Desde sus inicios, esta tierra ha estado cultivada por grandes mujeres y hombres que han marcado el hito de la historia en el país y en el mundo.
Recibe en 1898 el calificativo de Camagüey, nombre del cacique Camagüebax, quien ejercía sus dominios entre los ríos que hoy se conocen como Tínima y Hatibonico, lugar donde se encontraban las primeras casas. Comenzó a llamarse Camagüey a partir de la independencia de España.
Una tierra de grandes llanuras, para ejercer la agricultura y la ganadería, de un gran aporte a la cultura nacional y universal.
Importantes figuras
Es prácticamente imposible referirse a Camagüey sin nombrar a El Mayor Ignacio Agramonte y Loynaz, aquel diamante con alma de beso que luchó por la independencia de la Patria. Por él nos enorgullece llamarnos agramontinos.
También se encuentra la ilustre poetisa y novelista Gertrudis Gómez de Avellaneda, el periodista y poeta Nicolás Guillén Batista quien es reconocido como el Poeta Nacional de Cuba y en las ciencias, el brillante Carlos J. Finlay.
Otras importantes personas también han puesto el nombre de Camagüey por todo lo alto, aunque no hayan nacido aquí. Es el caso de Silvestre de Balboa, quien escribió en la antigua villa la primera obra literaria cubana: Espejo de Paciencia.
Tradiciones y costumbres
En esta tierra llena de tradiciones y costumbres no dejamos de mencionar el símbolo que identifica a la ciudad: El Tinajón, ni al San Juan, ni al ajiaco camagüeyano.
Patrimonio Cultural de la Humanidad
Camagüey está compuesta por una parte central o centro histórico donde se observan construcciones antiguas, callejones estrechos y adoquinados al estilo colonial, hermosas iglesias y plazas de gran valor histórico.
Parte de ese centro histórico fue declarado por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Sus calles poseen un trazado visto desde el cielo en forma de plato roto.
504 años después de que naciera como Villa, Camagüey tiene el encanto de una joven. Por su historia, su gente, su futuro, es una ciudad que "condena" a volver a pisarla, a habitarla... a enamorarse para siempre.
Créditos:
Realización: Lisandra Marrero González y Roberto Carlos Serrano (Estudiantes de Periodismo)
Fotos: Otilio Rivero, Roberto Serrano
