Quirónprevención se ha embarcado en el reto de aplicar la medicina del deporte y preventiva para una de las competiciones más duras de la historia: la Volvo Ocean Race. El desafío es de total ambición, sin la menor concesión a la comodidad.
Deporte y salud, dos conceptos especialmente unidos. A nivel amateur o profesional siempre conviene que un profesional médico esté al cuidado de las personas, no solo cuando acontecen desgraciadas lesiones, sino también de manera preventiva, para competir en las mejores condiciones posibles.
La vinculación con el deporte empieza también a asentarse en Quirónprevención, quien aplica de manera rigurosa los principios de la medicina deportiva en disciplinas como el motociclismo o la vela. Presente su matriz, Quirónsalud, en el mundial de MotoGP, ahora es la propia Quirónprevención la que está inmersa en la Volvo Ocean Race, que en estos momentos se está disputando.
En el mes de abril se conocía el acuerdo de colaboración que firmaban ambas organizaciones por el cual Quirónprevención, referente en salud laboral, se convertía en el servicio oficial de prevención médica de una de las competiciones más legendarias y duras de la historia del deporte.
La Volvo Ocean Race
es una de las competiciones
más duras y legendarias
de la historia del deporte
"Un deporte muy atractivo
para una consultoría de seguridad
y salud como Quirónprevención".
Exigencia y entorno de riesgo
Conociendo las exigentes condiciones que se dan a bordo de una de estas embarcaciones, el trabajo de Quirónprevención es fundamental para que todos los integrantes de la Volvo Ocean Race puedan estar al 100% de su estado físico. El director general de la empresa preventiva, Fernando Camino, afirma que:
"Los regatistas, además de estar expuestos a los riesgos a los que se enfrenta cualquier deportista de élite debido al sobre esfuerzo físico, tienen que hacer frente a durísimas condiciones impuestas por el propio entorno y protocolo de navegación, lo que hace que se convierta en deporte muy atractivo para una consultoría de seguridad y salud como Quirónprevención".
Hándicaps y particularidades médicas
Todo un reto para deportistas y servicios médicos. En primer lugar, porque se trata de un evento con una duración aproximada de 10 meses, en donde embarcaciones con tripulaciones reducidas darán la vuelta al mundo. Y en segundo lugar, porque la meteorología no es, ni mucho menos, el mejor aliado para los navegantes.
En dicho recorrido y en base a la experiencia adquirida por la trayectoria de la competición, se podrían establecer cinco grandes particularidades médicas en esta regata:
1. Hidratación
Si para cualquier persona este aspecto es importante, para un deportista de alto rendimiento, que además es un regatista oceánico, más si cabe. El problema de la falta de hidratación surge por diferentes motivos.
Para empezar, la alta velocidad de los barcos, los vientos que soplan y la humedad constante que sufren los regatistas al estar enfundados en trajes de agua colaboran enormemente en el proceso de deshidratación.
Un nivel deseado de hidratación en los deportistas evitará restar rendimiento físico e intelectual, lo que puede suponer una ventaja para sus competidores. Pero he aquí otra dificultad añadida: no se bebe el agua embotellada, sino que se consume agua potabilizada, desalinizada del océano y, por tanto, con menos propiedades de la habituales.
2. Nutrición
La deshidratación lleva a otra urgente necesidad, que no es otra que la nutrición. La alimentación debe compensar el déficit derivado del agua desalinizada. En este punto también concurren circunstancias especiales.
Y es que la comida que consumen los tripulantes es liofilizada. Los productos así pesan menos y son más duraderos, siendo ideales para competiciones náuticas largas.
Además del agua, la comida es clave para el rendimiento de los deportistas, que incluso durmiendo tienen un gasto calórico constante por los movimientos del barco. Ese constante "tambaleo" dificulta, a su vez, la preparación de las comidas generando quemaduras en las manos de los tripulantes.
Por ello, rehidratan los alimentos menos de lo que debieran poniendo en peligro la hidratación de su cuerpo nuevamente. Eso puede conllevar situaciones de estreñimiento. En esta edición ya se han dado 8 casos de esta patología.
3. Radiaciones
Otro de los puntos críticos para el regatista de la Volvo Ocean Race es la piel. Una de las afecciones más recurrentes de la competición es la foliculitis cutánea, por lo que es necesario establecer medidas de protección frente a las exposiciones constantes al sol, al viento y al salitre.
Gafas de sol, viseras y cremas adecuadas, independientemente del frío, sol o el color de la piel son accesorios que toda embarcación debe disponer en durante las etapas.
4. Falta de sueño
La falta del sueño es enorme en esta legendaria regata, en cuanto a calidad y cantidad. Todo está condicionado por el intenso ritmo de trabajo, organizado en guardias de 4/4. Es decir, cuatro horas en cubierta intentando sacar el máximo rendimiento del barco y otras cuatro en "stand by" descansando bajo cubierta.
En este momento de relativo descanso, además de comer o asearse, los regatistas deben dormir salvo que tengan que participar en cualquier maniobra que así lo exija, dado que los barcos van muy cortos de tripulación.
5. Rendimiento físico
Ni que decir tiene que el entrenamiento previo y la preparación son primordiales para afrontar un esfuerzo que se acumulará durante 10 meses. Es evidente que la medicina del deporte es una de las especialidades claves para la Volvo Ocean Race.
La recomendación de Quirónprevención es clara en este sentido: cuanto mejor entrenado esté el deportista, mejor rendimiento ofrecerá y menos lesiones tendrá. El regatista más experimentado es el que más tiene asimilada esta sencilla pero exigente fórmula.
