Tres meses alrededor de la Antártida

Subimos a bordo de la expedición para la circunnavegación antártica (ACE)

La expedición ACE reúne 22 proyectos de seis continentes, durante tres meses de navegación en el océano Austral
Un proyecto de investigación español entre los seleccionados

Un objetivo ambicioso, como el de recopilar información que permita entender mejor el impacto del cambio climático en el océano Austral; un buque oceanográfico ruso, el Akademik Tryoshnikov; 22 proyectos con sus 55 investigadores, procedentes de seis continentes; y tres meses para un viaje alrededor de la Antártida. Estos son los ingredientes con los que nace la primera expedición para la circunnavegación completa de la Antártida y las islas subantárticas con fines científicos (ACE, por sus siglas en inglés).

La expedición ACE partió el pasado diciembre de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, para comenzar un viaje sin precedentes alrededor de la Antártida. La travesía se subdivide en tres etapas (leg 1, leg 2 y leg 3), a lo largo de las cuales los investigadores pueden realizar turnos para distribuir el trabajo, y cuenta con una tripulación muy particular: equipos científicos de todo el mundo, entre los que se encuentra un grupo de investigadores españoles, liderados por el Dr. Rafel Simó del Institut de Ciències del Mar de Barcelona.

El buque oceanográfico Akademik Tryoshnikov, antes de zarpar de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Fuente: Pablo Rodríguez Ros.

Este es el primer proyecto del recién creado Instituto Polar Suizo (SPI, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es mejorar las relaciones internacionales y la colaboración entre los países, así como despertar el interés de una nueva generación de jóvenes científicos y exploradores en la investigación polar.

“Una mejor comprensión de la Antártida es crítica, no sólo para su preservación, sino para todo el planeta”, advierten desde el Instituto Polar Suizo. Y añaden, “los polos se ven afectados por el cambio climático más que cualquier otra región de la Tierra y desempeñan un papel central en las corrientes oceánicas submarinas que regulan el clima mundial desde los polos hasta el ecuador”.

Un proyecto interdisciplinar para la comprensión del ecosistema antártico

Investigadores lanzando radio-sonda para trazar perfiles atmosféricos de temperatura y otras variables en la troposfera. Fuente: Pablo Rodríguez Ros.

Los equipos de investigación a bordo del buque suman 22 proyectos diferentes, con investigadores procedentes de 30 países. El SPI destaca el hecho de que el progreso científico depende más que nunca de la comunicación entre los diversos ámbitos. Y, para fomentar esta cultura interdisciplinaria, ACE combina competencias y conocimientos de una amplia gama de disciplinas científicas, con el objetivo de comprender la Antártida y su papel global en las cuestiones climáticas.

“La biología marina depende de modelos matemáticos complejos que están siendo desarrollados actualmente por oceanógrafos. Mientras tanto, los microorganismos que desempeñan un papel importante en la transformación de la atmósfera, pueden ayudar a los climatólogos a hacer predicciones más precisas”, explican desde la organización.

Expedición con participación española

El investigador español Pablo Rodríguez Ros trabajando en el laboratorio de oceanografía del Buque. Fuente: Pablo Rodríguez Ros. 

A finales de 2015 se lanzó una convocatoria de propuestas y se presentaron más de 100 proyectos. Se convocó un panel internacional de distinguidos expertos y se seleccionaron los proyectos según criterios de excelencia científica. Entre los cuales, se encuentra el proyecto SORPASSO (Surveying Organic Reactive gases and Particles Across the Surface Southern Ocean), liderado por el Dr. Rafel Simó del Institut de Ciències del Mar de Barcelona.

El proyecto tiene como objetivo llevar a cabo las primeras observaciones de la distribución circumpolar de trazas de gases y partículas superficiales del océano importantes para la química atmosférica y el clima, y descifrar sus controladores biológicos, químicos, hidrológicos y ópticos. “Vamos a combinar mediciones oceánicas y atmosféricas con datos de teledetección y modelos numéricos para extrapolar las observaciones en un contexto regional y esbozar las proyecciones de las tendencias futuras bajo el calentamiento global”, explica el Dr. Simó.

El grupo de investigación del proyecto cuenta con la participación de científicos procedentes de un total de ocho instituciones, alrededor del mundo. El equipo internacional de SORPASSO “reúne una mezcla de científicos experimentados y jóvenes, todos muy motivados, para obtener el mejor conocimiento de esta oportunidad única, al mismo tiempo que proporciona conciencia pública y educativa sobre la importancia de la ‘naturaleza invisible’ (microbios, gases)”, destaca el líder del proyecto.

Entre los investigadores del proyecto, se encuentra el español Pablo Rodríguez Ros, investigador predoctoral.

El investigador predoctoral del Institut de Ciències del Mar de Barcelona, nos cuenta su experiencia.

¿Qué implicaciones puede el proyecto en la investigación del Cambio Climático?

Es de vital importancia para su estudio, ya que la mayor incertidumbre que existe en las proyecciones de calentamiento global reside en que aún no conocemos muchos de estos procesos. Obtener nueva información de los procesos que suceden en la Antártida supone un salto cualitativo y cuantitativo en nuestra comprensión del sistema climático global.

Dentro del Proyecto del Institut de Ciències del Mar, ¿cuál es tu labor de investigación? 

He participado en las primeras etapas de la expedición, subdividida en cuatro, durante una auténtica aventura científica de 80 días; colaborando con el equipo en el muestreo de agua marina para analizar partículas y gases traza marinos. Para obtener agua marina utilizamos la Roseta con CTD, un instrumento clave en investigación oceanográfica, y bombeamos agua en continuo, desde la superficie del océano al laboratorio.

En el día a día, ¿cómo es la rutina de trabajo? 

A las 7 am estamos en pié, ya que la primera Roseta-CTD sale del agua a las 8 am y hay que tener el laboratorio a punto. Tras el primer muestreo, hacemos un parón en la jornada. La segunda Roseta-CTD del día sale del agua a las 17:00 y nos tiene trabajando lo que queda de tarde.

¿El mejor momento del día? 

Me quedo con ratos relajados mirando al mar, avistando los esquivos seres que habitan el océano como las ballenas.

¿Y el peor? 

Los mareos en días de tormenta o mala mar. Hace que tu trabajo se complique mucho, ya que los protocolos a realizar son complejos y una situación de mareo y náuseas los dificulta.

Comienza la tercera etapa de la expedición ACE

Los científicos surcan el océano Austral durante tres meses de navegación. Fuente: Pablo Rodríguez Ros.

Tras un mes de navegación, el 19 de enero llegaba a su fin la primera etapa de la circunnavegación antártica que ha llevado a los investigadores a descubrir algunas de las islas subantárticas como la Isla Marion, en el archipiélago de las islas del Príncipe Eduardo, o la isla de la Posesión, una de las francesas Islas Crozet. Una travesía, en la que incluso han tenido la oportunidad de asistir al espectáculo de la Aurora Australis.

La segunda etapa de la expedición, que comenzó el 22 de enero en Hobart (Tasmania), concluía el pasado 24 de febrero en Punta Arenas (Chile), tras un nuevo mes de acción y ciencia, con una parada destacada: el Glaciar Mertz.

Colonias de pingüinos Rey, grupos de elefantes marinos o bandadas de albatros viajeros, han acompañado a los tripulantes a lo largo de su travesía.

Pingüinos Rey y elefantes marinos en la playa "Des Americains", isla de la Posesión. Fuente: Pablo Rodríguez Ros.

¿Y dónde navega ahora el buque Akademik Tryoshnikov? 

Lo encontramos surcando las aguas del océano Austral en la tercera etapa de la expedición, que partió el pasado 27 de febrero del puerto de Punta Arenas, Chile. Y aquí le dejamos. Por delante, menos de un mes para cumplir con los objetivos científicos de este proyecto pionero.