"PARTICIPE CANTANDO... KULLAKA, JILATA" 

Creando lazos de interculturalidad a través de la radio.  

Por: Arnold Guachalla L.

Conocer del programa "Participe cantando, contando cuentos y leyendas" de radio Atipiri fue una experiencia interesante. Se trató de uno de los programas más queridos por la gente humilde El Alto y las provincias hasta finales del 2017.

Pese a que actualmente no sigue en vigencia, sus aportes a la democratización de la comunicación y la generación de lazos de interculturalidad, entre otros, son características que la hace tan peculiar y digna de ser reconocida a través de un trabajo peridístico.

Nieves Quispe, principal conductora de este espacio radiofónico, nos contó sobre lo que significó el "Participe cantando..." para ella y las demás personas. Así comenzamos el camino...

LA FAENA DE LOS SÁBADOS

Es sábado por la madrugada y Nieves, de 31 años, se dirige presurosa a la plaza José Ballivián del municipio de Viacha, lugar donde varios minibuses se disputan a los pasajeros para iniciar la travesía rumbo a la populosa Ceja de El Alto.

Con el apuro, Nieves decidió no perder tiempo en qué pollera ponerse o qué manta vestir, lo importante era tenerlos en buen estado. El frígido ambiente que presenta la estepa de Viacha no da tregua ni aun estando al interior del transporte público, pero para la joven ya no importa porque tiene muchas cosas en que pensar y dentro de poco llegará a su primer destino.

La avenida 6 de marzo la recibe con la misma cara de siempre, bocinazos, vehículos y un montón de gente que cruza la vía, intenta buscar su minibús o improvisa su desayuno en alguna esquina. 

Son las 06:30 de la mañana y El Alto hace horas que despertó, o quizá suene más sincero decir que siempre estuvo despierto porque nunca duerme.

Ya es tarde para Nieves porque a la 07:30 debe comenzar el programa radial "Participe cantando, contando cuentos y leyendas" como cada sábado . Con algo de suerte en 20 minutos ingresa a la urbanización Atipiris, un barrio alteño ubicado en el distrito 8, a poco más de 18 kilómetros de la ciudad de La Paz, lugar donde se instala radio Atipiri 840 en Amplitud Modulada (AM).

En 10 minutos ya está dentro de las instalaciones del Centro de Educación y Comunicación para Comunidades y Pueblos Indígenas (CECOPI), organización sin fines de lucro que dio vida a radio Atipiri el 7 de febrero de 2006.

Desde su fundación, hecha por el reconocido comunicador aymara Donato Ayma, esta emisora buscó constituirse como un medio alternativo de comunicación bilingüe (aymara-castellano), cuya propuesta esta inspirada en la "democratización de la comunicación" y que tiene como principales protagonistas a las denominadas "reporteras populares".

Se trata de un grupo de mujeres indígenas que fueron y son capacitadas por el CECOPI en periodismo radiofónico, liderazgo y derechos de las  mujeres.  

Nieves prende los equipos y la consola principal, faena que realizó de marzo a diciembre de 2017. En pocos minutos está lista, ya van a dar las 07:30 y toma lugar en la cabina. Posa su rostro sobre el micrófono y comienza sin mayor trámite el "Participe cantando...".

"Aski urukipan Altopata marka... Participe cantando, contando cuentos y leyendas qallti jilatas, kullakas (Buenos días El Alto... Participe cantando, contando cuentos y leyendas empezó hermanos y hermanas)".
"Este programa es del hermano Donato. A veces sentarse en su lugar es triste. Muchas veces me amargué porque ha costado levantar este programa".

Nieves emitió estas últimas palabras con algo de melancolía. La tristeza de la joven locutora era justificable tomando en cuenta que Ayma, creador y principal impulsor de aquel programa, dejó la radio que fundó de la manera más trágica. Víctima de un atropellamiento, el cuerpo del radialista y también sociólogo orureño fue encontrado sin vida un 24 de noviembre de 2016 en El Alto. Sus restos yacían a un lado de la carretera Oruro-La Paz, en el sector de la zona de Senkata.

Su partida consternó a todo el país, pero el golpe más duro fue para su familia y para las "reporteras populares", quienes apreciaban singularmente "a su mentor" por sus consejos, orientaciones y, sobretodo, por haberles abierto la puertas de radio Atipiri para amplificar su voz y ofrecer una comunicación directa y sin trabas con los sectores más humildes de la urbe alteña, provincias y demás departamentos. 

"Radio Atipiri llega a los lugares alejados, la gente más olvidada y humilde escucha esta radio. Tal vez aquí en la ciudad no se oye tanto porque hay varias radios FM, pero este medio de comunicación es importante para las provincias".     

El legado de Ayma quedó en muchas otras mujeres aymaras y quechuas que llegaron hasta el CECOPI para superarse y empoderase a través de la comunicación popular.  

Fiel a este concepto, Nieves decidió asumir junto a dos de sus compañeras el reto de continuar con el programa del fundador de radio Atipiri y continuar con el "Participe cantando...", pese a la discriminación que recibió de parte de algunos oyentes que no aceptaban que una mujer ocupe el lugar del gestor de radio Atipiri en aquel programa.

Sorteando aquellos contratiempos, la locutora recordó entre risas cómo fue el contacto con su audiencia.  Los cantos o jayllis, las adivinanzas y los cuentos despertaban el imaginario de los oyentes que no dudan en participar en el programa evocando el pasado de los abuelos.  

Hay que ver la pericia de Nieves frente al micrófono. Su fluidez con el idioma aymara hace que se desenvuelva como "pez en el agua". Qué feliz se pone cuando un oyente la llama desde su natal Khonkho Milluni, una localidad ubicada en la provincia Ingavi del departamento de La Paz. 

Cuenta que por ser una región alejada muy pocas personas viven por allí, es por eso que cuando alguien se comunica desde allí "le salta el corazón de alegría".   

Hoy vemos a Nieves con un valor y una seguridad que nos haría pensar que siempre fue así, sin embargo, todo tiene un comienzo que muchas veces se torna difícil "más cuando las mujeres indígenas son víctimas de la discriminación y el machismo".    

"Antes era muy miedosa, no hablaba y de las cuatro paredes no salía, pero poco a poco fui lanzándome. Yo no he podido estudiar a su debido tiempo, como debía ser".

No hicieron falta cinco años de estudio universitario para que Nieves asimile el rol de una periodista, su función social y compromiso ético. Nada pasa desapercibido para sus curiosos ojos. Tampoco es difícil notar que es una de las hermanas más apreciadas del grupo de reporteras populares a las que considera "hermanas de la vida". Gracias a su vivacidad, ganas de superación y atenta colaboración a sus pares, Nieves se ha ganado el respeto y cariño en la emisora.

"Tengo el sueño de que podamos tener nuestro canal de televisión para aprender con las hermanas y para que la gente nos vea a nivel Latinoamérica. Ahora estamos saliendo a nivel mundial por el Internet en la radio, pero un objetivo grupal siempre es que nos capacitemos más".

Al término del "Participe cantando..." solo quedan las risas de Nieves y sus dos compañeras quienes se despiden con un "jiquisimka kullakas, jilatas" (Nos encontramos pronto hermanas y hermanos) y con el compromiso de volver en un siguiente sábado. "La Pachamama quiera que muy pronto".