A todos nos gusta la naranja: es dulce, tiene un color que la define y es sana ¿un caramelo muy natural?
Nada más lejos de la realidad.
Los cítricos se caracterizan porque han sido muy difíciles de clasificar en especies y poner unas relaciones evolutivas o de parentesco entre ellos. Sin embargo, su importancia culinaria e industrial no ha hecho sino poner más presión para investigar cómo se domesticaron el limón, la naranja, el pomelo y la mandarina. Si conocemos sus relaciones y biología, seremos capaces de cultivarlos mejor y expandir más su producción (que es ya de las más extensas, si miras el siguiente gráfico).
¿Pero cuál es su origen?
Esto es lo que sabíamos hasta hace unos años...
No se encontró un antepasado sin domesticar de la naranja y los estudios citológicos en los años 2000 predecían que era un mezcla entre pomelo y mandarina.
Pero no fue hasta 2013 cuando se confirmaron estas sospechas gracias a la secuenciación del ADN de la naranja. ¿Por qué ha tardado tanto si es un cultivo tan importante?
Los cítricos son capaces de un fenómeno muy extraño: células acompañantes del embrión pueden competir con éste en la semilla y acabar generando una planta nueva. Esto supone que la mayor parte de la descendencia de un naranjo son clones maternos, lo que dificulta un análisis evolutivo.
Además, las plantas suelen tener muchas sequencias de ADN repetidas que dificulta situar un trozo conocido en uno u otro cromosoma, pero gracias a las nuevas técnicas de secuenciación masiva y el tratamiento bioinformático, los científicos lo han conseguido.
Estas técnicas han permitido comparar el genoma, el ADN completo de cada organismo, de nuestra naranja valenciana, la mandarina y el pomelo. Resulta que la naranja dulce es 1 parte pomelo y 3 partes mandarina. Y no es un híbrido que pudiera haber sido creado por azar: ha tenido que ser mantenido por los agricultores y se ha observado que los genes involucrados en la producción de vitamina C han sido seleccionados positivamente en este proceso de miles de años.
Puzzle resuelto:
Audaces asiáticos de hace más de 4000 años cruzaron un pomelo y una mandarina generando la naranja amarga. Pero fueron tan listos como para cruzarla otra vez con la mandarina y generar este caramelo "natural".
¿Descubriremos que otras especies que comemos tampoco son tan naturales como pensábamos? Llevamos jugando a ser Dios desde el inicio de la agricultura, y además, con muy ricos resultados.
