Consumidores y vendedores, sufren cuando los productos de primera necesidad no se encuentran. Vencer la escasez es materia pendiente para el gobierno socialista venezolano
A finales de diciembre del 2014, el presidente Nicolás Maduro dijo públicamente que el país vivió un año "difícil" en el campo económico, principalmente por la abrupta caída del precio del petróleo -actualmente, a 40.16 dólares el barril-. Desde ese momento, muchos comenzaron a cuestionar la forma en la que Nicolás conduciría los destinos del país.
El Banco Central de Venezuela, para ese momento, informó que la economía entró en recesión y la inflación sobrepasaba el 63 %
El portal web del diario El Heraldo reseñó el primero de enero del año 2015, que en Venezuela según encuestas hechas en diciembre del 2014, la escasez de un tercio de los productos de la cesta básica y la falta de más de la mitad de medicinas eran un problema grave, superando a la criminalidad que poseía la segunda mayor tasa de homicidios del mundo.
La escasez viene en ascenso desde el año 2014, se agudizó durante el año 2015 y es en el año 2016 que llega a su punto máximo. El Jefe de Estado anunció en cadena nacional el 6 de mayo del presente año, que se debía ganar la guerra económica y así lograr el desarrollo social.
Partidarios del gobierno opinan lo mismo que Maduro, Leidy Colmenares, oficialista desde hace 12 años, señaló con respecto al desabastecimiento: "Empleados de empresas privadas, como gerentes o encargados, contratan gandolas para que saquen los productos ilegalmente del país y así ganarle más dinero".
El gobierno culpa a las empresas privadas de esconderle los productos al pueblo, principalmente a Empresas Polar, la de mayor producción del país. Willians Useche, gerente de distribuidores en Polar, comentó que no se encuentran materias primas, y con el control cambiario actual de difícil acceso al dólar, es más complicado ser productor.
"Las empresas privadas que están produciendo, lo hacen en un 10 o 20 % por la falta de insumos básicos para producir", dijo Useche, acotando que ahora es preferible ser comercializador. En referencia a los trabajadores de Polar, agregó que el gobierno está causándole un daño al pueblo, afectando directa e indirectamente a un aproximado de 192.000 empleados.
Juan Camacho, comerciante de la avenida Sucre de Catia, contó: "Siempre trato de mantener el negocio activo, intento ganarle el 15 % a los productos. Ya no les compro tanto a los proveedores, pues vendo menos que antes". La inflación que afecta en todos los ámbitos al venezolano, no permite que pueda comprar en las mismas cantidades que hace unos años.
"El gobierno busca hacerle creer al pueblo que sin ellos en el poder, el país no volverá a ver comida", comentario que realizó Juan De Abreu, opositor y conocedor en materia política. En cuanto al desabastecimiento, existe un clima de decepción y descontento que ha venido subiendo e impacta a toda la sociedad venezolana.
Las diferencias internas se observan con mayor intensidad en el ámbito político debido al actual contexto de crisis. Los ciudadanos en su descontento han realizado protestas que no dan resultado. En Venezuela, intentar encontrarle salida a los diversos problemas del país, deja en evidencia la incapacidad de los políticos para darle una respuesta al pueblo.
