Corría el mes de junio cuando el Hércules inició su preparación para la próxima temporada. En la memoria, la derrota contra el Cádiz que privó del ascenso a una ciudad y a una afición ilusionada con su equipo.
Sin apenas tiempo para cicatrizar la herida, había que ponerse a trabajar. El Hércules decidió apostar por la continuidad de gran parte del bloque que casi logra el ascenso. El club decidió prescindir de Vicente Mir en busca de un cambio. El 5 de julio aterrizó en Alicante Luis García Tevenet. El sevillano traía consigo la ilusión de un técnico que había ascendido con el Huesca en temporadas anteriores.
Una plantilla ambiciosa
El Hércules decidió hacer una apuesta considerable por el ascenso. El club consiguió retener a jugadores que habían sido importantes en la pelea por ese objetivo como Javi Flores, Nieto o Mainz. Sin embargo, la entidad blanquiazul dejó escapar a jugadores como Álex Gallar, Yeray González o Álvaro. Asimismo, la pareja de centrales titulares abandonó el club. Pichu Atienza se enroló en las fila del Reus Deportiu mientras que Álex Muñoz se incorporó al Sevilla Atlético tras el pago de 350.000 euros por parte del club hispalense.
Una vez cerradas las salidas y las renovaciones en el club, así como la contratación del nuevo entrenador, el Hércules comenzó a reforzar el plantel. El primero en incorporarse al nuevo proyecto blanquiazul para conseguir el ascenso fue Albert Dalmau. El lateral catalán fue la primera piedra de la nueva plantilla herculana. Tras dos temporadas en las que Rafita había sido el dueño del lateral derecho, Dalmau llegó para ser el nuevo propietario del carril diestro.
Después de Dalmau llegaron Checa, Omgba, Pol Bueso, Fernando Román, Berrocal y José Gaspar. Entre medias a la llegada de estos jugadores, el Hércules también vivió su particular "culebrón del verano". El protagonista de esta situación fue Sergio Mora. El centrocampista, que había ascendido con el Alavés a Primera División, se comprometió con el Hércules para ser el timón del centro del campo pero a última hora una oferta del UCAM CF le hizo decantarse por el equipo universitario.
El Hércules inició su andadura en Gavà con una victoria contundente y con el primer liderato del año. Los de Tevenet se impusieron por 0 a 4 y consiguieron ilusionar a una afición que soñaba con el ascenso. Sin embargo, el gran arranque del conjunto alicantino fue un espejismo y no una realidad. Los de Tevenet cayeron en el Rico Pérez ante el Barça B en la segunda jornada y mostraron ser un equipo frágil.
El equipo blanquiazul no fue el equipo sólido que aspiraba a la primera posición cuando arrancó la pretemporada. Derrotas ante los equipos punteros de la tabla hicieron que las dudas alrededor del equipo de Luis García Tevenet fueran patentes en el entorno blanquiazul.
La Copa tiene premio
Pocas alegrías en un año aciago para el Hércules y para el herculanismo. Pero en mitad del oasis de la Segunda B, la afición alicantina encontró un balón de oxígeno en la Copa del Rey. Después de dos temporadas en las que el Hércules había caído en primera ronda, los alicantinos disfrutaron del torneo copero.
El Hércules disputó la primera ronda ante el Andorra CF de Tercera División, que se saldó con una cómoda victoria por 5 a 0. Andorra fue el inicio de un camino que tuvo en Cartagena su segunda parada. En el estadio Cartagonova, el Hércules midió sus fuerzas a otro de los equipos construidos para pelear por el ascenso. Los de Tevenet consiguieron en los penaltis el pase a la siguiente ronda.
Ante el Cornellà, esta vez en el Rico Pérez, disputaron la última ronda previa al enfrentamiento ante un equipo de competición europea. La afición alicantina llevó en volandas a su equipo que se clasificó para la ronda de dieciseisavos de Copa.
El sorteo conllevó un premio importante para el Hércules y su afición. El rival sería el Fútbol Club Barcelona. El Barça visitó el Rico Pérez en medio de la primera gran crisis del Hércules en la temporada. Apenas cuatro días antes del enfrentamiento ante el equipo blaugrana, el conjunto de Tevenet perdió 3-0 en Alcoy y las dudas sobre el técnico sevillano eran notables.
Sin embargo, ante el Barça se invirtió la tendencia y el Hércules se mostró muy sólido y concentrado. El conjunto blanquiazul se adelantó en el marcador por mediación de Mainz y empató un partido que devolvió la confianza en el equipo.
Con un empate en el partido de ida y sin nada que perder, el Hércules viajó a Barcelona con todas las opciones de dar la sorpresa y hacer disfrutar a los numerosos alicantinos que se desplazaron a la Ciudad Condal para seguir a su equipo.
El equipo de Tevenet aguantó prácticamente hasta el descanso con empate a cero en el marcador, pero un gol de Digne y un penalti transformado por Ivan Rakitic allanaron la victoria blaugrana. La segunda mitad fue totalmente distinta y Arda Turan, con un hat-trick, Rafinha y Paco Álcacer culminaron la goleda culé.
De vuelta a la realidad
El Hércules enderezó el rumbo liguero en los último partidos antes del parón de Navidad. El conjunto blanquiazul venció tres partidos consecutivos con los que se fue de vacaciones en puestos de Playoff. Los alicantinos ganaron al Atlético Baleares, al Mallorca B y al Cornellà. Tras el parón, el Hércules no se resintió y comenzó el 2017 con una victoria ante el Gavà. Sin embargo, otra vez ante un rival importante el equipo falló. El club blanquiazul visitó el Mini Estadi para enfrentarse al líder, el Barça B. El equipo herculano afrontó el encuentro a seis puntos del filial blaugrana, por lo que una victoria les habría metido de lleno en la lucha por la primera posición.
El Hércules ya había movido ficha en el mercado de invierno. Después de muchos rumores, el central José Manuel Rojas abandonó la plantilla para dejar su puesto al excapitán del Elche, Lolo, que recientemente se había desvinculado del club franjiverde.
Tras Lolo, llegó Juan Delgado desde el Atlético Levante. De nuevo, el Hércules se vio obligado a la incorporación de un delantero en el mercado invernal y el atacante suplente del filial levantinista fue el elegido.
Una vez cerrado el mercado de fichajes y después de muchos rumores de salida en torno a la plantilla blanquiazul, comenzaron los problemas en el Hércules. Los alicantinos entraron en una fase de la temporada en la que se iban a enfrentar a rivales directos por el Playoff de ascenso.
Principio del fin de la etapa Tevenet
Un tropiezo ante el Valencia Mestalla, una victoria discreta en Elda y una dura derrota ante el Badalona en el Rico Pérez dejaron muy tocado a Luis García Tevenet como entrenador del Hércules. El sevillano veía como su equipo se tambaleaba y no daba con la tecla para enmendarlo. El cuadro alicantino viajó a Lleida en la quinta posición y con la necesidad de sumar una victoria para calmar la complicada situación en la que se encontraban. Pero lejos de solventar el partido del Camp d'Esports con una buena actuación, el Hércules cosechó una derrota que llegó en el último minuto de partido. Marc Nierga agravó la crisis herculana y acrecentó la desconfianza en torno a Luis García Tevenet.
El Hércules se alejó a 5 puntos de la promoción de ascenso y el futuro del preparador herculano pendía de un hilo. No obstante, la entidad blanquiazul decidió mantener al sevillano al frente del equipo. Con toda la plantilla y parte de la directiva en torno al cuerpo técnico, el Hércules ratificó a su entrenador y confirmó que Tevenet continuaría al frente del equipo alicantino.
La ratificación del sevillano tan solo duró seis días ya que L'Hospitalet empató en el Rico Pérez y propició el despido de Luis García Tevenet como entrenador del Hércules.
Después de Tevenet, fue el técnico del filial, Carlos Luque, el encargado de tomar las riendas del primer equipo del Hércules. Luque llegó al club la temporada pasada de la mano de Vicente Mir como segundo entrenador y afrontó el reto como una gran oportunidad para su carrera.
Luque debutó en el banquillo del Hércules con un empate frente al Prat. Fernando Román marcó en el descuento y rescató un punto en el primer partido sin Tevenet en el banquillo.
Con la llegada del técnico valenciano el Hércules no enderezó el rumbo y no consiguió la clasificación para la promoción de ascenso. Los alicantinos, con una victoria al Atlético Saguntino, se acercaron a tres puntos del Playoff pero en los siguientes partidos se dieron de bruces con la realidad que les rodeó toda la temporada. El equipo blanquiazul sumó tres derrotas consecutivas y las opciones de pelear por el ascenso se esfumaron. Pese a ello, el conjunto de Carlos Luque venció al Atlético Baleares y alargó la poca esperanza que albergaba de Playoff. Sin embargo, los resultados no acompañaron y a falta de dos jornadas para el final, el Hércules se quedó sin opciones matemáticas de jugar el Playoff de ascenso.
Una trayectoria irregular ha marcado la temporada del Hércules, tanto en la etapa de Tevenet como en la de Luque. Los números del equipo herculano demuestran lo irregular y poco sólida que ha sido la temporada del conjunto alicantino. Tan solo hay cuatro equipos del Grupo 3 de Segunda B que hayan perdido más partidos que el Hércules. Los alicantinos han cosechado 15 derrotas, dos menos que el AE Prat, tres menos que L'Hospitalet y Espanyol B, y catorce menos que el Club Deportivo Eldense. Sin embargo, solo Alcoyano (18) y Barça B (25) han sumado más victorias que los alicantinos (17).
La temporada del Hércules ha llegado a su fin antes de lo esperado. El equipo blanquiazul no jugará el Playoff y en el club ya trabajan de cara a la próxima temporada. Se espera una pequeña revolución en la plantilla para el próximo año. ¿Qué jugadores mantendría el aficionado herculano en la plantilla del próximo curso?
