevista, alcanzando la baja órbita terrestre (LEO de sus siglas en inglés) sin contratiempos hacia la Estación Espacial internacional (ISS, también de sus siglas en inglés). El transbordador espacial propiedad de SpaceX y contratado por la NASA, transporta la sonda llamada Dragon con 11 satélites, alimentos y provisiones para los astronautas de ISS, además de material para diversos experimentos científicos que pretenden aprovechar las condiciones de micro-gravedad presentes en la estación. Ésta es una misión como tantas otras desde el cierre del la lanzadera espacial (Space Shuttle) en 2011. Sin embargo, este caso es especial.

Cabe destacar que este tipo de despegues hacia ISS, que se desplaza a 28000 km/h en LEO a 400 Km de la tierra, no es tarea simple. Dichos lanzamientos requieren cálculos con minutos de precisión, donde un simple retraso puede suponer meses de espera para volver a reunir las condiciones ideales. Además, en este caso, es la primera vez que un transbordador de estas características es capaz de regresar a la tierra y aterrizar en el barco-dron "Of Course I Still Love You" (por supuesto aún te quiero) por medio de GPS y sin mayores desperfectos. Este aconteciendo abre camino al desarrollo de vuelos espaciales re-usables de bajo coste, y lleva a la humanidad un paso más cerca de las estrellas.

Pero antes, con el fin de entender mejor la magnitud de este hecho histórico, pongamos como ejemplo el lanzamiento del Apolo 11 en su misión de llevar a Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins a la luna en 1969.  

Imagen cedida por NASA

En este caso, el Saturno V era el transbordador espacial encargado de llevar a los tres astronautas al espacio. Tras el despegue de la nave, la primera fase del Saturno V ardió durante 3 minutos y una vez consumido su combustible, se despegó del resto de la nave para acabar estrellándose en el océano. La segunda fase del transbordador ardió por 6 minutos más, llevando a la nave hasta LEO como primer paso al espacio. También en este caso, esta fase del transbordador se desarmó de la nave central, acabando completamente quemada en su descenso a la tierra. Otro propulsor tomó entonces el relevo en el ascenso, ardiendo por otros 9 minutos hasta su llegada a la luna, donde otra vez se desintegró a su entrada en la orbita lunar. Los astronautas regresaron posteriormente con sólo el módulo de comandos, que quedó inutilizable tras su aterrizaje en el océano. Finalmente, de las 14 toneladas de metal que se lanzaron a la luna, sólo 5 toneladas regresaron. La nave espacial Saturno V, con un coste de 6 billones de dólares de 1969, se perdió completamente durante la misión. Es precisamente estos costes tan ridículamente elevados el mayor obstáculo para repetir misiones de este tipo que lleguen a otros astros cercanos a la tierra.

De hecho, el transbordador espacial "Space shuttle" de la NASA tenía un objetivo similar al alcanzado por SpaceX y su Falcon 9. El transbordador en este caso pretendía ser recuperado del océano, mientras que la lanzadera aterrizaba como un vuelo convencional. Sólo el gran tanque naranja de combustible externo se perdía tras consumirse completamente. Sin embargo, las reparaciones necesarias para el próximo despegue eran lentas y también en este caso caras, suponiendo costes de alrededor de 450 millones de dólares por vuelo.


En el caso del Falcon 9, se trata de un transbordador espacial de dos fases. Cada fase usa combustible mezclado con oxígeno líquido para propulsarse. Una vez este combustible está casi totalmente consumido, la primera fase del Falcon 9, una columna de unos 20 pisos de altura (47,5 m) regresa a la tierra. Tras la identificación del punto de aterrizaje, la nave debe ajustar su velocidad a unos 250 m/s y subsecuentemente a 2 m/s, para poder desplegar cuatro patas de unos 21 m (70 ft) de superfície y asegurar así su aterrizaje en la plataforma movible de 91x52 m (300x170 ft) de área. 

Una maniobra que según palabras de la propia empresa "es como intentar mantener un palo de escoba en equilibrio en la palma de una mano, en medio de un vendaval". Sin embargo, esta primera fase del transbordador supone de lejos la parte más costosa del Falcon 9, por lo que su recuperación tiene todo el sentido pese a las dificultades.

Video simulación de la trayectoria del Falcon 9. Video cedido por SpaceX


En realidad, este tipo de aterrizaje donde es posible recuperar el transbordador en cuestión, no es la primera vez que tienen lugar. Otra empresa similar, en este caso Blue Origin bajo la dirección Jeff Bezos (Amazon), ha sido capaz también de lanzar y recuperar sondas, aunque sin ningún cargo y de menor tamaño. Ni siquiera este aterrizaje del pasado 8 de Abril ha sido la primera vez para SpaceX. Tras varios intentos fallidos, la recuperación del transbordador fue posible de vuelta en tierra firme, en Cabo Cañaveral. Un hecho no menos difícil, pero aun más costoso que el aterrizaje en el mar ya que requiere mayores cantidades de combustible para dirigir la nave a buen puerto (mientras que el barco puede dirigirse hacia donde la nave aterriza con menores costes).

Además, teniendo en cuenta que el precio para construir un cohete es de unos 60 millones de dólares y siendo el coste de repostaje de combustible un porcentaje mucho menor, el hecho de poder recuperar rápidamente el transbordador supone un ahorro de hasta dos órdenes de magnitud en el precio final de la misión (de 60 millones a aproximadamente 600,000 dólares). Ya una ventaja considerable respecto a su mayor competidor ULA , donde cada lanzamiento supone un coste de 225 millones de dólares.

La intención de SpaceX es mantener la periodicidad de los lanzamientos a uno cada dos semanas, acompañando dichos lanzamientos con intentos de aterrizaje y recuperación del transbordador como el vivido el pasado 8 de Abril. El plan es que tras los convenientes controles, cada transbordador pueda ser re-utilizando al menos 10 o 20 veces. Por otro lado, el desarrollo de esta tecnología permitiría el despegar y aterrizar de las naves espaciales, no sólo en nuestro planeta tierra, sino también en otros planetas o astros, ya sea como pausa para repostar hacia objetivos de mayor recorrido o simplemente para establecer colonias humanas sostenibles e independientes. O Al menos, esa es la intención de Elon Musk, fundador de Space X.

Cuando algo es  suficientemente importante, se debe hacer incluso si las probabilidades no están a su favor. 
Elon Musk
Foto de portada de la revista TIME por Mark Seliger 

Elon Musk es un emprendedor en serie que, como tantos otros hombres que han ayudado al avance de la tecnología y la ciencia, está entre esa fina línea que separa a un visionario de un loco. 

La mayor motivación de Elon Musk es intentar mejorar nuestro mundo para hacerlo más emocionante, a la vez que busca alternativas para la humanidad en caso de peligro de extinción. Todo sin dudar en usar todo el capital de su fortuna para conseguir sus objetivos. Elon Musk es CEO (Chief Executive Officer) de tres empresas innovadoras. Por un lado, SpaceX donde ya hemos visto pretende construir cohetes para enviarlos a otros planetas. Tesla Motors, donde Musk está revolucionando el Mercado del coche eléctrico, y finalmente Solarcity, donde el co-fundador de Paypal invierte tiempo y dinero en la creación de paneles solares más efectivos que permitan un mejor aprovechamiento de la luz solar. En todas ellas Elon Musk inverviene en el desarrollo y diseño de todos los productos desde el principio. Sin proveedores externos, todo hecho en casa. Así puede permitirse el lujo de reducir los costes al máximo, sin renunciar a la innovación y a la mejora de pequeños aspectos que matizan el producto final.

Musk no es el único que le ha dado la vuelta al concepto de filantropía para mejorar el mundo. Otros como Eric Schmidt y Larry Page de Google, o el propio Jeff Bezos, todos pertenecientes a una clase de "élite" del Silicon Valley, no están escatimando en recursos para unirse a la causa de Musk e intentar hacer de este mundo un lugar mejor para vivir. Esfuerzos que no carecen de mérito, aun cuando dichos avances conllevan cuantiosos beneficios para sus propios negocios.

Para ampliar la información... 

http://spacenews.com 

https://www.theguardian.com 

http://singularityhub.com 

http://www.popsci.com 

http://www.spacex.com 

http://waitbutwhy.com

http://www.esa.int

http://www.nasa.gov

http://www.naukas.es