Las farmacéuticas mueven la innovación española

Hay muchos indicadores revelados por Farmaindustria que hablan de la importante labor de los laboratorios farmacéuticos en el ámbito de la investigación y desarrollo en España. Sus inversiones vuelven a la línea creciente en los últimos años. En relación al empleo, la cifra de personal contratado también aumenta, siendo un sector caracterizado por la calidad y la igualdad salarial entre géneros.

Los últimos años registran un aumento del gasto en I+D por parte de sector farmacéutico, según refleja un estudio de Farmaindustria. Ya a partir del año 2014 el gasto empieza a aumentar con un 2,4% respecto al año anterior. En 2015, el porcentaje se incrementó hasta el 5,7%, mientras que el año 2016 (el último del que se tienen datos), dicho índice se alzó un 8%, lo que se traduce en un total de 1.085 millones de euros. Estos datos señalan que el gasto en I+D por parte de las farmacéuticas ha registrado su mejor evolución durante los últimos siete años. Dicho de otra forma, el sector es actualmente el principal motor de la innovación, concentrando el 21% del total de las inversiones en este terreno.

Otra conclusión que se extrae de los informes de Farmaindustria es que parece que, definitivamente, el sector ha dejado atrás la crisis retomando una velocidad de crucero que puede hacer un efecto arrastre en otras industrias. La otra lectura que debe hacerse de estas cifras tiene que ver con la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y, por supuesto, con el acceso de los pacientes a la innovación farmacéutica.

En términos de empleo, Farmaindustria refleja que más de 4.400 personas trabajan en tareas de investigación y desarrollo, una cifra que, si bien es inferior a de los años centrales de la crisis, empieza a recuperarse en su comparativa con los dos últimos ejercicios. Se añade a lo anterior que no solo se han generado más puestos de trabajo, sino que éstos son de una mayor calificación. El 86% de los empleos de este ámbito corresponden a titulaciones superiores (licenciados y doctores). Otra evolución más, puesto que en 2006 el porcentaje de titulados superiores era del 73,6%. Con todo, se ha reducido a la mitad del personal no titulado en los últimos 10 años. 

Por otro lado, se detecta una fuerte presencia de mujeres, hasta el punto de ocupar el 51% de los puestos de trabajo que se reparten en los laboratorios. Más concretamente, dentro del área de I+D, ese porcentaje crece hasta el 65%, lo que significa el dato más alto del tejido producto en España. Para cerrar el círculo en materia laboral, también se puede hablar de buenas tasas de empleo juvenil o de igualdad salarial entre hombres y mujeres.

La clave de la colaboración público-privada

Además de la buena marcha de la economía española, la respuesta a esta buena evolución en todos los sentidos la tiene la siempre efectiva fórmula de la colaboración público-privada. Gracias a ello, las compañías del sector han aumentado sus fondos a la investigación, impulsado proyectos con hospitales y centros específicos de I+D. La llamada inversión extramuros ha crecido un 18% hasta alcanzar los 492 millones de euros, mientras que el capital para intramuros se mantuvo estable, registrando una tasa de crecimiento del 0,7%.

Cabe destacar el aumento de volumen inversor en ensayos clínicos de fases tempranas, que son los que requieren un mayor nivel de complejidad y los que permiten el acceso precoz de los pacientes a nuevas terapias

Específicamente, más de la totalidad de las inversiones (577 millones de euros) se destinaron a ensayos clínicos y en lo que respecta a investigación la cantidad fue de 150 millones. Cabe destacar el aumento de volumen inversor en ensayos clínicos de fases tempranas, que son los que requieren un mayor nivel de complejidad y los que permiten el acceso precoz de los pacientes a las nuevas terapias. 

De este modo, el peso de las fases tempranas ha ganado en importancia en la comparativa del periodo 2006-2016. Todas las comunidades autónomas han sido receptoras de inversiones extramuros, encabezando el ranking Madrid y Cataluña con 113 y 109,6 millones de euros respectivamente.

La biotecnología
capta el 24,4%
de la inversión

Una parte importante del total del gasto en I+D de las farmacéuticas se han destinado al ámbito de la biotecnología. En total, 265 millones de euros hacia un sector que representa el 48,2% de las ventas de medicamentos de prescripción. Los datos recogidos por parte de Farmaindustria señalan que el 50% de los grupos utiliza la biotecnología o alguna herramienta de origen biotecnológico en la fase preclínica. 

Los proyectos de investigación relacionados con este campo se centran principalmente en las áreas de la oncología, oftalmología y enfermedades infecciosas. En cuanto a la fase clínica, se han conseguido reportar 115 medicamentos de origen recombinante y 389 ensayos en marcha en España o gestionados desde España. Posteriormente, en la fase de producción y comercialización, se han comercializado 32 principios activos en los últimos diez años principalmente en las especialidades oncológica, hematológica e inmunológica.

Los pacientes, 
la razón de ser 
del sector

Al margen de todos los detalles anteriores, queda claro que todo el esfuerzo de la industria se dirige al bienestar de los pacientes, a los que autoridades y profesionales les piden una participación activa en el sistema, puesto que ellos "son la razón de ser todos los que cumplimos una función en el sistema sanitario", según mantiene el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés. 

"No se concibe la investigación clínica sin la participación activa del paciente, en el diseño del ensayo o con su presencia en los comités de bioética"

En la última Jornada Somos Pacientes celebrada en el mes de diciembre de 2017, Arnés mantiene que la experiencia con los clientes cada vez es más importante en toda la vida del medicamento. “No se concibe la investigación clínica sin la participación activa del paciente, en el diseño del ensayo o con su presencia en los comités de bioética”, ha dicho. “En esta misma línea –ha añadido-, cada vez tiene más sentido que en la elección del tratamiento participe también el paciente, con el fin de asegurar la mayor adecuación y efectividad posible”.