¿De verdad hace falta que llueva para llevar paraguas? Lo cierto es que no, un paraguas a juego con nuestro look es el complemento perfecto para un día otoñal.
Si plegados dan un toque de distinción, abiertos pueden llegar a fascinar, y también protegernos de la lluvia.
El paraguas es un accesorio de primera necesidad y más en tiempos de lluvia, por eso, te vamos a enseñar cómo elegir un buen paraguas en función de nuestras necesidades. ¿En qué debemos fijarnos?
SISTEMA DE APERTURA
Un paraguas puede ser extremadamente bonito, pero si el mecanismo de apertura no está a la altura de lo que necesitamos nos la jugamos a que la lluvia nos arruine el día. Es indispensable que nuestro paraguas se abra a la primera y de la forma más cómoda posible; si el mecanismo es automático o de doble acción, ¡mucho mejor!. Antes de comprar un paraguas prueba a abrirlo varias veces.
A PRUEBA DE VIENTOS
¿Quién no se ha quedado empapada y con el paraguas volteado por culpa del viento? El paraguas debe ser capaz de orientarse en cualquier dirección sin perder su forma, nunca debe doblarse hacia afuera. La solución, comprueba la solidez y materiales de su estructura y sus costuras. El mango también debe ser lo suficientemente ergonómico como para poder orientar el paraguas contra el viento con la menor fuerza posible.
El TAMAÑO SÍ IMPORTA
Toma en cuenta que los paraguas grandes los podrás llevar a la vista, mientras que los más pequeños, no. La primera opción es para ti si eres de las personas a las que les gusta demostrar su estilo y actualmente son muchas las marcas que venden este tipo de paraguas, como Benetton o Dolce Gabbana
EN LOS DETALLES ESTÁ EL GUSTO
¿Quién dice que los paraguas no pueden tener detalles? Fíjate en la empuñadura, en la correa para llevarlo en la muñeca, en los detalles de las terminaciones de la copa, en los extremos de las varillas. Elige los acabados que representen tu estilo y tendrás un paraguas de calidad para toda la vida.
